"No hay más dieta mediterránea. Los que están cerca de la dieta mediterránea son los niños suecos. La dieta mediterránea se ha ido y tenemos que recuperarla". Así de contundente se ha expresado el director de la Oficina europea para la prevención y control de las enfermedades no comunicables de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Joao Breda, en el Congreso Europeo de Obesidad que se está celebrando en Viena.
El directivo ha explicado que los niños en Suecia son más propensos a comer pescado, aceite de oliva y tomates que los que viven en el sur de Europa. En Chipre, un 43% de niños y niñas de nueve años tienen sobrepeso o son obesos. Grecia, España e Italia también tienen tasas de más del 40%. Los países mediterráneos que dieron su nombre a la famosa dieta que se supone que es la más saludable del mundo tienen a los hijos con el mayor problema de peso de Europa. Los dulces, la comida basura y las bebidas azucaradas han desplazado a la dieta tradicional basada en frutas y verduras, pescado y aceite de oliva, dijo Breda.
Los niños en el sur de Europa están comiendo pocas frutas y verduras y bebiendo un montón de bebidas azucaradas y otras bebidas dulces, añadió el experto. Ellos pican, comen dulces, consumen demasiada sal, azúcar y grasa en sus alimentos y apenas se mueven. "La inactividad física es uno de los temas que es más significativo en los países del sur de Europa", dijo. "Un hombre en Creta en los años 60 necesitaría 3.500 calorías porque subía y bajaba la montaña".
Los datos provienen de la Iniciativa de Vigilancia de la Obesidad Infantil de la región europea de la OMS, que funciona desde 2008 y ahora involucra a más de 40 países que presentan datos de peso y talla para sus hijos. Las últimas cifras provienen de datos recopilados entre 2015 y 2017. "Se trata de datos de muy alta calidad", dijo Breda. Los países con los niveles más bajos de obesidad infantil son Tayikistán, Turkmenistán y Kazajstán, pero todos están pasando por una "transición nutricional" hacia una dieta occidental que puede cambiar la situación. Los niños en Tayikistán ya consumen grandes cantidades de refrescos azucarados.
Francia, Noruega, Irlanda, Letonia y Dinamarca también tienen unas tasas bajas, que van del 5% al 9%. La tasa de Irlanda es del 20%. El Reino Unido no aporta datos al estudio, pero uno de cada tres niños tiene sobrepeso u obesidad cuando abandonan la escuela primaria a la edad de 11 años.
Pero la buena noticia es que los países mediterráneos están abordando el problema y tienen cierto éxito a la hora de reducir las tasas de obesidad infantil. Al menos tres cuartas partes de los niños de Italia comen fruta todos los días o la mayoría de los días, por ejemplo. "Hay progreso", concluyó Breda. "Reconocen que hay un problema y están tratando de hacer algo".