Así es el perfil de los jóvenes que acaban en el hospital por Covid-19 grave
El 1,5% de los contagiados entre 20 y 29 años acaba ingresado. Ha habido más de medio centenar de muertos desde el inicio de la pandemia.
6 julio, 2021 02:01Noticias relacionadas
Se veía venir. En este periódico ya avisamos de que la población joven, esa que no ha llegado a cumplir 30 años y que no contaba en los cálculos de vacunación del Gobierno para lograr la inmunidad de grupo a finales de agosto, también contaba a la hora de controlar la pandemia. Ahora, los casos entre adolescentes y post-adolescentes están disparados y, aunque los médicos no calculan un cambio en la tendencia a la baja de ingresos hospitalarios y en UCI, hay factores que preocupan a los especialistas.
Los números de contagios entre los 12 y los 29 años siguen descontrolados. Según los datos ofrecidos por el Ministerio de Sanidad este lunes, los indicadores de incidencia acumulada han reventando, subiendo casi 200 puntos de golpe este fin de semana: 584,34 casos por cada 100.000 individuos de entre 12 y 19 años, y 640,13 en el caso de los de entre 20 y 29.
El impacto de esta súbita quinta ola de Covid, la primera no transversal sino centrada en los contagios juveniles, ha sido generalizado en todas las comunidades autónomas, pero algunas de ellas se llevan la palma: las incidencias de Cantabria, Castilla y León y Cataluña ya superan los mil puntos. Solo Castilla-La Mancha y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla parecen resistir el nuevo embate del coronavirus.
A pesar de lo espectacular de los datos, esto se está traduciendo, de momento, en pocos ingresos en hospital. Solo el 1,5% del más de medio millón de personas entre 20 y 29 años infectadas han sido ingresadas en centros hospitalarios, si bien solo el 0,1% entró en UCI. Eso sí, ha habido 58 muertes por Covid en esa franja de edad. En el caso de los individuos entre 10 y 19 años, el número de hospitalizaciones ha sido menor (0,5%) y se han lamentado 13 fallecimientos.
Que unos porcentajes bajos no maquillen la realidad: casi 10.000 personas de entre 10 y 29 años han estado hospitalizadas en España por Covid-19 desde el inicio de la pandemia. Gran parte de ellas, con características que explican por qué esta infección aparentemente inocua en la juventud ha derivado en problemas graves.
"Los pacientes que tenemos ingresados en nuestro hospital tienen entre 40 y 50 años", informa Jesús Díez Manglano, Jefe de Sección de Medicina Interna del Hospital Royo Villanova de Zaragoza y presidente de la Sociedad Española de Medicina Interna. "Son personas que ingresan por neumonía, tienen insuficiencia respiratoria".
"De momento, lo que estamos viendo es un aumento de casos sin que haya ingresos", continúa. "Pero no sabemos lo que puede ocurrir". Las personas jóvenes que ingresan "suelen tener otra enfermedad que favorece que la Covid sea más grave, como la obesidad y la diabetes".
El mayor factor de riesgo entre los jóvenes
Los factores que complican la infección por SARS-CoV-2 están bien descritos: hipertensión, enfermedades con tratamientos inmunosupresores o insuficiencia renal. La mayoría de ellos están asociados a la edad, se trata de enfermedades crónicas vinculadas, en buena parte, a los hábitos de vida.
Pese a ello, hay otros factores que hacen su aparición en edades más tempranas. Algunos de ellos tienen una presencia relativamente baja entre los jóvenes, como los trastornos mentales graves, el cáncer o las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, uno de ellos ha crecido notablemente en los últimos años: la obesidad.
Según un estudio de la Sociedad Española de Obesidad, el 24,7% de los jóvenes de 16 a 30 años tiene sobrepeso u obesidad. Es decir, uno de cada cuatro jóvenes tiene un riesgo aumentado de sufrir Covid-19 grave. Y una investigación publicada en la Revista Española de Cardiología estimaba en 34,1% el porcentaje de individuos de entre 2 y 24 años con sobrepeso, un 10% más que hace 15 años.
Aquí se juntan dos cuestiones, la obesidad y el sobrepeso. Este último, en un joven sin otros factores que puedan agravar la situación, no implica de por sí mayor riesgo de Covid-19 grave. Sin embargo, el estudio da otra clave: la obesidad abdominal, el parámetro más peligroso, está presente en el 20% de la población estudiada. Esto es, en uno de cada cinco jóvenes. Si hay 5 millones de individuos de entre 20 y 29 años en España, un millón de ellos presentaría un riesgo real de Covid-19 grave.
Asociada la obesidad está la diabetes, otro factor de riesgo importante. No obstante y a pesar de que su prevalencia está aumentando en las últimas décadas, su impacto en las personas jóvenes es menor. Se calcula que el 0,75% de la población pediátrica (hasta 18 años) es diagnosticada de diabetes tipo 2 cada año. Sin embargo, las estimaciones prevén que el número de menores con diabetes se cuadruplique en los próximos 40 años.
Díez Manglano confía en que la marcha de la vacunación ataje cualquier riesgo adicional en la población, pero no pueden bajar la guardia y los hospitales deben seguir vigilantes de la evolución de los contagios entre la población juvenil.
"La cuestión es la influencia que pueden tener en las personas que tienen alrededor", familiares mayores que no hayan completado su pauta de vacunación (la mitad de personas de entre 60 y 69 años solo tiene una dosis) o aquellos de mediana edad que todavía están esperando ser inoculados con la primera o la segunda inyección. La reducción de la eficacia de la primera dosis con la variante Delta también levanta ciertos temores.
Jóvenes en las UCI por Covid
La presencia de jóvenes menores de 40 años en las UCI española ha sido muy baja. Según datos del registro que está realizando la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc), llegaron a suponer el 7% de los enfermos en cuidados intensivos durante la segunda ola. La mortalidad ha girado en torno al 10% de estos pacientes.
"En mi unidad hay ahora cinco pacientes y su edad media es sde 55 años", afirma Alejandro Rodríguez Oviedo, coordinador nacional del grupo Covid-19 de la Semicyuc. "La edad va bajando desde la primera ola, si bien no ha cambiado demasiado la mortalidad". El perfil del joven que entra en la UCI es similar al ingresado, con la obesidad como principal comorbilidad (es decir, condición que empeora el diagnóstico principal).
A pesar del aumento de contagios entre los menores de 30 años, "no esperamos que este brote repercuta mucho en las UCI". Así ocurrió durante la cuarta ola, en que no hubo que disponer de camas adicionales pese al aumento de los casos.
Con todo, este intensivita del Hospital Universitari Joan XXIII de Tarragona se muestra cauteloso. "Veremos qué pasa de aquí a una semana". El aumento de contagios suele repercutir en los indicadores hospitalarios con un retraso de una o dos semanas, si bien durante la última oleada fue habitual ver un tipo de paciente que pasaba de la consulta a la UCI debido, entre otras cosas, a la mayor capacidad de contagio de las nuevas variantes.
En los últimos dos meses la cobertura vacunal se ha ampliado a gran velocidad y ya son más los españoles vacunados que los que no lo están. A pesar de ello, el SARS-CoV-2 ha demostrado continuamente su gran capacidad para aguar los planes de la población. Y parece que todavía es pronto para poder respirar aliviados y darle la espalda al virus.