Es una escena común en cualquier terraza abierta en fase de desescalada, donde conviven pacíficamente fumadores y no fumadores. Es de los pocos lugares donde lo hacen.
De todos es sabido, por activa y por pasiva, que el tabaco y el vapeo distan de ser productos de consumo saludables, algo más importante de resaltar este 31 de mayo en el que se conmemora el Día Mundial sin Tabaco. También para el coronavirus ya que fumar agrava la enfermedad, Covid-19, y aumenta además, el ritmo de contagio. Pero, ¿también incrementa ese contagio si estamos al aire libre, por ejemplo, en la terraza de un bar?
Se trata de espacios de ocio que han incrementando su presencia y notoriedad en España con la desescalada, ya que todas las zonas que están en fase 1 sólo pueden servir al aire libre, y no en el interior de sus locales.
Mucho se ha hablado de esto en los últimos días, y algunas sociedades científicas han alertado sobre ese posible riesgo. Recientemente, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) informaba del peligro que podría ocasionar el fumar y vapear al aire libre en tiempos de Covid-19. Y así lo explicaba su presidente, Carlos A. Jiménez-Ruiz. "Al fumar y exhalar el humo, ya sea tabaco convencional o dispositivos electrónicos, se expulsan diminutas gotitas respiratorias que pueden contener carga viral y ser altamente contagiosas, pero además, al fumar es inevitable llevarse la mano a la boca o a la nariz o a la cara, lo cual facilita la entrada del virus en el aparato respiratorio".
"Las llamadas "gotitas de Flügge", es decir, pequeñas gotitas de saliva que se expulsan al respirar "son las portadoras de los virus en los pacientes con Covid-19. Al fumar y expulsar el humo del tabaco o de otros dispositivos, aumenta el número de gotitas de Flügge que se expulsan, en consecuencia, aumentan las posibilidades de contagio", continúa el experto.
Pero en época de desescalada y de nueva normalidad, se suma además otro ingrediente: el uso obligatorio de la mascarilla. La persona cuando realiza el acto de fumar "debe quitársela y ponérsela, lo cual aumenta el riesgo de manipulación de la mascarilla y, en consecuencia, el riesgo de infectarla", comenta Jiménez-Ruiz. De ahí que la SEPAR recomendase que "durante la desescalada, se mantengan todos los ambientes, abiertos y cerrados, 100% libres de humo de tabaco".
"En este momento sería recomendable, desde luego, mantener todos los espacios comunes tanto cerrados como abiertos, libres de tabaco y vapeo. Animaría a la población fumadora a realizar un intento para dejar de fumar, recordándoles que los sanitarios seguimos estando allí para ayudarles", afirma a EL ESPAÑOL Victoria Güeto Rubio, coordinadora del grupo de abordaje al tabaquismo de la Sociedad Española de Médicos de Familia y Comunitaria (semfyc).
"Siempre es buen momento para dejarlo, pero más si cabe en tiempos de Covid-19", asegura la experta, en este Día Mundial Sin Tabaco, creado por la Organización Mundial de la Salud y que este año tiene como lema Proteger a los jóvenes de la manipulación de la industria y evitar que consuman tabaco y nicotina.
Ojo a las 'pseudoterrazas'
Y precisamente es importante concienciar a los más jóvenes. Por ejemplo, algo muy común en este colectivo es "compartir un cigarrillo o un dispositivo electrónico, algo que puede aumentar las probabilidades de contagio del Covid-19", comenta por su parte a este medio Regina Dalmau, representante de la Sociedad Española de Cardiología en el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT).
Pero es clave, además, ya sea ahora, en tiempos de pandemia por Covid-19 o en cualquier otro momento de la vida, respetar la ley de espacios sin humo. "En muchos sitios han proliferado las pseudoterrazas que no cumplen con la ley, lamenta Dalmau.
Y es que es importante "concienciar sobre la importancia de los espacios sin humo, porque hay quienes no eligen exponerse a lo nocivo del humo del tabaco y tienen derecho a no respirar ese aire, sobre todo aquellas personas más vulnerables, como los niños o los mayores. Ahora que estamos más preocupados por nuestra salud, es un buen momento para adquirir hábitos saludables como es dejar de fumar".
La Organización Médica Colegial (OMC) asegura que "es preciso regular la promoción, publicidad y patrocinio para todos los productos", así como la necesidad de "ampliar los espacios sin humo a coches, instalaciones deportivas y espectáculos al aire libre, andenes y paradas de autobuses, playas y piscinas comunitarias". Y es que no debemos olvidar que "el tabaco mata directa o indirectamente al año a unas 52.000 personas en España y a 8 millones en el mundo, cifras muy superiores a las de otras enfermedades, incluida la pandemia por Covid-19", añade la SEPAR.
Peor pronóstico
Volviendo a la pandemia que vivimos, no hay duda de la relación tan nefasta que existe entre este Covid-19 y el hábito tabáquico. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) muestra que los fumadores corren más riesgo de morir por coronavirus.
"A día de hoy toda la evidencia científica apunta a que el hecho de ser fumador empeora el pronóstico a la hora de enfermar por Covid-19. En este momento, por los resultados de diversos estudios científicos que tenemos, se puede afirmar que fumar incrementa la posibilidad de desarrollar síntomas severos de Covid-19 y aumenta la probabilidad de ingresar en UCI, precisar ventilación mecánica y hasta, fallecer", explica Güeto Rubio.
Tanto es así que "según un reciente metaanálisis fumar multiplicaba casi por dos las posibilidades de desarrollar una progresión severa de la enfermedad respecto a los no fumadores", concluye la experta.