Éstos son los 5 peores errores que cometemos al cuidar la piel según los dermatólogos
Algunas costumbres y creencias habituales aumentan la posibilidad de que aparezcan manchas en la piel o cicatrices duraderas.
23 noviembre, 2019 02:31Noticias relacionadas
Las manchas en la piel, ya sea por la edad o simplemente por nuestro tipo dérmico, son una preocupación estética muy común. En ocasiones, algunas manchas pueden ser un signo de enfermedad, pero en la gran mayoría de los casos se trata de simples tachas sin mayor trascendencia.
La diferencia con un indicio de enfermedad sería que existirían, además de las manchas, otros síntomas asociados: picor, escozor, dolor, lesiones periféricas a la mancha inicial y otros signos asociados.
En lo que respecta a mantener una piel inmaculada, el dermatólogo Bav Shergill de Sussex y la dermatóloca Erica MacCallum de Nueva York han dado algunos consejos al periódico inglés The Guardian con los cinco errores más comunes en su cuidado.
Ni un tipo de piel sin crema
Según ha comprobado el Dr. Shergill, en las consultas dermatológicas es muy común la creencia errónea de que cuando se posee una piel grasa no es adecuado usar crema hidratante. De hecho, esa creencia es muy compartida por los individuos que sufren acné.
Se trata, insistimos, de una creencia falsa y errada: si se evitan las cremas en la piel, en general, ella misma intentará compensar la falta de hidratación fabricando más grasa y aumentando dolencias como el propio acné. Por ello Shergill aconseja hidratar correctamente la piel, manteniendo así la producción grasa bajo mínimos y mejorando el pronóstico de trastornos dermatológicos.
Cuidado con protectores y maquillaje
En este caso, la Dra. MacCallum sugiere que los protectores solares y el maquillaje pueden llegar a ser un obstáculo para las pieles grasas. Usar protector a diario es aconsejable, sobre todo en pieles sensibles y con escasa pigmentación, pero siempre es aconsejable buscar aquellas con un etiquetado no comedogénico, es decir, protectores no obstructivos o sin aceites.
Por su parte, los aceites de argán y coco, dispuestos para la salud del cabello, también pueden contribuir al acné facial, por lo que es importante retirarlos antes de dormir puesto que pueden ser obstructivos.
Finalmente, el Dr. Shergill aconseja el uso de productos con ácido salicílico al 2% y un poco más de ácido glicólico, con el objetivo de exfoliar la piel y retirar las células muertas, evitando de nuevo la obstrucción de los poros y el potencial acné secundario.
Acudir al médico cuando sea necesario
Aunque también existe la creencia común de que el acné es una infección, esencialmente no es una afirmación acertada, como también recuerda el Dr. Shergill. Inicialmente se produce una inflamación de la piel, y eso es lo que a su vez aumenta el crecimiento excesivo de bacterias; el organismo intenta acabar con ellas, y causa una gran reacción. Si dicha reacción dérmica se prolonga en el tiempo, puede dejar cicatrices.
Para evitar este proceso, a menudo se deben usar cremas antibióticas, pero siempre bajo prescripción médica. Bien de nuestro médico de atención primaria o por parte de un dermatólogo. No es aconsejable usar estas cremas sin prescripción, dado que pueden causar interacciones con otras sustancias a pesar de usarse de forma muy localizada en la piel.
La piel debe ser respetada
Según comenta el Dr. Shergill, no es aconsejable intentar la retirada de puntos negros y poros apretando la piel, dado que posteriormente aparecerán manchas al lavar la cara e incluso dejará cicatrices. En este caso, sugiere, es mejor llevar a cabo otros métodos menos invasivos como el uso de la exfoliación o las cremas.
Mejorar la alimentación y mejorarás la piel
Finalmente, cabe destacar la importancia de llevar a cabo una buena alimentación para mantener un buen cuidado de la piel. Como recuerda el Dr. Shergill, los alimentos grasos o con alto índice glucémico pueden dar lugar a un exceso de producción de grasa facial: este tipo de dietas provocan picos de insulina, lo que a su vez se correlaciona con una excreción excesiva de suero facial o grasa dérmica.
Sin embargo, una dieta con alimentos de bajo índice glucémico reduciría significativamente las lesiones de la piel, y por ello sería la más aconsejable. Un ejemplo de ello sería la Dieta Mediterránea y cualquier otra rica en vegetales.