Los rellenos con ácido hialurónico fueron el segundo tratamiento más empleado en medicina estética en 2023.

Los rellenos con ácido hialurónico fueron el segundo tratamiento más empleado en medicina estética en 2023. Europa Press

Salud

El lado oscuro del ácido hialurónico: "Si pones más de lo que puedes asimilar, puedes tener problemas"

Los expertos señalan que estos tratamientos tienen efectos secundarios siempre que se usen en la cantidad adecuada y según las indicaciones de los fabricantes.

10 junio, 2024 01:55

El ácido hialurónico es un concepto más o menos común en el vocabulario colectivo actualmente. Desde cremas y serums hasta las clínicas de medicina estética que lo inyectan para hidratar o rellenar los labios, entre otras zonas de la cara. Este último uso fue el segundo tratamiento más empleado en medicina estética en 2023, según la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME). Ahora ha saltado al debate público de la redes sociales después de que la actriz Jedet criticara los efectos desconocidos y no deseados de esta práctica en el podcast de la influencer Laura Escanes.

La actriz confesó arrepentirse de ese tipo de retoque estético que se había hecho durante años y criticó haberse sentido engañada. "Te decían que en seis meses se te iba, pero los labios y pómulos nunca vuelven a ser los mismos". EL ESPAÑOL ha hablado con dos expertos de este campo para conocer las claves de este tratamiento y los riesgos que puede tener.

El ácido hialurónico se utiliza en medicina estética para hidratar y para aumentar el volumen. Para cada uno de estos objetivos se debe usar un tipo distinto, explica Carlos Morales-Raya, dermatólogo del Grupo de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET) de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Si se utiliza un producto de buena calidad y se siguen estrictamente las indicaciones recomendadas, no hay ningún motivo para que cause efectos indeseados, defiende.

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En el caso de los rellenos en los labios, de los que habla Jedet, si se usa un ácido hialurónico indicado para otra zona de la cara, por ejemplo para el mentón, puede que no quede igual que al principio y que no se elimine por completo. También puede ocurrir si se inyecta una cantidad superior a la recomendada. "Cuando pones más cantidad de la que tu cuerpo está dispuesto a eliminar puedes tener problemas", añade. En casos como el de la actriz, el dermatólogo sugiere que esos resultados negativos de los que se queja pueden ser fruto de una mala praxis o un exceso de producto. 

Sergio Fernández, miembro de la SEME, cuenta que el procedimiento suele hacerse de forma progresiva. Lo normal, indica, es inyectar poco a poco y dejar que el producto se amolde al tejido del paciente. El médico estético invita a no buscar la exageración y a no tener prisa. "A veces, querer un resultado rápido y llamativo hace que luego el paciente acabe arrepintiéndose".

El ácido hialurónico dura entre seis meses y un año en la piel del paciente y se va reabsorbiendo hasta eliminarse por completo. Este proceso depende de cuánto se inyecte, dónde y de la fisionomía del paciente, agrega Fernández. Si se realizan tratamientos, como el relleno de labios, año tras año pueden quedar restos en el tejido del paciente y que no se consiga la absorción completa, indica el médico estético.

El efecto cara de almohada

Una de las consecuencias de esos procesos es la conocida como 'cara de almohada', que ocurre cuando el rostro se queda hinchado por el exceso de producto. "Generalmente suele ser un producto modificado para conseguir más volumen", dice Fernández. Cuanto más producto se utilice, captará más agua y habrá una mayor sensación de hinchazón. Este es otro de los efectos a largo plazo de los que Jedet hablaba en el podcast de Escanes. 

Otra de las críticas que hizo la actriz es que las pacientes acaban pareciendo más mayores de lo que son, sobre todo en el caso de chicas jóvenes. Esto también es una secuela de la cara de almohada. Esa acumulación de agua estimulada por el ácido hialurónico, al acumularse, le da al rostro una forma más esférica, sin definición ni ángulos, detalla Morales-Raya, de la AEDM. "Sin duda, se debe a una mala técnica del profesional porque no ha sabido decir que no al paciente".

Los dos expertos dicen que es importante tener en cuenta la huella estética. El dermatólogo de GEDET explica que es "El efecto que va a tener dentro de 20 años cualquier tratamiento a nivel estético que se realice ahora".  El profesional sugiere que lo más adecuado es ser conservador y  emplear productos inyectables solo cuando sea necesario.

Los jóvenes, cada vez más adeptos

Según la SEME, el 20% de los pacientes que acuden a clínicas estéticas tienen entre 16 y 25 años, cifra que ha crecido un 6% respecto al año anterior, según la SEME. Morales-Raya también ha notado un aumento de los usuarios jóvenes y lo achaca a dos motivos, las redes sociales y la desaparición del estigma. Por un lado, el dermatólogo habla del "efecto filtro": estos jóvenes ven en medios como Instagram fotos retocadas y quieren tener el mismo aspecto. Por otro, el dermatólogo de GEDET cuenta que en los últimos años ha ido desapareciendo el "tabú" de los retoques estéticos. Ahora es habitual que la gente reconozca que se ha hecho alguno de estos tratamientos e, incluso, que recomienden la clínica a la que han acudido, sobre todo personajes como las influencers.

En el podcast, Jedet y Escanes hacían mención a lo que la segunda llamaba "efecto rueda" y añadía: "Al final vas a volver". Ambas se refieren a la necesidad de continuar haciendose retoques estéticos una vez que se empieza para conseguir un buen aspecto o estar dentro de determinados cánones. Morales-Raya intenta quitarle importancia a esta cuestión y asegura que se trata únicamente de casos excepcionales. Habla, incluso, de pacientes que rotan de unas clínicas a otras si les niegan los procedimientos que desean.

En estos casos, el dermatólogo hace hincapié en que los médicos estéticos deben ser responsables para evitarlo. Fernández, de la SEME, afirma que este cometido pasa por saber decirle que no a la persona si lo que pide no es lo más adecuado para su físico. "Al final hay que intentar el equilibrio entre lo que el paciente quiere y lo que es bueno él o ella", concluye el profesinal.