Los trastornos del tracto gastrointestinal son una de las consultas médicas más comunes en el mundo occidental. Desde dolores abdominales intensos hasta casos de ardor simple, dispepsia o "digestiones pesadas", la variedad cada vez es más amplia.
Uno de tantos trastornos es la gastroparesia o dificultad para un vaciamiento gástrico correcto y fisiológico, un trastorno que también podría describirse como una "digestión pesada", aunque de forma casi continua. Dicho trastorno gastrointestinal, en ocasiones, es complicado e incluso imposible de llegar a tratar correctamente con la medicación actualmente disponible.
Por ello, un grupo de investigadores de la Universidad de Purdue, cuyo estudio se ha publicado recientemente en Neurogastroenterology & Motility, ha ideado un método que usa, de forma simultánea, el envío de impulsos eléctricos hacia un tronco nervioso principal conocido como el nervio vago, junto al estudio mediante resonancia magnética, con el objetivo de medir la intensidad que necesitaría tal impulso eléctrico.
Estimulación nerviosa contra las digestiones pesadas
Solo en Estados Unidos, más de 60 millones de individuos sufren trastornos gastrointestinales diversos que podrían solucionarse, o al menos mejorar significativamente, con el uso de la estimulación del nervio vago que sugieren estos investigadores.
Si bien es cierto que la FDA de los Estados Unidos ya ha aprobado anteriormente métodos similares al actual, en este caso destaca el hecho de usar la resonancia magnética, con el objetivo de configurar correctamente la estimulación y no "ir a ciegas" con el impulso eléctrico.
Según los investigadores, un indicador importante en cuanto a los trastornos digestivos se refiere es la "tasa de vaciado gástrico", o la velocidad con la que el estómago se vacía y transporta los alimentos hacia el intestino delgado para acabar de ser procesados y poder absorber sus nutrientes. Si se produce un vaciado lento o gastroparesia, implica que los músculos del estómago no funcionan correctamente, algo que a medio y largo plazo provocaría dolor abdominal, junto a otros síntomas.
Pero, si se estimula correctamente el nervio vago, sería posible controlar la rapidez con la que se vacía el estómago y acabar con dicha gastroparesia.
Para ello los investigadores, dirigidos por el profesor de neurociencia de la Universidad de Purdue Terry Powley, y director del proyecto SPARC (una iniciativa de los Institutos Nacionales de Salud de EEUU para estudiar las redes neuronales del estómago), han añadido a su propuesta de estimulación nerviosa el uso de la resonancia magnética, de momento solo a nivel experimental con animales de pequeño tamaño.
En este caso, para su estudio, los investigadores estimularon el nervio vago para controlar el esfínter pilórico o piloro de un grupo de ratas, es decir, la válvula que controla el alimento que sale desde el estómago hacia el intestino delgado. Posteriormente, crearon reconstrucciones en 3D gracias a imágenes de resonancia magnética tomadas a lo largo del tiempo.
En dichas imágenes se pudo vislumbrar cómo la estimulación eléctrica relajaba este esfínter, pudiendo así acelerar el vaciado gástrico y corregir una potencial gastroparesia y otros tipos de disfunciones gastrointestinales.
Según los investigadores, su método puede proporcionar una información fisiológica y, a su vez, comprender cómo funcionan otros tratamientos médicos y dietéticos, pudiendo además ajustar de forma más específica la estimulación eléctrica si fuese necesario.
De momento, como objetivo futuro, los investigadores pretenden usar esta tecnología para seguir estudiando el funcionamiento fisiológico del estómago, y poder realizar pruebas para mejorar diferentes trastornos gástricos.