Doctor Fueyo, neurólogo: "Los cánceres de pulmón, piel y estómago aumentan por la crisis climática"
"El cáncer puede ser la enfermedad más letal durante este siglo debido al cambio climático" // "El sol es uno de los mayores carcinógenos".
16 octubre, 2022 02:57"Hay que hablar de cáncer cuando hablamos de cambio climático", escribe el neurólogo Juan Fueyo (Oviedo, 1957) en su último libro, Blues para un planeta azul [Penguin]. "Esta crisis contribuirá a que el cáncer se convierta en la causa número uno de muerte en este siglo". Como investigador oncológico del prestigioso M. D. Anderson Center de Houston, junto a gigantes de la inmunología como el Nobel James Allison, y miembro de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, la crisis climática no era su prioridad como científico, confiesa. Hasta que, recientemente, su punto de vista cambió.
Sus conversaciones con María Neira, directora del departamento de Salud Pública y del Ambiente en la Organización Mundial de la Salud (OMS); sus lecturas y entrevistas a investigadores como David Quammen que vinculan la crisis sanitaria con la climática; y escuchar a la 'generación Greta Thunberg', a la que pertenece su propia hija, le sacaron de su error. Su libro es una llamada de atención sobre las consecuencias a múltiples niveles de un problema complejo al que no estamos prestando suficiente atención. "España no está mentalizada", lamenta. "El gesto de quitarse la corbata es gracioso, pero mientras tanto, no se está hablando del triángulo del cáncer en Huelva, Cádiz y Sevilla a causa de la contaminación".
¿Cómo surge la idea del libro, de pasar de científico a escritor e incluso entrevistador?
Hablar del cambio climático es fácil para un científico. ¿Cuáles son ahora mismo los mayores problemas de la humanidad? Primero, las pandemias, de las que hablé en Viral; segundo, la crisis climática; y tercero, las armas nucleares, de las que hablaré en mi siguiente libro. Yo investigo sobre el cáncer, y ya había abordado la conexión entre salud y calentamiento global, pero fue al hablar con María Neira cuando quedó clara la conexión entre factores. La polución por energías fósiles, que se relaciona con el cáncer de pulmón; la exposición a la radiación del sol y el cáncer de piel; la contaminación del agua por microplásticos y toxinas, y el cáncer gastrointestinal... La incidencia de estos tres tipos de cáncer puede aumentar muchísimo si seguimos así.
El Instituto Nacional del Cáncer de EEUU alerta sobre una "epidemia del cáncer de aparición temprana". ¿Habrá más cáncer también entre jóvenes?
Cuando hablamos de evitar el cáncer, no nos damos cuenta de que uno de los mayores carcinógenos es el sol. ¿Cómo evitas eso? La mejor crema solar que tiene la humanidad es el ozono. En Australia, donde aumentan las temperaturas y las horas de sol, la incidencia del melanoma se está disparando, y se está viendo más en niños. Pero no es solo el cáncer: por primera vez, un médico ha firmado un certificado de defunción de una niña asmática en Londres marcando como causa la 'polución'. Está causando de siete a nueve millones de muertes prematuras cada año en el mundo.
¿Debemos temer una explosión de los cáncer por la exposición a los intoxicantes que trae el cambio climático?
No debemos ser alarmistas. Pero estamos empezando a ver las condiciones para que esto se produzca. Si se reduce la agricultura por la sequía, tendremos que comer más productos procesados. El cáncer puede ser la enfermedad más letal durante este siglo debido al cambio climático. Estamos tratando las enfermedades cardiovasculares, pero tenemos muy pocos recursos para el cáncer de pulmón, o para el cáncer de piel y el gastrointestinal cuando es metastásico.
En su libro relata la descarbonización de Asturias, que presenció de niño. ¿Es la moraleja de que una ruptura con las energías fósiles es posible?
