Un forense revisa un cadáver.

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Salud

Unos estudiantes de medicina descubren en una autopsia el segundo caso registrado de un hombre con tres penes

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Lo más probable es que nunca hayas dado con uno, pero existen hombres que tienen más de un pene. Sí, es una condición extremadamente poco frecuente que se conoce como polifalia, pero no es imposible. Los científicos han calculado que debe haber un solo caso por cada cinco o seis millones de hombres, aunque se trata de una estimación. Algunos de esos penes múltiples no dan problemas para la salud y pueden pasar desapercibidos. Esto, de hecho, es lo que ha sucedido con el último caso que se ha registrado.

El individuo ya estaba muerto cuando los descubridores encontraron que tenía nada menos que tres penes. Sobre él, sólo se sabe que era un hombre blanco que había muerto a los 78 años y antes de ello había decidido donar su cuerpo a la ciencia. Eso sí, lo que no debió de sospechar es lo digna de estudio que era su anatomía: es la segunda persona registrada en toda la Historia que porta tres penes. El caso investigado por alumnos de la Universidad de Birmingham se ha publicado en la revista Journal of Medical Case Reports.

Ahora bien, los descubridores de esos dos miembros extra sostienen que estaban bastante escondidos y sus genitales parecían comunes. Es decir, que lo más probable es que este hombre falleciera sin saber nada sobre sus tres miembros viriles. Los autores del estudio destacan que esta sí que ha sido la primera descripción interna que se ha hecho sobre un pene triplicado. Esto se debe a que el único caso anterior de un pene triple del que se tiene constancia se produjo en un bebé y fue corregido con cirugía.

Dos penes triples

Dentro de lo extraordinario que es tener más de un pene, lo más frecuente es tener dos, lo que se conoce como difalia. Desde el año 1606, tal y como explican los autores del estudio, se han registrado un total de 112 casos de pene doble. El único caso anterior de trifalia, o pene triple, del que se tiene constancia se produjo hace apenas unos años. El caso fue registrado en un artículo del año 2020 en la revista científica International Journal of Surgery Case Reports y se observó en un bebé de Irak que sólo tenía tres meses de vida.

A pesar de ser los dos únicos casos de trifalia registrados, se consideran muy diferentes. En el caso que acaba de ser registrado, los dos penes adicionales se encontraban justo debajo del pene principal y se encontraban dentro del escroto. Por el contrario, en el caso del niño de Irak estos dos penes extra se encontraban visibles, uno en la raíz del pene y otro debajo del escroto a tan sólo un centímetro. En el caso notificado en 2020, ambos penes fueron extirpados con éxito y después de un año no se produjeron complicaciones.

Si bien los autores del estudio sostienen que el caso de trifalia que se acaba de descubrir era benigno, también apuntan a que este hombre pudo experimentar molestias. Suponen que sus erecciones pudieron ser dolorosas y, además, encontraron otra peculiaridad en el interior de su aparato genitourinario. La uretra, que es el canal que conduce la orina y el semen al exterior, hacía un recorrido por su pene secundario antes de enfilar el principal. Parece que al sujeto no le dio problemas, pero sí pudo haberlos causado.

Un dato importante

En concreto, los autores del trabajo señalan que, si este hombre hubiera necesitado un catéter urinario, habría sido bastante difícil de colocar. Este paciente presentaba un pene principal de aspecto común desde el exterior, pero justo debajo había un bulto en cuyo interior estaba ese pene secundario más pequeño por el que la uretra daba un rodeo y, a continuación, el tercer miembro todavía más pequeño y sin uretra. Después de esta formación, se encontraban los dos testículos de aspecto también habitual.

"Sin haber tenido síntomas ni necesidades médicas adicionales, los penes internos confinados en el escroto no debían observarse a simple vista, haciendo muy difícil su diagnóstico", explica John Buchanan, estudiante de último año de Medicina en la Universidad de Birmingham que condujo el registro del caso. "Por esta razón, es posible que la polifalia sea más prevalente de lo que entendemos en la actualidad". Vamos, que otros penes múltiples también tengan una apariencia común en su exterior.

Buchanan y su equipo explican que merece la pena localizar estos casos porque podrían estar relacionados con síntomas sin explicar al orinar, pero también relacionados con la erección o con la fertilidad masculina. En el caso de este hombre que donó su cuerpo, los autores sostienen que su pene secundario estaba bastante formado: tenía glande, tejido esponjoso y, como ya se ha explicado, uretra. De hecho, el paciente podía experimentar erecciones incómodas al hincharse con sangre este otro miembro.