Intel celebra estos días el IDF (Intel Developer Forum) en San Francisco, una enorme congregación periódica de desarrolladores donde se intuyen las líneas que seguirán los productos de la empresa en el futuro. Una de las novedades más llamativas ha sido Project Alloy, unas gafas de realidad virtual que también son capaces de introducir elementos reales en el escenario digital que experimenta el usuario.
El dispositivo tiene todo lo necesario para funcionar de manera autónoma como gafas de realidad virtual. No necesita conectarse a un ordenador mediante cables sino que lo hace a través de una conexión WiFi.
Posee su propia capacidad de computación y de procesamiento gráfico (como los dispositivos Oculus Rift o HTC Vive), además de sensores integrados y cámaras 3D con la tecnología de la casa, Real Sense. A esto se le suma una batería, que lo libra de estar anclado a una fuente de alimentación.
El CEO de Intel Brian Krzanich apuntó desde el escenario que la realidad virtual está destinada a influenciar nuestra forma de trabajar, de divertirnos y de comunicarnos. "Desde la introducción del ordenador personal, nada ha sido tan esencialmente transformador", aventuró el Krzanich.
Tus propias manos dentro de un mundo virtual
Project Alloy es una mezcla entre realidad virtual y realidad aumentada. Las cámaras en tres dimensiones de las gafas captan las manos del usuario, que de esta forma pueden interactuar con el escenario virtual.
En la demostración que ha hecho Intel las manos del usuario se materializaban en el mundo virtual y servían para pulsar un botón e incluso para introducir otros objetos reales, como un billete de dólar, dentro del entorno digital. Eso sí, la precisión aquí aún tiene que pulirse pues la definición era deficiente.
En cambio, a diferencia de otros cascos de realidad virtual, Alloy no necesita controladores para que los movimientos que el usuario hace con sus manos se vean reflejados en el entorno virtual. Tampoco requiere de sensores tipo Kinect repartidos por la habitación para detectar cómo se mueve el portador de las gafas. Lo hace todo con sus sensores integrados y las cámaras 3D.
Cascos de realidad virtual para todos
El dispositivo de Intel empaqueta todo lo necesario para experimentar la realidad virtual. Y la compañía compartirá esta plataforma precocinada para que otros construyan sobre ella su producto. Será en 2017 cuando Alloy se liberará bajo licencia de código abierto, con lo que el hardware lo podrán usar terceros para crear sus propias gafas y venderlas en el mercado.
La idea es convencer a nuevos fabricantes para que el mercado se inunde de gafas de realidad virtual, que por cierto estarán basadas en tecnología de Intel. Y para esto no podía faltar Microsoft en la ecuación.
El responsable de la división de Windows Terry Myerson saltó al escenario para anunciar que la plataforma Windows Holographic (que permite crear y ejecutar aplicaciones de realidad virtual y aumentada) estará disponible para que pueda servir como software para los productos basados en Alloy.
También señaló que Holographic llegará a todos los ordenadores con Windows 10 el próximo año, lo que quiere decir que en estos PC se podrán ejecutar las aplicaciones de realidad virtual destinadas a la plataforma holográfica.
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