El 23 de octubre de 2001, Steve Jobs enseñó al mundo el iPod, un dispositivo pequeño, elegante y con una estilosa rueda en el centro. Junto con la tienda digital de música iTunes, el reproductor mp3 llegaba para revolucionar en muy pocos años la industria musical.
"La música es una parte de la vida de todos", comenzó el cofundador de Apple el día de la presentación, hace 15 años. "Y, porque es una parte de la vida de todos, tiene un público objetivo muy grande. Por todo el mundo. No conoce límites".
Desde ese día, el invento de la manzana mordida cambió la forma en que compramos y escuchamos música. El primer iPod podía guardar hasta 1.000 canciones y contaba con más de 10 horas de autonomía. Su precio de 399 dólares (alrededor de 365 euros) suponía una barrera de entrada para muchas personas, pero con el tiempo se iría reduciendo. Ahora, un iPod nano, con una capacidad de 16 GB, cuesta cerca de 180 euros.
Gracias al primer iPod, Apple se convirtió en el líder de la industria de la música digital. La estrategia de Steve Jobs, con el reproductor y la tienda online, popularizó la venta y compra de canciones en formato digital. Aunque al principio le costó despegar, a partir del 2003 las ventas comenzaron a ser masivas.
Con el tiempo, Apple fue presentando nuevas versiones de su reproductor de música, como el iPod nano o el Ipod Touch, que ayudaron a incrementar aún más las ventas. A finales de 2004, Apple había vendido 10 millones de unidades, una cifra pequeña en comparación con lo que conseguiría después. En 2010, llegaría a vender 275 millones.
Paso al iPhone
El año pasado, la empresa comunicó que dejaría de ofrecer información sobre las ventas del iPod. El declive en popularidad del reproductor se debe en buena parte a la presencia de su compañero de estanterías, el iPhone, y en general a todos los smartphones, ya que ofrecen las mismas posibilidades para la reproducción de música. ¿Por qué gastarse el dinero en dos dispositivos cuando uno solo, el móvil, puede cubrir ambas necesidades?
Tony Fadell, uno de los padres del reproductor de Apple, dejó la compañía en 2010 para formar su propia empresa. El inicio del fin para el reproductor llegaría algo más tarde, en 2014, cuando el iPod Classic se dejó de vender.
Aunque ya no conserva la fama de hace unos años, el iPod todavía se deja ver en las tiendas de la manzana mordida junto con los otros productos estrella, como los clásicos ordenadores Mac, las tabletas iPad y otros más recientes, como los relojes inteligentes Apple Watch.
Mientras tanto, la firma parece haberse olvidado del cumpleaños de una de sus mayores creaciones, pues el iPod protagonizó un capítulo esencial de la andadura de Apple. Aparte de ser una pieza fundamental en la historia de la industria musical, este dispositivo fue conceptualmente un precursor del iPhone, que ha tenido aún más éxito que el célebre reproductor. De momento, con tres lustros a sus espaldas, el iPod sigue en las estanterías. Ya veremos si cumple muchos más.