Trucos para elegir melones y sandías en su punto
Os contamos unos cuantos trucos para elegir melones y sandías en su punto, para disfrutarlos siempre en las mejores condiciones.
23 julio, 2014 21:04Noticias relacionadas
Hace unos días en nuestra cuenta de Instagram uno de vosotros nos sugirió escribir un post sobre cómo elegir la fruta en su punto. Como nos encanta que nos hagáis ese tipo de sugerencias y, aprovechando que la cosa iba de melones, hoy os traemos una serie de consejos, trucos o como prefiráis llamarlos para que podáis disfrutar en casa de los mejores melones y sandías de la frutería.
Cómo elegir melones y sandías en su punto
Vamos a dar un repasito a las características de las variedades más comunes y a lo que tenemos que comprobar para elegir el mejor.
Melones
Aunque se cultivan más de 100 variedades, las más comunes son éstas:
Piel de sapo: tiene forma ovalada (similar a un balón de rugby), la corteza verde oscura y ligeramente surcada con manchas que recuerdan a la piel de un sapo, de ahí su nombre. La pulpa se caracteriza por ser ligeramente crujiente y muy dulce. Su peso suele oscilar entre 1.5 y 2.5 kg. Es la variedad que más se consume en España.
Honeydew: es el melón amarillo o melón de verano. Tiene forma alargada y la corteza es lisa y fina de color amarillo intenso. La pulpa es melosa, dulce y muy jugosa. Su peso suele estar en torno a1.5 kg.
Galia: tiene forma redondeada y tamaño pequeño, en mi opinión, el tamaño perfecto para personas que viven solas, pues su peso no suele ser muy superior a 1 kg. La pulpa es verdosa cerca de la corteza y más clara en el interior.
Cantalupo: tiene forma de globo y es muy apreciado fuera de nuestro país, por lo que su producción se destina casi exclusivamente al extranjero. La corteza es verde grisácea con unas estrías muy marcadas. La pulpa es de color anaranjado y, aunque suele ser algo más grande que el Galia, también es de tamaño pequeño, normalmente inferior a 1.5 kg.
Para elegirlos en su punto debemos utilizar 4 de nuestros sentidos y comprobar lo siguiente:
- El olfato. Cuando está en su punto, el melón presenta un olor dulce y muy delicado que resulta muy característico, pero si huele mucho (como si ya estuviese el melón abierto), es que ya es puro azúcar o está pasado. Si no tiene ningún tipo de aroma, habrá que dejarlo madurar durante 1 ó 2 días a temperatura ambiente y envuelto en papel de periódico.
- El tacto. Cuando el melón está en su punto, al presionar el extremo opuesto a la mata, éste debe ceder 1 o 2 mm. Puede ser algo más si lo váis a consumir todo el mismo día, pero no mucho más.
- El oído. Si al coger el melón con las dos manos y sacudirlo ligeramente se oye como un chapoteo en el interior, es que ya está empezando a deteriorarse.
- La vista. Si la piel presenta grietas, fisuras o roturas, tampoco es buen síntoma. Seguramente ha sido golpeado durante el transporte y no estará en buen estado. Si presenta alguna zona más clara, ésta debe ser de color amarillo. Si es blanca o verdosa, es que el melón ha sido cortado cuando aún estaba verde y estará insípido.
- Otros. Algunos productores incluyen en la etiqueta información sobre el contenido de azúcar en el momento de la recogida. Son los grados Brix, y lo deseable es que este valor esté entre 10 y 12.5, aunque esto no nos evita que tengamos que comprobar todo lo anterior ya que en el tiempo entre la recogida de la mata y la llegada a la frutería pueden haber pasado muchas cosas.
Para conservar los melones empezados que no se vayan a consumir en el día debemos retirar los extremos y todas las semillas, pues son las zonas que maduran antes y es por ahí por donde empiezan a ponerse malos.
Sandías
Pueden ser negras o rayadas, con o sin pepitas.
Para elegir una sandía en su punto,
- Al golpearla con los nudillos debe sonar a “hueco”.
- Por su gran tamaño, es habitual que en algunas fruterías las vendan por trozos, si decidimos comprarla así, conviene asegurarse de que la carne es firme y jugosa.
- Si no la vamos a consumir rápidamente, la mejor elección son las sandías sin pepitas o bajas en pepitas, ya que es alrededor de éstas por donde la sandía empieza a ponerse mala.
- Al igual que con los melones, sabremos si una sandía está madura si la mancha de la cáscara que ha estado en contacto con el suelo es de color amarillo. Una mancha blanca o verdosa indica que fue recogida antes de tiempo y estará sosa.
Finalmente y como dato curioso, informaros de que existen aplicaciones para smartphones que nos ayudan en la tarea de escoger la sandía perfecta. Yo he probado en Android una que se llama Watermelon Prober y he de reconocer que si no hay mucho ruido externo funciona bastante bien.
Y vosotros, ¿conocéis algún otro truco para elegir melones y sandías en su punto? Si es así, contádnoslos que somos todo oídos, o más bien ojos 🙂