Aunque evidentemente a nadie le gusta sufrir una lesión que implique una herida, tanto por el dolor que suelen causar como por el proceso de curación que seguirá a la misma, si se tiene la mala suerte de sufrirla, mejor que sea de día.
Al menos así lo sugiere una nueva investigación publicada en Science Translational Medicine en la cual se afirma que las horas del día a las cuales se producen las heridas tienen su importancia, ya que las células responsables de su curación tienen una mayor actividad de día, llegando a sanar dichas heridas el doble de rápido respecto a si se producen de noche.
Sufrir una herida de día es mejor
El estudio, llevado a cabo por Nathaniel Hoyle y sus colegas del Laboratorio de Biología Molecular de Cambridge -Reino Unido-, ha tratado de encontrar una relación entre la hora el día y la cicatrización de las heridas. O de forma más específica, los posibles efectos del ritmo circadiano sobre la cicatrización.
De hecho, anteriormente ya se sabía que los genes responsables de la actividad de una célula de la piel tienen una especie de interruptor que se enciende o apaga según si es de día o de noche. Dichas células, los fibroblastos, ayudan en el proceso de cicatrización, y el hecho de que sus genes tengan una actividad diferente según la hora del día podría ser clave.
Sabiendo esto, los investigadores analizaron datos recogidos por parte de la Universidad de Manchester -Reino Unido- sobre lesiones causadas por quemaduras. Según su análisis, de promedio, las heridas sufridas durante el día tardaban alrededor de 17 días en curarse, mientras que las heridas sufridas de noche tardaban alrededor de 28 días: las heridas diurnas se curaban casi en la mitad de tiempo.