La española María Branyas es la persona viva de mayor edad.

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Salud

El desafío de la España de los centenarios: en medio siglo serán más de 250.000 y seguirán creciendo

Según las proyecciones del INE, en 2074 casi uno de 200 españoles tendrá 100 años o más. 

25 junio, 2024 02:22

Ser centenario ya no es algo extraordinario y en las próximas décadas se convertirá más bien en algo común. Según las proyecciones del INE, dentro de medio siglo casi uno de cada 200 españoles tendrá más de 100 años. Lo que no está tan claro es si el sistema sanitario podrá hacerse cargo.

David Sinclair, profesor de genética en Harvard y uno de los grandes expertos mundiales sobre envejecimiento, declaraba recientemente que ya ha nacido la primera persona que cumplirá 150 años.

Al hablar de personas centenarias y supercentenarias (de más de 110 años), hasta ahora se hacía como de algo excepcional, casos que sobresalían de entre una esperanza de vida superior a los 80 años en nuestro país, pero que desde hace tiempo se incrementa muy poco a poco.

Sin embargo, las proyecciones para 2074 del Instituto Nacional de Estadística dejan claro que no solo la sociedad española será una sociedad plenamente envejecida, sino que las excepciones a la norma dejarán de serlo.

El propio INE matiza que se trata de proyecciones, no de predicciones: es la evolución de la población "en el caso de mantenerse las tendencias demográficas actuales".

La población española superará la barrera de los 50 millones de habitantes en tres años, 2027, y alcanzará un pico pasado el ecuador del siglo XXI: se calculan 54,9 millones para 2054, para descender paulatinamente en los lustros siguientes. Para 2074 se calculan 54,5 millones de habitantes.

La migración compensará la baja natalidad proyectada. Sin ella, el crecimiento vegetativo ya sería negativo y lo seguiría siendo durante todo el periodo proyectado.

La pirámide poblacional seguirá estrechándose por la base y ensanchándose por lo alto. Si en 2023, uno de cada cinco españoles tenía 65 o más años, a partir de 2050 serán casi uno de cada tres.

La proporción de individuos mayores se mantendrá estable en la segunda mitad del siglo, con una notable excepción: la franja de edad por encima de los 100 años crece de forma imparable, sin visos de estancarse.

En la actualidad hay 16.902 personas centenarias en España. Son el 0,03% de la población española de la actualidad, es decir, uno de cada más de 3.000 españoles tiene más de 100 años.

Para 2042 serán el 0,1% del total, es decir, uno de cada mil españoles. Cuando alcancemos las tres cuartas partes del siglo, en 2074, ya serán el 0,45%, esto es, uno de cada 222 habitantes.

Tradicionalmente, se consideraba tercera edad a partir de los 65 años, pero hoy en día "la OMS reconoce hasta ocho periodos distintos; en el caso de las personas mayores, se distingue la adultez tardía y la vejez, que sería a partir de los 80", señala Eduardo Satué, presidente de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria, Sespas.

El incremento proporcional de la población mayor implica también un aumento en el número de pacientes crónicos, si bien Satué aclara que "la edad cronológica nos da un indicador de referencia pero nada más: hay personas de 90 años que están mejor que muchas de 60".

Un sistema de salud resentido

Parece obvio, sin embargo, que a medida que pasan los años se van deteriorando ciertas funciones del organismo: la renal, la hepática, el sistema musculoesquelético... "Todos esos son problemas que se van acentuando con la edad". A estos se añade el deterioro cognitivo.

El aumento de los individuos mayores —y, especialmente, los centenarios— tendrá un impacto en el sistema de salud. Aunque el presidente de Sespas se resiste a hacer predicciones, recuerda que "el sistema actual se montó, hace 40-50 años, para atender problemas agudos, que se trataban en el momento, pero ahora la atención principal se centra en los crónicos".

Jesús Santianes, coordinador del grupo de trabajo de Cronicidad y Dependencia de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), pone cifras para contextualizar la situación.

Las enfermedades crónicas representan "la mayor parte de las consultas realizadas en atención primaria (80%), entre el 35% y el 40% de las visitas a los servicios de urgencias hospitalarios y el 60% de los ingresos".

"Esto hace que, de manera global, en torno al 70% del gasto sanitario total se destine a la atención de los pacientes crónicos", indica.

Por su parte, Pilar Rodríguez Ledo, presidenta de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), añade otros factores importantes: las personas mayores del futuro no serán como las actuales.

"Estamos ante un cambio de paradigma", explica a EL ESPAÑOL. "La población mayor de dentro de 30 años no tiene nada que ver con la de hoy en día, va a ser más tecnológica, con menos red social de apoyo, probablemente use más servicios sociales y sociosanitarios... En ese entorno, las reglas del juego son distintas, no podemos pensar de la misma forma que hoy en día".

Sorpresivamente, el aumento progresivo de facultades de Ciencias de la Salud y de plazas de formación sanitaria especializada —que intentan revertir el frenazo post-recesión económica de 2010— solventará, a nivel de recursos humanos, parte de esta situación, al menos en el corto y medio plazo.

Por ejemplo, el último informe sobre la necesidad de especialistas médicos en la sanidad pública, realizado por las investigadoras Beatriz González López-Valcárcel y Patricia Barber, a instancias del Ministerio de Sanidad, proyecta un aumento sostenido de la tasa de médicos especialistas por habitante.

Así, 2023 fue el año con un ratio más baja: 406,1 médicos por cada 100.000 habitantes. La cifra crece levemente los años siguientes para acelerar a partir de 2028 y, para 2035, se espera una ratio de 444,8 profesionales por cada 100.000 personas.

De hecho, más de la mitad de especialidades médicas presentará ese año un superávit de recursos humanos. Solo 8 especialidades tendrán un número de profesionales equilibrado con la demanda y otras 7 presentará un déficit.

Una de estas especialidades es Medicina de Familia, que se espera que lleva la carga de trabajo ante el aumento de personas mayores y, consiguientemente, pacientes crónicos.

Pero no todo son recursos humanos. "Este grupo tan numeroso de gente requiere ser manejado con una mayor capacidad resolutiva porque, si no, tendremos que meterlos a todos en el hospital", advierte Rodríguez Ledo.

Mayor acceso a pruebas diagnósticas (para la mayoría hay que derivar al especialista hospitalario), ampliar la cartera de servicios, más capacidad de decisión... "No se trata de un capricho sino de una necesidad".

Los expertos consultados por este periódico coinciden en la necesidad de no solo reforzar sino de transformar la atención primaria para hacer frente a este 'tsunami' de centenarios.

"Nos dedicamos a dar recursos al hospital cuando hacen falta para primaria", señala Eduardo Satué. "Para qué vamos a trasladar a un anciano al hospital, más alejado de su entorno".

En esta combinación no solo entran médicos o enfermeros sino otros profesionales como los fisioterapeutas o psicólogos. "Nos centramos en lo biosanitario pero la soledad es cada vez mayor y esto genera muchos problemas psicoafectivos".

¿Estaremos preparados para afrontar el reto? "A tiempo ya no estamos para algunas personas", lamenta Satué. "Aquellos que están en una situación complicada, que han desarrollado discapacidades... Todo esto está pasando ya y, aunque algo se ha avanzado, el apoyo que estamos dando es escaso".