Si todo va bien, en enero se empezarán a poner en España las primeras vacunas contra la Covid-19, pero la situación diferirá mucho de otras campañas de vacunación habituales.
Las escenas recordarán más bien a vacunaciones como las de la polio, una inmunización que se autorizó en 1955 -tras descubrirla el investigador Jonas Salk- y que se administro de forma masiva para paliar una enfermedad que dejaba tremendas secuelas físicas en los niños.
"Estas vacunas hay que mirarlas con otra perspectiva, porque van a ser vacunas de campaña, todoterreno", explica a EL ESPAÑOL el presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amós García Rojas.
Pero sobre todo va a existir una gran diferencia entre las futuras vacunas antiCovid y las actuales -anti muchísimas enfermedades- y es la falta de certezas. Si bien está claro -y tanto el ministro Illa como la comisaria europea de Salud, Stella Kyiriakides, lo han dejado patente en los últimos días- que cualquier vacuna autorizada en Europa cumplirá los requisitios de seguridad y eficacia, todavía hay muchas incógnitas sobre estas vacunas que costará tiempo despejar.
¿Generan anticuerpos?
En estos 11 meses de pandemia, la mayoría de la población se ha familiarizado con un término que quizás desconocía hace nada, y ahora pronuncia como si tal cosa. "Fulanito tiene anticuerpos", dicen sobre alguien, satisfechos. Y sí, efectivamente los anticuerpos generados por el organismo tras pasar la infección por el coronavirus Sars CoV-2 protegen de una nueva infección, al menos durante unos meses.
De ahí, la deducción lógica y basada en la evidencia científica de que las futuras vacunas antiCovid harán que el organismo genere anticuerpos, como lo hace la propia enfermedad y prevendrán así futuras infecciones.
"Espero que proporcione un titulo alto de anticuerpos neutralizantes en la poblacion adulta y que sean duraderos; si el titulo baja y la capacidad neutralizadora también, podrian ocurrir nuevas infecciones", comentaba a EL ESPAÑOL sobre la vacuna de AstraZeneca el director del IrsiCaixa y jefe de la Unidad HIV en el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona, Bonaventura Clotet.
Pero la realidad es que de las tres vacunas de las que se han dado más datos -siempre interinos y no publicados en revistas científicas- se desconoce este dato fundamental: si generarán o no anticuerpos neutralizantes.
"Los endspoints [parámetros de valoración] de los estudios en fase III de todas las vacunas son clínicos, pero no de laboratorio. Pero en un futuro se tendrán que considerar para ver cómo afectan al sistema inmunitario y si éste va a generar anticuerpos. Tendrán que estudiar tanto la respuesta humoral -lo que se ve con los anticuerpos- como la celular, que se mide en complejos análisis que se tienen que hacer en laboratorios de inmunología, en los que se expone a los glóbulos blancos a los péptidos de virus y si se activan las células T es que se está activada la inmunidad celular, que se han generado células de memoria", explica a EL ESPAÑOL Eva Martínez Cáceres, portavoz de la Sociedad Española de Inmunología.
"El endpoint primario es si las personas han enfermado, más adelante se mirará si han desarrollado anticuerpos. Qué parte del sistema inmunitario nos va a defender, si es suficiente una cifra de anticuerpos concreta... todo esto son cosas que quedan por saber", señala por su parte a este diario Felipe García, investigador del IDIBAPS y coordinador de uno de los prototipos de vacuna españoles más avanzados, Covarna.
¿Cuánto dura la protección?
Además de no saberse en este me momento si los candidatos más avanzados a vacuna contra la Covid generan anticuerpos -es de esperar que sí, por lo datos de protección que se han hecho públicos-, tampoco se conoce cuánto va a durar esa protección.
Así, entre los expertos consultados no es descabellado escuchar hablar de dosis de recuerdo algo que, por cierto, se hacen -o debería hacerse- con muchas otras vacunas del calendario vacunal actual.
"Ahora sabemos que al menos duran seis meses. Habrá que hacer un seguimiento y se puede elucubrar, pero todavía no se sabe. Puede que haga falta una revacunación de recuerdo. Habrá que estar atentos", comenta Martínez Cáceres.
¿Protege contra la infección?
Es otra de las grandes incógnitas sobre los prototipos de vacunas. En teoría, una inmunización puede hacer que alguien no enferme pero no impedir que se infecte y sea, así, un posible transmisor de la enfermedad. "Moderna y Pfizer creeen que sí y AstraZeneca lo tiene más dudoso", comenta García.
En un artículo publicado en Maldita Ciencia, la viróloga Sonia Zúñiga, investigadora de coronavirus en el Centro Nacional de Biotecnología, explicaba que "tal y como están diseñados los ensayos clínicos de Pfizer y Moderna no se podrá saber si protegen de la infección. Los infectados de sus ensayos se detectan porque tienen síntomas, pero no hacen test regulares a los participantes para detectar asintomáticos". Estas vacunas "probablemente protegerán (no sabemos cuánto) de la enfermedad, pero no sabemos si también de la infección", añadía.
Alcamí apuntaba en esa misma pieza a que saber si impiden la infección "es más difícil. Los datos en macacos sugieren que va a ser así, pero habrá que esperar bastante para ver ese impacto epidemiológico en la población vacunada".
La viróloga Solá destacaba: "No sabemos aún si protegen de la infección. Los ensayos en animales que se han hecho con casi todas las vacunas sugieren que estas vacunas protegen de una enfermedad severa, reducen la gravedad de los síntomas, pero no impiden completamente la infección".
¿Se vacunará la población?
Por último, otra importante duda con respecto a las vacunas no tiene que ver directamente con ellas, sino con la cultura científica de la población. Si todo va bien y las vacunas se autorizan y comercializan, ¿estará la gente dispuesta a vacunarse con un fármaco que sólo se ha probado en ensayos clínicos?
"Lo que nos preocupa es el alto porcentaje de personas que no se quiere vacunar, cuando las vacunas son uno de los grandes avances de la medicina. Hay que transmitir la idea de que si la vacuna se aprueba es porque la garantía de seguridad es muy alta", recalca Martínez Cáceres.
"La gente tiene que estar muy segura de esto, pero los gobiernos tendrán que hacer planes de vacunaciones masivas, nunca nos hemos encontrado en una situación así en la historia reciente", concluye por su parte García.