Dosis diarias de antidepresivos por 1.000 habitantes en el año 2023. Fuente: Ministerio de Sanidad

Dosis diarias de antidepresivos por 1.000 habitantes en el año 2023. Fuente: Ministerio de Sanidad P.G.S.

Salud

La España 'enganchada' a los antidepresivos: por qué su consumo se ha incrementado un 22% desde 2019

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Que el consumo de antidepresivos aumente en España ha dejado de ser una novedad. Desde principios de siglo, el crecimiento anual ronda el 5% de media. No es de extrañar entonces que, como revela un nuevo informe publicado por el Ministerio de Sanidad, las dosis diarias de antidepresivos se haya incrementado un 22,2% entre 2019 y 2023.

El pasado año, la tasa de consumo de estos fármacos fue de 102,16 por cada 1.000 habitantes. "Ha aumentado lo normal, en el sentido de que se ha convertido en lo frecuente", señala a EL ESPAÑOL Antonio Cano Vindel, catedrático de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid.

Entre las causas de este incremento encuentra que, por un lado, "no hay otra forma de tratamiento de los problemas emocionales". Pero, "¿realmente para ir a trabajar o para los problemas del día a día necesitamos un antidepresivo?". La realidad es que en "la mayor parte de los casos" se puede evitar con intervenciones psicológicas.

El propio Cano Videl participó en el Proyecto PsicAP. Este estudio, realizado con pacientes de Atención Primaria, demostró que la eficacia en el abordaje de los trastornos emocionales es mayor cuando se incluye terapia psicológica. El problema es que la salud mental no se ha integrado en este contexto: "Han empezado a contratar psicólogos. Pero mientras haya más médicos recetando antidepresivos, no va a cambiar mucho la situación".

Querer una solución "inmediata"

A ello se le suma que los facultativos están sobrepasados por la demanda de pacientes. "Con cinco minutos para cada uno no les da tiempo a explicarle cómo se manejan las emociones ni tampoco es su especialidad. Por tanto, lo que hace es prescribir". Habrá quienes sí que accedan a un tratamiento psicológico, aunque no será bajo las mejores condiciones: "¿Cómo va aprender nada si ha tenido seis sesiones en 18 meses?".

Para la farmacéutica del grupo de Neuropsiquiatría de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), Beatriz Salazar, la sociedad entiende a día de hoy que tener un problema de este tipo es sinónimo de "querer un medicamento de manera inmediata": "No entendemos que haya otras formas de solucionarlo".

Considera que con un aumento de especialistas podrían reducirse las prescripciones de antidepresivos. "El grueso del consumo procede de trastornos de ansiedad y procesos adaptativos; es decir, dos patologías que se podrían tratar con un psicólogo clínico". Esta medicalización de la depresión y los trastornos de ansiedad no es únicamente responsabilidad de los propios profesionales. Y es que en ocasiones son los pacientes quienes acuden al médico "a exigirle que le recete psicofármacos".

El contexto actual también está provocando un aumento de los trastornos adaptativos y, como consecuencia, del consumo de antidepresivos. "Vivimos mejor pero en un mundo más complejo", dice Cano Videl. "Si en el trabajo te piden que hagas más, ahora incluso desde casa, pues vas quitándote horas de sueño, de ocio y a tu propio autocuidado".

Las CC.AA. más 'enganchadas'

El citado documento de Sanidad también refleja cuál es la realidad en las distintas comunidades autónomas. A la cabeza se sitúa Galicia (152,16), seguida del Principado de Asturias (149,97) y Extremadura (141,14). En el otro extremo, nos encontramos con País Vasco (80,93), Madrid (83,48) y Navarra (93,68).

Si en algo coinciden todas las regiones es en que durante los últimos cuatro años se ha producido un incremento porcentual en el consumo de antidepresivos. La que experimenta el aumento más pronunciado es Canarias, con un crecimiento de un 30,1%.

Los expertos creen que estas diferencias entre las CC.AA. pueden deberse a varios posibles motivos. Por un lado, a que cuenten con una población más envejecida, como sucede precisamente con Galicia y Asturias. "Quienes más consumen este tipo de fármacos son las personas mayores", apunta Cano Vindel.

Según los datos de Sanidad, el consumo de antidepresivos se dispara a partir de los 70 años. La cifra más alta se da en el grupo que va de los 85 a los 89 años, con una tasa bruta de 246,2. Además, los registros reflejan un consumo más elevado en mujeres que en hombres. Esto podría explicar también por qué las regiones más envejecidas son en las que se observa los números más altos, puesto que ellas tienen una mayor esperanza de vida en nuestro país.

Otro de los factores que entra en juego es la clase social. Las personas con menor nivel cultural y con un volumen más bajos de ingresos suelen ser quienes más consumen estos psicofármacos. Por ello, los que cumplen con un perfil cultural más alto y además son jóvenes "pueden 'pasar' de los antidepresivos, optando por el tratamiento psicológico".

Aunque en los antidepresivos ninguna comunidad ha rebajado su consumo, en el caso de las sustancias hipnóticas y sedantes sí que algunas presentan una tendencia a la baja. Entre ellas, Cano Videl destaca a Madrid y Navarra. En ambas ya hay psicólogos que están aplicando el protocolo PsicAP. "No se puede atribuir sólo a eso pero ahí está el dato".

Estos "entrenamientos psicólogos" requieren que las personas pongan en práctica actividades que les resulten beneficiosas para su salud mental. Bien sea con relajación, andando o con actividad social. "Es decir, hacer las cosas más normales del mundo, en lugar de arreglarlo tomando pastillas", concluye.