Escuchar la expresión "cuidados paliativos" es, para la mayoría de la población, un sinónimo de muerte. El concepto, al que pacientes, familias y médicos dan cada vez más importancia está, sin embargo, asociado a ese momento en que las intervenciones para una enfermedad dejan de ser curativas y pasan a ser sólo eso, paliativas, destinadas a evitar el sufrimiento.
Pero no todos los especialistas en cáncer -una de las enfermedades en las que más se utilizan los paliativos- ven así la situación. La Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) premió en su último congreso anual a un hospital español por, entre otras razones, su práctica asistencia en cuidados paliativos.
El afortunado es el OncoHealth Institute, el Instituto Oncológico de la Fundación Jiménez Díaz -del grupo Quirónsalud- que agrupa todas las especialidades involucradas en el manejo del cáncer de dicho hospital y tres más: el Hospital Universitario Rey Juan Carlos, el Infanta Elena y el General de Villalba. Es el único centro español galardonado este año, aunque otros hospitales de nuestro país han obtenido la distinción en ediciones anteriores.
Pero, ¿qué hace a los cuidados paliativos del OncoHealth Institute -que recibe pacientes por las vías privada y pública- diferentes o merecedores de este premio? Su director, Jesús García-Foncillas, explica a EL ESPAÑOL la clave de esta certificación. "Se trata de tener presentes los cuidados paliativos desde el mismo momento del diagnóstico", apunta.
Así, en su centro huyen como de la peste de esa típica escena cinematográfica en que a un paciente de cáncer se le dice "No hay nada que hacer". "El riesgo de vivir o morir no es un todo o nada", comenta el oncólogo, que aboga por introducir el concepto de cuidados paliativos sin "que haya una ruptura en el diálogo".
A efectos prácticos, de paliar los efectos del cáncer y su tratamiento no hay sólo que hablar cuando la enfermedad es terminal, sino desde el primer momento. "Aunque haya buen pronóstico", resalta el experto, que menciona también la importancia de "tener en cuenta el estado anímico del paciente".
El paciente, y eso es clave, no debe percibir "un cambio radical". La razón es que el objetivo que se persigue en Oncohealth Institute es igual en las distintas etapas de la enfermedad y no es otro que que el paciente tenga calidad de vida. "Trabajar en los síntomas", resume García-Foncillas.
Para lograrlo, en el centro se huye de que sólo unos médicos específicos se ocupen de los cuidados paliativos. "Se tiene que trabajar todo con un único equipo", aduce y resalta: "No puede haber compartimentos estancos, uno de medicina y, después, uno de paliativa".
Se trata de una visión "más rica en matices" que incluye -reitera- la huida de una idea muy extendida entre la población, el pensar en los cuidados paliativos como un recurso de última hora.
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