Una mujer con riesgo elevado de alzhéimer se 'libra' de la enfermedad por una nueva mutación
El análisis de 1.200 personas predispuestas genéticamente al alzhéimer desvela una mutación no descrita hasta la fecha.
4 noviembre, 2019 17:05Noticias relacionadas
La presencia de una extraña mutación en el gen APOE3 podría haber protegido a una mujer del desarrollo de los síntomas asociados a la enfermedad de Alzheimer, según un caso publicado en la última edición de la revista Nature Medicine. La protagonista de este hito científico fue descubierta en un estudio de 1.200 personas llevado a cabo en Colombia con personas predispuestas genéticamente a padecer alzhéimer.
La causa de la mayoría de los casos de esta enfermedad neurológica incurable y degenerativa es, en la mayoría de los casos, desconocida. Pero existe un pequeño subconjunto de individuos que llevan una mutación específica en el gen que codifica la proteína presnilina 1 y que están predispuestos a desarrollar la enfermedad de Alzheimer, hasta el punto de que es casi seguro que experimenten problemas cognitivos y demencia a una edad muy inusual, normalmente empezando a alrededor de los 40 años.
El examen de esta voluntaria participante en el estudio demostró que la mujer tenía un alto grado de patología cerebral amiloide, un clarísimo marcador de alzhéimer. Sin embargo, no presentaba los síntomas típicos asociados con la patología, incluyendo el más conocido de pérdida de memoria.
Cuando los investigadores principales del estudio, Yakeel Quirozy Joseph Arboleda-Velasquez, estudiaron sorprendidos su genoma, observaron que además de la mutación que causa la enfermedad, la paciente tenía una rara variante del gen APOE, llamada Christchurch.
Los autores sugieren que esta mutación adicional ha podido contrarrestar los efectos dañinos de la primera y que ésta habría actuado de barrera frente al desarrollo de la enfermedad, a pesar de la acumulación de proteínas amiloides que las pruebas de diagnóstico por imagen desvelaron en su cerebro, clásicas en todos los pacientes de alzhéimer.
La paciente seguía en un estado cognitivo óptimo más allá de los 70 años. Los investigadores diseñaron distintos experimentos y sugirieron mecanismo por los que la mutación habría ejercido sus efectos protectores, impidiendo que el gen APOE se asociara con un tipo de azúcar implicado en la enfermedad de alzhéimer.
Los investigadores concluyen que este caso ofrece nuevas luces sobre los mecanismos involucrados en el desarrollo, tratamiento y potencial prevención de esta patología tan frecuente en la edad avanzada. Además, supone la descripción del primer gen candidato a ser utilizado para desarrollar potenciales intervenciones para frenar la progresión de la enfermedad.
Consideran que se necesita más investigación y con más muestras para establecer una relación causal definitiva entre la mutación Christchurch del gen APOE3 y la protección frente al alzheímer. Pero, sin duda, es un interesante paso adelante en la lucha contra la enfermedad y merece la pena subrayar la importancia de desarrollar terapias en esta línea frente a esta patología.