Jean Kakuru Biyambo, paciente de mpox.

Jean Kakuru Biyambo, paciente de mpox.

Salud

Por qué la falta de control de la viruela del mono en África supone un riesgo para todo el planeta

La inmunización no solo es útil para controlar los contagios, también ayuda a evitar las mutaciones del virus.

20 agosto, 2024 03:59

La nueva variante del virus del mpox asola la República Democrática del Congo (RDC). El brote comenzó en el país centroafricano y pronto se extendió a otros como Kenia, Uganda, Ruanda y Burundi. En lo que va de año, los diagnósticos ya han superado los 18.700 casos, una cifra que supera los datos de todo 2023.

A pesar de la situación en el continente vecino, este lunes la Unión Europea (UE) ha descartado el control de fronteras y la vacunación a la población general. No se espera que la enfermedad cause graves problemas a Los Veintisiete, por lo que de momento las medidas se limitarán a la vigilancia epidemiológica y la información a la población.

Para que se pueda cumplir esa expectativa de la UE, es fundamental ayudar a las autoridades africanas a enfrentarse a este problema, asegura María del Mar Tomás, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC). "Lo mejor es erradicar el brote allí, en África". La experta del Hospital Universitario de A Coruña (CHUAC) advierte de que en un mundo hiperconectado, como en el que vivimos actualmente, mirar hacia otro lado podría favorecer la expansión del mpox y provocar una mayor afectación.

Esta ayuda pasa, sobre todo, por proporcionar vacunas a las autoridades sanitarias de los países más afectados para poder proteger a la mayor parte de la población posible. En este sentido, la Unión Europea anunció hace unos días que enviará 215.000 vacunas y Estados Unidos hará lo propio con 50.000 dosis. Una donación que, aunque necesaria, se queda corta en comparación con los 10 millones de viales que necesita el continente, según el director general de los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Jean Kaseya.

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Precisamente, es esa falta de recursos la que facilita la propagación del virus gracias a la baja tasa de vacunación. Por eso, también se puede ayudar a las autoridades sanitarias de estos países enviando todo tipo de material sanitario que pueda evitar la propagación del virus, cuenta Tomás. 

La inmunización no solo es útil para controlar los contagios, también ayuda a evitar mutaciones del virus, según la microbióloga del CHUAC. En principio, esta enfermedad no tiene tanta capacidad de evolucionar como otras de su tipo. Sin embargo, no hay que confiarse: "Los virus también se adaptan mucho a las estrategias de vacunación y hay que ver si mutan en función de estos protocolos". 

La cuestión que más preocupa a Tomás es averiguar cómo se está expandiendo la enfermedad, cuáles son las vías de transmisión del virus en el continente vecino. La experta del CHUAC destaca que hace falta más información científica para poder tener "una visión más global de qué podría ocurrir". Esta es la única forma de encontrar a todos los grupos vulnerables y vacunarlos para frenar la expansión del mpox. "Hay que cerrar todas las posibles puertas por las que el virus pueda colarse", expone.

La microbióloga habla también de la cuestión ética de esta cooperación. No se trata solo de cómo pueda afectar el virus a Occidente, sino de la mortalidad que está dejando a su paso. "No podemos permitir que mueran un alto porcentaje de niños". Además, cuenta que la solución pasa por el trabajo en equipo de instituciones y farmacéuticas para poder proporcionar las dosis necesarias para esa inmunización.

La  portavoz de SEIMC no es la única experta que defiende esta posición. Mar Faraco, expresidenta y actual secretaria de la Asociación de Médicos de Sanidad Exterior (AMSE), ha declarado a Science Media Center que solo se evitará el riesgo para el resto del mundo controlando la situación en África. "Nuestros esfuerzos deben centrarse en colaborar y mejorar el acceso a medidas de control en el foco, sin olvidar mantener (y actualizar) lo que ya existe en nuestro entorno europeo", afirma.

En el caso de que llegara a Europa, Tomás cree que la situación sería muy distinta a la de RDC. "Probablemente, el virus haya encontrado unas vías de transmisión más asequibles para su expansión [en los países africanos]". Esto se debe a las diferencias entre la situación socioeconómica de uno y otro territorio.

El brote de mpox de hace dos años afectó a un perfil muy concreto en el viejo continente (hombres que mantenían sexo con hombres). Sin embargo, ahora el epicentro muestra un perfil muy distinto y se está propagando más entre mujeres y niños. El comportamiento social, afirma, determina también la conducta del virus.

De momento, Suecia ha sido el único país occidental en comunicar un caso de esta nueva variante y el paciente no muestra síntomas graves, ejemplifica. Además, en España se inoculó la vacuna contra la viruela a la población general hasta 1980, lo que puede ser un factor protector, añade.

La microbióloga del CHUAC comenta que este tipo de alertas sanitarias serán bastante comunes de ahora en adelante. El cambio climático y la globalización favorecen la aparición y  la expansión de las enfermedades. "Ya tenemos una lista de posibles pandemias de más de diez o 12 patógenos". Trabajar en este tipo de protocolos, puede ayudar a que estos avisos "no lleguen a nada" gracias a la preparación previa. Por el momento, Tomás insta a actuar con precaución: "Tenemos que seguir vigilando y estar en contacto con las autoridades sanitarias africanas para ver cómo evoluciona el virus".