Esto es lo que plantean los jóvenes, lo que grita Greta Thunberg: el carbón tiene un coste social. La producción energética va vinculada a la Justicia. ¿Quién produce los combustibles fósiles? En EEUU, grandes empresas; en Rusia, Arabia Saudí o Venezuela es el estado. Y entre todos nos han puesto una venda en los ojos, diciéndonos que el cambio climático es un "peligro vago". ¡Y todavía lo hacen! Pero ahora han encontrado la salvación para la economía del mercado, que es moverse hacia energías verdes que empiezan a ser rentables. Ahora se puede hablar del cambio climático. Antes, a los científicos que levantaban la voz se les amenazaba y marginaba.
El escepticismo climático también evoluciona, de acusar de 'alarmismo' a acusar a otros de contaminar más que los países occidentales.
Es así, pero yo entiendo el cinismo de India y China. Europa y Estados Unidos llevan emitiendo contaminantes desde el siglo XIX. ¿Y ahora que sus economías son emergentes, les pedimos que reduzcan su crecimiento? Pero si siguen así, vamos al desastre: basta que no quieran seguir las normas para que no podamos frenar el cambio climático. Por otro lado, hay que redefinir el concepto de "desarrollo". Los combustibles fósiles nos han traído la sociedad de confort y consumo, estamos rodeados de plástico, pero también produce desigualdad. Los habitantes de los países que no producen petróleo pagan el mayor precio de los efectos sobre su salud.
¿Cómo se puede hacer la transición? El catedrático del MIT Kerry Emmanuel, al que usted cita, aboga por el 'mix' nuclear-renovables.
Bill Gates también lo ve así. Y yo también. Cambiar todos los coches del mundo por modelos eléctricos llevará tiempo, y habrá que sustituir el petróleo y el carbón por energía nuclear. Si no, no podremos llegar al objetivo de los Acuerdos de París a tiempo. He hablado con Los Verdes y con Greenpeace en España. No les gusta nada que la UE haya declarado a la nuclear 'energía verde'. Ahora bien, ¿es la energía del futuro? Probablemente no, seguirá suponiendo un riesgo, con residuos muy difíciles de eliminar. Fíjate en Fukushima...
Emmanuel adelantó que los huracanes alcanzarían categoría 5, que ustedes en Houston ya han experimentado...
¡Por encima y por debajo! Yo digo que no soy un experto en huracanes. ¡Lo soy en ser vícitma de ellos! En Houston se combina el viento, los tsunamis levantados por el huracán y las inundaciones, porque estamos sobre un pantano. Los fenómenos extremos son una gran verdad para todos. El Sáhara está saltando el Estrecho de Gibraltar. Los años más cálidos de la historia se están produciendo ahora, y cada vez son más frecuentes. ¿Cómo se puede seguir siendo escéptico frente a esto? Yo digo que hay tres tipos: primero, los interesados, como las petrolíferas; segundo, los que lo son por ignorancia, a los que se puede educar; y tercero, los que tienen mentalidad conspiracionista. Los hemos visto con la pandemia: no se puede razonar con ellos.
El autor ambientalista Bill McKibben le da una gran respuesta en el libro: "Si saltas de un edificio, todo parece ir bien durante los primeros 50 pisos".
Sí, y es una crítica a Steven Pinker. Escribió un libro fantástico, Cómo funciona la mente (How the mind works). Pero falla al ignorar el cambio climático. Afirma que la predicción malthusiana falló, que las armas nucleares no han traído el apocalipsis sino la paz global, y que el mundo progresa en lugar de empeorar. Es el fenómeno del intelectual desconectado. Mi ídolo, Carl Sagan, nunca abordó el cambio climático. Ahora, mucha gente sabe que estamos cayendo. Y también es un problema pensar que la caída es inevitable, caer en el catastrofismo. Pero las cosas hay que contarlas. En España se sabe que hay incendios de sexta generación. ¿Se ha oído hablar también de la sexta extinción? No ocultemos la realidad, y busquemos soluciones.