
El cardiólogo Aurelio Rojas.
El aviso del cardiólogo Aurelio Rojas para España: "Si notas una de estas tres señales, cuidado, tu corazón tiene problemas"
Existen múltiples signos y que alertan sobre un elevado riesgo cardíaco, pero hay tres señales que no se deben ignorar.
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Mantener una buena salud general implica, por definición, mantener una buena salud cardiovascular. A pesar de que recientemente la mortalidad por problemas de corazón está pasando a ser la segunda causa de mortalidad en España en comparación con el cáncer, todavía es un riesgo prevalente en colectivos como el de las mujeres.
Más allá de los parámetros analíticos, hay una serie de indicios que pueden indicarnos que nuestro sistema cardiovascular se está viendo afectado de alguna manera. Aurelio Rojas, cardiólogo y divulgador, ha señalado recientemente en uno de sus reels de Instagram, que hay tres síntomas clave a reconocer.
Sufir alguno de estas señales nos estaría avisando en realidad que algo no funciona correctamente. Es decir, que nuestro corazón sufre algún tipo de debilidad y que existe un motivo claro de consulta que no deberíamos pasar por alto.
Las 3 señales de un corazón débil
La primera de las señales de un corazón débil sería la ortopnea. Este síntoma implica una mala respiración cuando nos encontramos tumbados, como por ejemplo cuando estamos acostados en la cama de noche. De hecho, es el momento del día en el cual más se suele notar este síntoma, precisando en ocasiones que la persona que lo sufre tenga que sentarse bruscamente para tomar aire.
Otra se las características de la ortopnea es necesitar varias almohadas para poder dormir, dado que solo con una ya se nota falta de aire. A mayor necesidad de almohadas, mayor es el nivel de ortopnea, ya que inconscientemente la persona que lo sufre busca estar en una posición más erguida por la necesidad de tomar aire.

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La segunda de las señales de un corazón débil sería la angina, lo que también se conoce como "amago de infarto" o "principio de infarto". La angina como síntoma implica un fuerte dolor en el pecho junto al esfuerzo que nos obliga a pararnos de forma brusca. Esfuerzos leves como subir una cuesta o escaleras acompañados de un dolor de estas características deberían hacernos sospechar sobre una posible angina.
Esta presión suele desaparecer a los pocos segundos de cesar el esfuerzo. Sin embargo, en los casos de angina inestable, el dolor se produce incluso en reposo, algo que hace más peligroso si cabe el cuadro clínico. En algunas personas con edad avanzada, o en las mujeres, es habitual asociar dificultad respiratoria o cansancio en lugar de dolor.
La tercera de las señales de un corazón débil serían los edemas o retención de líquido, especialmente a nivel de las piernas o miembros inferiores. Este es un signo indirecto de que existe retención de líquido en otras localizaciones como alrededor de los pulmones o el corazón.
En este caso es habitual notarse hinchazón en las piernas, con sensación de presión alrededor de las mismas, y que se quede marcado el dedo al tocar dicha retención. Esta marca que queda en las piernas se llama fovea, y dependiendo de su grado, nos hará pensar en una mayor o menor retención de líquido.
Este signo es habitual, y sirve tanto para ayudar al diagnóstico como al pronóstico, en los casos de insuficiencia cardíaca, una enfermedad donde el corazón no trabaja adecuadamente y no es capaz de suministrar el riesgo sanguíneo con la potencia adecuada, dejando progresivamente una retención de líquidos generalizada que acaba viéndose inicialmente en las piernas.