El amor a primera vista es uno de los tópicos más recurrentes en el cine de Hollywood. Chico conoce a chica. Y los dos se enamoran desesperadamente casi al instante, como si estuviesen hechos el uno para el otro. Incluso en la vida real habrá quien te diga que así fue cómo empezaron las cosas con su actual pareja, con un auténtico flechazo y una explosión de mariposas en el estómago.
Lamentablemente para los más románticos, un estudio publicado recientemente en la revista académica Personal Relationships viene a desmentir esta idea del amor al primer vistazo. O, al menos, a desdibujarla con trazos de realidad y psicología. En uno de los primeros trabajos que se atreve a analizar este fenómeno científicamente, un equipo de investigadores de la Universidad de Groninga (Países Bajos) ha demostrado que la sensación que creemos experimentar es más bien una cuestión física y de distorsión del pensamiento que una señal del corazón.
Las conclusiones describen el concepto hollywoodiense como ilusorio y maleable. Según estos expertos, se trata de una idea que nosotros mismos construimos a través del autoengaño, proyecciones y expectativas culturales que modifican la forma en que percibimos, recordamos e interpretamos el significado y la evolución de las relaciones de pareja.
El papel de la memoria y la atracción física
Como señala el trabajo, no es la primera vez que el amor a primera vista aparece en la literatura científica. Algunos estudios anteriores ya planteaban las posibles explicaciones al fenómeno, más allá de la visión romántica. En este sentido, se barajan tres causas principales que nada tienen que ver con el enamoramiento.
Uno de los argumentos sugiere que el LAFS (siglas de love at first sight) no es más que una historia que uno o ambos miembros de una relación se cuentan a sí mismos por varios motivos: para sentir que tienen un vínculo especial, para cumplir con las ideas culturales sobre el amor, como consecuencia de sesgos que trasladan el éxito la pareja o los sentimientos actuales al pasado o bien para evitar lastimar a su compañero, ya sea consciente o inconscientemente.
Las otras explicaciones que esgrimen los científicos relacionan los flechazos con la simple atracción física, el deseo o el encaprichamiento, factores que nada tienen que ver con el amor. Este tipo de sentimientos son los que algunas personas confundirían con un LAFS, sobre todo, aquellas que tienen una relación de pareja muy pasional e intensa.
Y tú, ¿has sentido alguna vez amor a primera vista?
La investigación más reciente engloba en realidad varios estudios en los que colaboraron cientos de personas. En el primero, los voluntarios respondieron a una encuesta online que incluía preguntas sobre su relación sentimental presente (si es que tenían), así como una prueba en la que debían observar las fotos de diferentes desconocidos y evaluarlos como potenciales parejas en términos de intimidad, pasión, compromiso o eros. En resumen, los participantes debían mostrar su posición respecto a afirmaciones como "siento que esa persona y yo estábamos hecho el uno para el otro" o "estoy experimentando amor a primera vista".
En un segundo ensayo, otro grupo de personas contestaron a cuestiones similares a las anteriores y dieron opinión sobre los retratados en una serie de imágenes, pero de forma presencial en un laboratorio de psicología. Por último, los psicólogos invitaron a algunos voluntarios a participar en una ronda de citas rápidas de entre 20 minutos y una hora de duración, para después analizar la atracción y las emociones que habían sentido.
Ninguno de los voluntarios que aseguraron haber experimentado un flechazo relacionó el fenómeno con emociones vinculadas con el amor, como la pasión o la intimidad, sino que lo asociaron al atractivo físico de la otra persona. Además, el estudio ha demostrado que este sentimiento no suele ser recíproco: no lo fue en una sola de las citas rápidas.
Según los investigadores, sus hallazgos "sugieren que el amor a primera vista comunicado tras ese primer contacto no se parece al amor pasional ni al concepto de amor genérico". El fenómeno sería, por el contrario, "una atracción inicial fuerte a la que algunos ponen la etiqueta de 'amor a primera vista', ya sea retrospectivamente o en el presente".
Por otro lado, dan una explicación diferente al caso de aquellos participantes que tenían pareja en el momento del estudio y aseguraban haberse enamorado al instante, describiendo su relación como pasional. Estas personas estarían proyectando sus sentimientos presentes hacia el pasado, creyendo que sentían lo mismo cuando conocieron a su actual compañero sentimental.
Aunque el estudio estalla la burbuja romántica que envuelve estas fechas, lo cierto es que aún hacen falta nuevas investigaciones más exhaustivas para confirmar sus conclusiones. Además, hay muchas otras variables que juegan un papel importante en la ecuación del amor, como las hormonas, procesos que tienen lugar en el cerebro y otros factores sociales que rodean a dos personas que acaban de conocerse.
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