Un sanitario prepara una inyección en el Centro de Salud de Munigi, República Democrática del Congo.

Un sanitario prepara una inyección en el Centro de Salud de Munigi, República Democrática del Congo. EFE OMS

Salud

España se prepara para la aparición de nuevos casos de mpox tras decretarse la emergencia mundial

Entre enero y agosto, nuestro país ha registrado 260 casos, todos pertenecientes al clado II, que está presente desde 2022.

17 agosto, 2024 02:32

La mpox nunca ha desaparecido de España. Desde que comenzaron a notificarse los primeros casos, a mediados de 2022, no han parado de registrarse nuevas infecciones. Eso sí: de las 7.521 que se reportaron ese año se pasó a las 319 en 2023.

En lo que llevamos de 2024 han sido 260. Pero la declaración de una nueva emergencia de salud pública de importancia internacional por parte de la OMS ha hecho temer un resurgimiento como el de hace dos años en nuestro país.

En nuestro país, el protocolo de actuación frente a la mpox tiene dos años, la última revisión es del 5 de agosto de 2022. Estandariza el procedimiento para detectar precozmente los casos y tratarlos, así como hacer un seguimiento de los contactos estrechos.

La detección y clasificación se realiza por criterios clínicos (existencia de exantemas y fiebre, entre otras), epidemiológicos (ser un contacto estrecho de otro caso o haber viajado a zonas endémicas del virus) y de laboratorio, con la toma y el análisis de muestras.

En los casos confirmados se establece un aislamiento hasta que desaparezcan las lesiones, el uso de mascarilla quirúrgica, medidas de higiene básica y evitar el contacto con animales domésticos.

En los contactos estrechos no se recomienda el aislamiento pero sí que extremen las precauciones y que estén atentos a cualquier síntoma que tengan.

Actualmente, se recomienda la vacunación preventiva en grupos poblacionales de mayor riesgo, como personas que mantienen prácticas sexuales de riesgo (especialmente, pero no exclusivamente, hombres que tienen sexo con hombres), personal sanitario de consultas especializadas en infecciones de transmisión sexual, personal de laboratorio que trabaja con muestras del virus o trabajadores encargados de la desinfección y limpieza de locales donde se mantienen relaciones sexuales de riesgo.

También se recomienda la vacunación a aquellas personas que tengan contacto con individuos con la infección y que no hayan pasado la enfermedad.

Una nueva variante de mpox

Desde noviembre de 2023, los casos han ido aumentando en la República Democrática del Congo y se contabilizan, entre enero y agosto de este año, más de 16.000 infecciones y de 500 muertes.

Se sospecha que la responsable es una nueva variante del clado I, una cepa del virus mpox (antes conocido como viruela del mono) que ya era conocida pero que es distinta a la que se expandió por el mundo hace dos veranos.

El clado I se cree que es más virulento y mortal pero su vía de transmisión era más pobre. Mientras que clado II, que es el que llegó a España, puede transmitirse por contacto físico con las pústulas características de esta enfermedad o sus fluidos, así como a través de las relaciones sexuales, el I no lo hacía por esta última vía.

La nueva variante del clado I, conocida como Ib, se transmitiría mediante contacto sexual y esto le habría permitido expandirse no solo por la República Democrática del Congo sino por varios países del centro y este de África, entre ellos Ruanda, Burundi, Uganda y Kenia, donde el virus no se había detectado todavía.

Ante la escalada imparable de casos, el Centro Africano para el Control de Enfermedades emitió una emergencia a nivel continental este martes. La OMS le siguió un día después declarando la emergencia de salud pública de importancia internacional, un mecanismo que permite la coordinación de los países en la prevención y vigilancia del virus.

Era la segunda vez que la mpox protagonizaba este mecanismo (que no debe ser confundido con una declaración de pandemia). La primera, en 2022, había durado hasta mayo del año pasado.

Justo al día siguiente de la declaración, Suecia detectaba el primer caso de infección por clado Ib en su país y fuera de África. Se trata de una persona que había estado en la zona afectada por el brote.

