El último misterio de la leucemia: por qué baja su incidencia en niños, pero sube en adultos
De cara a 2024, se esperan casi 29.000 nuevos casos de cánceres hematológicos. Serán el quinto más frecuente en España.
15 septiembre, 2023 03:17La leucemia suele ser una enfermedad asociada a la infancia. La afirmación entraña su lógica si se tiene en cuenta que supone el 30% de los tumores diagnosticados en edades pediátricas, pero lo cierto es que tiene una gran presencia en población adulta. De hecho, los expertos advierten que los datos de incidencia están bajando en niños, mientras que en adultos acelera su presencia.
Según las cifras que ha presentado este jueves la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), en colaboración con la Red Española de Registros del Cáncer, en 2024 se diagnosticarán cerca de 29.000 casos de cánceres hematológicos en nuestro país. De los cuatro grandes tipos de leucemia, la mieloide aguda es la que copa los datos más altos en España, con una estimación de casi 2.000 casos para dicho año (tasa de 3,9 por cada 100.000 habitantes).
El número acompaña la tónica general del resto de países, pues se estima que representa el 40% de todas las leucemias del mundo occidental. Es, asimismo, el tipo más común en adultos. La más usual en niños, la leucemia linfoblástica aguda, es mucho más residual, con 607 casos estimados para 2024.
"Aunque la leucemia es lo más frecuente en niños, estamos asistiendo a una percepción de descenso", celebra Josefina Serrano, miembro del Grupo Español de Leucemia Aguda Mieloblástica y hematóloga en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba. Sin embargo, acompañando a esta bajada en población pediátrica, destaca el aumento en los adultos.
Causas epidemiológicas
Los datos dan la razón a la hematóloga. Los informes de REDECAN no pueden ofrecer una desagregación por edades, dado que no existe un registro oficial de tumores en España, queja que lamenta Serrano. No obstante, el Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer posee cifras basadas en proyecciones y estimaciones. Según éstas, agrupando todas las leucemias, en 2012 hubo una incidencia de 314 entre 0-14 años, 319 entre 15-39, 564 entre 65-69, 587 entre 70-74 y 2.258 en 75 o más. Si se mira el cambio en diez años, en 2022 el panorama cambia: 292 entre 0-14, 284 entre 15-39, 617 entre 65-69, 727 entre 70-74 y 2.511 en 75 o más.
"Los motivos responden a causas epidemiológicas. La natalidad ha descendido y hay menos niños. Por otra parte, la población está más envejecida, aumenta la edad media, por lo que es normal que haya más pacientes mayores con leucemia", razona Serrano.
La leucemia, al igual que la mayoría de los cánceres hematológicos, sigue afortunadamente su curso natural, sin ver sus cifras alteradas por factores externos, como puede ser el boom de tumores de colon o pulmón. La incidencia de neoplasias mieloides (dentro de las que se encuadra la leucemia mieloide aguda) sólo han variado un -0,4% anual en diez años. Las linfoides han aumentado un 0,5% anual en ese periodo.
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La parte negativa de este aumento en adultos son sus bajas cifras de supervivencia. En el caso de la leucemia mieloide aguda, la supervivencia es del 61% a cinco años entre los 0 y 19 años. A partir de los 50 el dato baja al 29%, llegando al 4,9% cuando se sobrepasa la barrera de los 70 años.
"La leucemia de los niños se cura en el 90% de los casos y esa es una buenísima noticia que hay que destacar", valora Serrano. Lo que hay que ver ahora es cómo trasladar lo mismo a los más mayores.
Terapias a cualquier edad
La gran supervivencia en población pediátrica viene sustentada, principalmente, por la llegada de nuevos fármacos que, en palabras de la experta, han supuesto "toda una revolución". Sólo hay que recordar el caso de Alyssa, una niña de 13 años con una leucemia sin esperanza de curación. En diciembre de 2022, se convirtió en la primera paciente del mundo tratada con una nueva estrategia CAR-T y, actualmente, se encuentra sin enfermedad.
El CAR-T es uno de estos tratamientos novedosos. Grosso modo, lo que hace es armar a las células buenas del organismo para combatir el cáncer, mecanismo por el que se habla de ella en el marco de la inmunoterapia. Entre otras ventajas, destaca que eliminan los temidos efectos secundarios de las líneas terapéuticas tradicionales.
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Se ha demostrado que es especialmente eficaz en la leucemia linfoblástica aguda, por lo que, en el caso de la leucemia, los más mayores suelen quedar fuera de la ecuación y tienen que ser tratados, generalmente, con quimioterapia. Como valoran los expertos, aunque este procedimiento ha mejorado mucho, sigue suponiendo un importante desgaste para personas de avanzada edad.
Serrano, no obstante, cree que el panorama mejorará gracias a los avances que se están produciendo en los últimos años. Asimismo, destaca que existe un mayor conocimiento biológico de la enfermedad, que permite nuevas técnicas de diagnóstico de las que sí se puede beneficiar esta población.
Mientras, como no hay mejor cura que una buena prevención, los expertos destacan que los cánceres hematológicos sí han demostrado tener algunos factores de riesgo que se deberían tener en cuenta, como la exposición a altas dosis de radiación ionizante o a determinados virus, como el Epstein-Barr. A la espera de nuevos avances, toda ayuda es poca.