A sus 41 años, Jérôme Hamon es un caso único en el mundo: la única persona que ha recibido dos trasplantes completos de rostro consecutivos. También su férrea voluntad de sobreponerse a la neurofibromatosis, una enfermedad rara que provoca la deformación de los rasgos faciales en un 1% de los casos. Ahora, al mostrar al mundo su tercera cara, asegura con un hilo de voz que encuentra "divertido" que le digan que parece más joven.
Dada la progresión de su mal, que sufría desde la infancia y que ya le provocaba problemas para ver y respirar, se optó en 2010 por un trasplante de rostro completo. Lo realizó el cirujano Laurent Lantieri en el hospital de Henri-Mondor de Créteil (Val-de-Marne, Francia). Se trató de una intervención pionera en la que el especialista tuvo que reconstruir párpados, músculos y canales lacrimales.
La intervención resultó un éxito. En 2015 Hamon publicaba un libro autobiográfico, T'as vu le Monsieur? ("¿Has visto a ese señor?), en el que hablaba del rechazo que había sufrido a lo largo de su vida y cómo se estaba adaptando a la vida con su nueva cara. Pero ese mismo año sucedió la desgracia: aquejado de un catarro común, el paciente acudió al médico de familia, que le recetó antibióticos. Esa medicación interfirió con los inmunodepresores que impedían que su cuerpo rechazase el trasplante.
En 2016 empezó a mostrar sintomatología de rechazo. Su piel se "ulceraba", explican los médicos, y su estado de salud empeoraba. En 2017 se hizo necesario hospitalizarlo y en noviembre de ese año se le extirpó el rostro debido a la aparición de necrosis. El paciente pasó dos meses sin cara, a la espera de un nuevo donante. La oportunidad se presentó en enero de 2018 tras fallecer un joven de 22 años en un accidente de tráfico.
La operación se realizó en el hospital Georges-Pompidou de Paris por un equipo dirigido de nuevo por Lantieri, que no había vuelto a realizar una operación similar desde 2011. "La operación responde a una pregunta relacionada con la investigación: ¿Se puede volver a hacer un trasplante de cara? Sí, se puede volver a hacer y esto es lo que se obtiene" - asegura el cirujano. "No podíamos dejarlo sin cara". Hamon, por su parte, se recupera tras una radical pérdida de peso en estos últimos tres meses y una infección viral.
"Yo considero que mi verdadero rostro es el que acepto" - reflexiona en sus primera aparición ante la prensa tras su segundo trasplante completo. "Claro, se plantea el problema de la identidad. Pero lo que yo me digo al mirarme en el espejo es: Sí, ése de ahí es Jérôme, ése de ahí soy yo".
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