Dos placas de Petri con cultivos bacterianos.

Dos placas de Petri con cultivos bacterianos.

Salud

Por qué las bacterias espejo representan un riesgo "sin precedentes" para la vida: "Pueden ser incontrolables"

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La creación de vida de manera artificial es un tema que ha recreado frecuentemente la ciencia ficción. Numerosas películas y series lo han situado en el centro de sus tramas, aunque con resultados bastante desastrosos. Aunque es algo que no ha ocurrido, sí que existe la posibilidad de que pase en un futuro. La ciencia estudia desde hace años el desarrollo de lo que se conoce como microorganismos espejo, aunque no todo el mundo está de acuerdo con ello. Un grupo de investigadores de talla mundial ha publicado un artículo pidiendo frenar ese desarrollo porque, argumentan, "pueden plantear riesgos importantes"y "sin precedentes".

El grupo que ha pedido la suspensión de estas investigaciones ha publicado sus preocupaciones en un informe y un artículo en la revista Science está formado por más de una treintena de científicos de talla mundial, que incluye, incluso, premios Nobel. Entre ellos, hay nombres como Craig Venter que lideró el esfuerzo para la secuenciación del genoma humano en los noventa del siglo pasado. También destacan los premios Nobel Greg Winter, de la Universidad de Cambridge, y Jack Szostak, de la Universidad de Chicago. 

¿Qué son las bacterias espejo?

El ADN tiene forma de hélice y, en todos los seres vivos, esta estructura tiene el giro hacia el mismo lado. Otras estructuras como los azúcares o las proteínas también lo tienen y puede estar realizado a la izquierda o la derecha, según del ente que se trate, explica Bruno González-Zorn, director de la unidad de resistencia a antibióticos de la Universidad Complutense de Madrid. 

Lo que se pretende con las investigaciones de los organismos espejo es crear formas de vida especulares a las que ya existen. Es decir, que presenten ese giro al lado contrario, dice el también asesor de la OMS. "Es como mirarse en un espejo, que levantamos la mano derecha y el reflejo levanta la izquierda", ejemplifica Rafael Giraldo, investigador del Centro Nacional de Biología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CNB-CSIC).

Los riesgos de estos microorganismos

Algunos de los riesgos que plantean los firmantes del informe publicado en Science es que el desarrollo de las bacterias espejo puedan derivar en la propagación de "infecciones letales en humanos, animales y plantas". El grupo cree que, incluso un microorganismo con un rango bajo de hospedadores y con capacidad para invadir un conjunto limitado de ecosistemas, "podría causar un daño sin precedentes e irreversible"

González-Zorn apunta a que, realmente, no hay respuestas sobre lo que podría ocurrir. "No sabemos muy bien en qué podría derivar en una investigación que vaya encaminada a buscar estas formas de vida distintas". Es un asunto sobre el que solo pueden hacerse teorías porque no se ha conseguido crear ningún organismo espejo todavía y faltan décadas para ello. "Puede suponer enormes beneficios o enormes riesgos", apunta.

Una de las posibilidades que plantean los autores es que las bacterias espejo podrían evadir ampliamente barreras como los anticuerpos y crear infecciones para las que el planeta no está preparado, señala Giraldo. "Si el sistema inmune no es capaz de mantener estos microorganismos espejo a raya, tenemos un problema". Todavía no se sabe cómo reaccionaría el cuerpo y si ese giro en sentido contrario de su estructura podría hacerlo invisible o imparable contra estas barreras. 

González-Zorn cree que investigar y explorar siempre es algo bueno. No obstante, está de acuerdo con los autores en que existe un peligro importante porque "las nuevas formas de vida pueden ser incontrolables".

A los autores del artículo de Science también les preocupa que estos microorganismos especulares puedan convertirse en invasores de los ecosistemas y proliferar en el medio ambiente si se dan las condiciones adecuadas. Giraldo cree difícil que eso pueda ocurrir y que se conviertan en depredadores porque "nuestras moléculas no contienen aminoácidos y azúcares reversos". Sin embargo, el experto no descarta ninguna posibilidad.

El microbiólogo de la UCM, por otro lado, cree que los firmantes del informe no van desencaminados. "Es probable que puedan evolucionar como los demás seres vivos que conocemos en la Tierra actualmente". De ser así, podrían desarrollarse en los ecosistemas y proliferar en el medio ambiente, agrega.

A pesar de los riesgos, también podrían beneficiar a la humanidad, coinciden ambos expertos. La creación de moléculas y microorganismos espejo podría emplearse, por ejemplo, para desarrollar nuevas terapias contra numerosas enfermedades o usarlos contra células cancerosas. Incluso, podrían ayudar al medio ambiente en la lucha contra la contaminación, añade Giraldo.

A pesar de esas posibilidades, los autores del artículo en Science creen que los riesgos de crear bacterias espejo "no pueden justificarse por los beneficios potenciales relativamente limitados". Por eso, hacen un llamamiento para frenar estas investigaciones, algo con lo que el biólogo del CSIC está de acuerdo. Cree que todavía no merece la pena la relación entre costes y beneficios y que es una buena idea frenar el proceso hasta que se conozca más sobre estas moléculas y la capacidad inmune frente a ellas, entre otras cosas.

González-Zorn considera que se trata de una cuestión muy compleja. Cree que el ser humano "debe explotar sus formas de investigación". Sin embargo, también es consciente del riesgo que entraña la posibilidad de crear nuevas formas de vida. Por eso, cree que la clave está en contar con una legislación muy potente para hacerlo.

Una cuestión de bioseguridad

La bioseguridad es otro de los temas que más preocupan a los detractores de estas investigaciones. El grupo defiende que no existen medidas suficientes para hacerlo de forma segura, ya que podrían vulnerar las barreras debido a su propia evolución o a fallos humanos o de los sistemas de contención.

Giraldo es realista y reconoce que no existen el control y la seguridad total en estas cuestiones. "La historia humana está llena de fallos de seguridad dentro y fuera de los laboratorios". Sin embargo, también recuerda que, si la ciencia solo se guiara por estas cuestiones, no se habría llegado a avances como la insulina recombinante.

El biólogo del CNB-CSIC pone en valor la consideración que hacen los autores y para él es "tremendamente positivo" que antes de hacer investigaciones más avanzadas se plantee la perspectiva ética que puede presentar. También compara esta situación con el debate que suscitó el estudio del ADN recombinante en los años 70. 

La comunidad científica está en un momento de reflexión y sería correcto pedir una moratoria, dice el experto del CSIC. En la misma línea, González-Zor defiende que esta cuestión requiere, ineludiblemente, del acuerdo internacional, algo que debe plantearse ya. "Hay que empezar a pensar cómo abordarlo de forma nítida, firme, mundial y consensuada".