"La identificación de la primera infección del clado Ib del virus mpox en Suecia subraya la necesidad de que los países afectados aborden el virus juntos", ha escrito el director general de la OMS, Tedros Adhanom, en la red social X.

"Animamos a todos los países a mejorar la vigilancia, compartir datos y trabajar para un mejor conocimiento de la transmisión; compartir herramientas como vacunas; y aplicar las lecciones aprendidas de anteriores emergencias de salud pública de importancia internacional para abordar el brote actual".

Riesgo "muy bajo"

En Europa, el lunes 19 se ha convocado una reunión del Comité de Seguridad Sanitaria de la UE.

El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) ya había señalado a finales de julio que el riesgo para el continente era "muy bajo". Sin embargo, este viernes ha matizado sus recomendaciones indicando que es "altamente probable que la UE vea más casos importados de mpox causados por el clado I que circula en África".

Sin embargo, mantiene que la probabilidad de transmisión sostenida del virus en el continente es muy baja. Aunque la probabilidad de infección para la población general es muy baja, el impacto para los contactos cercanos de casos importados puede ser de moderado a alto, dependiendo de su nivel de inmunocompetencia.

En España, el lunes 19 tendrá lugar una reunión del grupo técnico del Ministerio de Sanidad, formado por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, el Centro Nacional de Epidemiología, el Centro Nacional de Microbiología y la División de VIH y Vacunas para discutir las actuaciones que se deriven de la alerta.

Un día después, el martes 20 de agosto, el ministerio se reunirá con las comunidades autónomas en la Ponencia de alertas para valorar las medidas a implantar en nuestro país.

Algunas de ellas, como Madrid, han pedido reforzar los controles en la frontera y, en especial, en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas, ya que los servicios de Sanidad Exterior son competencia del Gobierno de España.

Desde el ministerio apuntan el hecho de que se haya detectado en Suecia un caso de la nueva variante "no quiere decir que esa variante no estuviera ya previamente", ya que no se secuencian todos los virus.

"En el caso de España, no hemos visto que los casos de mpox que hemos tenido este año se hayan comportado de manera diferente, con otros síntomas o distinta gravedad, a los que venimos teniendo desde 2022".

El ministerio apunta que ya se cuenta con experiencia sobre las acciones que han demostrado ser efectivas desde el inicio del brote en 2022. "La vacunación y la vigilancia son la clave de una buena estrategia que ya ha tenido éxito en España", señalaban en un comunicado. "Evaluaremos cualquier información nueva para determinar si es necesario ajustar nuestro enfoque en la gestión de la mpox".

Expertos consultados por EL ESPAÑOL no dudan de que es altamente probable que se den casos importados del clado I del virus —recordemos que el clado II todavía sigue generando nuevos casos— próximamente.

"Puede haber una persona que no declare la enfermedad teniendo síntomas, tome un avión y en unas horas esté en España", comenta Javier Membrillo, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC). "Si tiene relaciones con otra persona, iniciaría la cadena de transmisión".

Con todo, el especialista no cree que la virulencia de la nueva variante sea muy distinta de la que actualmente circula en nuestro país. "En otras enfermedades, la mortalidad se ha demostrado bastante inferior cuando llegan a países con sistemas sanitarios desarrollados, ya que [en África] solo se detectan y atienden los casos graves, y los medios no son los mismos".

No obstante, la vicepresidenta de la Sociedad Madrileña de Medicina Preventiva, Paloma Navas, apunta que la falta de inversión en los servicios de salud pública hace que el sistema de vigilancia sea "como un colador con agujeros muy grandes".

Tras la Covid, "algunas comunidades aumentaron presupuestos pero otras se quedaron como estaban. Las plantillas de salud pública estaban el 40% de lo que se planificaba hace 20 años, los profesionales se están jubilando y no hay médicos que quieran entrar porque no se paga mucho. Esto nos sigue haciendo altamente vulnerables".