Por si no hubiera suficiente preocupación con la inminente llegada de las navidades y el previsible aumento de casos -que las cifras se están encargando de confirmar en esta segunda semana de enero-, el pasado 19 de diciembre se hacía pública la existencia de una nueva variante del coronavirus Sars CoV-2 en Reino Unido mucho más contagiosa que la prevalente hasta entonces.
El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció entonces que enducería las restricciones en su país tras conocerse que VUI 202012/01 -así se llama la variante, cuya mayor capacidad de transmisión todavía ha de ser confirmada en estudios científicos- se había adueñado del sur de Inglaterra.
El pánico cundió pronto en España, al igual que en otros países. En la semana en que empezaban para muchos las vacaciones navideñas, miles de personas residentes en Reino Unido estaban en proceso de regresar a casa. Aunque algunos países cerraron el tráfico aéreo, pronto se vio que la medida sería inútil: lo más probable es que el nuevo coronavirus ya estuviera entre nosotros.
La noticia se confirmó en Madrid unos días después y ya son varias las comunidades autónomas - Cantabria, País Vasco, Comunidad Valenciana, Galicia, Andalucía, Cataluña, Navarra, Asturias, Murcia y La Rioja, de momento -que han declarado haber encontrado casos de esta nueva variante entre sus pacientes Covid-19.
La directora adjunta del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), María José Sierra, indicaba el pasado 7 de enero que ya se habían detectado entonces 60 casos de la nueva variante británica. "Parece que es más transmisible, pero no que provoque más casos graves u hospitalizaciones", declaró.
Siguiendo el modelo imperante en la gestión de la pandemia, la búsqueda de la variante británica tampoco está centralizada. Las comunidades buscan por su cuenta y lo comunican al Ministerio, algo que reinvindica el viceconsejero de Sanidad de Madrid, Antonio Zapatero, en conversación con EL ESPAÑOL. "Sería muy importante que hubiera un centro nacional donde se secuenciaran periódicamente muestras de Covid de todo el país", apunta.
Zapatero explica mientras tanto cómo se hace esa búsqueda en Madrid, donde cuatro grandes hospitales ejercen de detectives de la VUI 202012/01: el 12 de Octubre, Gregorio Marañón, La Paz y Ramón y Cajal.
Los servicios de Microbiología de estos centros son los que tienen la maquinaria precisa para detectar las mutaciones que caracterizan esta cepa y, en concreto, ciertas delecciones en la proteína S del virus.
Un aparato es la clave. El robot Thermofilter, presente en estos centros, es el que identifica el patrón de la nueva variante. "Cuando se confirma ese patrón en la máquina, se pone en marcha la secuenciación genómica", subraya Zapatero.
Pero, ¿todas las muestras de casos de Covid de Madrid se pasean por la Thermofilter? La respuesta es negativa, lo hacen los que han de hacerlo según el protocolo que la Consejería de Sanidad puso en marcha el mismo 19 de diciembre.
Así, entre las preguntas que se hace actualmente a los positivos en una prueba de infección activa se incluye si se ha viajado desde Reino Unido o se es contacto estrecho de alguien que lo haya hecho. Es entonces cuando el proceso se pone en marcha.
De momento, indica Zapatero, no es posible saber el porcentaje de transmisión de la cepa en España, algo que es "muy importante conocer" y que el viceconsejero cree que se tardará entre dos y cuatro semanas en terminar de averiguar.
Sin embargo, tanto las pruebas hechas a los enfermos llegados de Reino Unido y a sus contactos, como los análisis aleatorios que también se han puesto en marcha, han permitido ya observar que la nueva variante se ha transmitido de forma autóctona en España, en personas que no han estado en este país ni con nadie que viniera de allí.
Es algo que también confirmó la Fundación Fisabio, el centro que más análisis genómicos ha llevado a cabo del coronavirus en España, y de donde salió, por ejemplo, que la variante que detrás de la segunda ola europea se detectó por primera vez en verano en España.
El catedrático de Genética de la Universitat de València e investigador de la Fundación Fisabio Fernando González Candelas señaló a EFE que la nueva cepa circulaba en España al menos dos semanas antes de que se diera la alerta, ya que las muestras analizadas por su laboratorio son anteriores a esa fecha.
Respecto a cómo entró la cepa en España, parece lógico que lo hiciera a través de Reino Unido; sin embargo, llama la atención que los primeros casos detectados en Madrid fuera en personas que habían regresado del país con test de infección activa negativos.
Zapatero explica esto por la forma de hacer los test en Reino Unido, con autotomas. "La gente se toma la muestra y se llama para que los laboratorios vayan a recogerla y eso hace que la sensibilidad baje hasta el 30%", destaca.
En definitiva, habrá que esperar para saber el impacto de esta nueva variante en nuestro país, al que se sumará el del levantamiento de las restricciones en las fechas navideñas. Las herramientas para ello están en marcha, al menos en Madrid.