El mejor restaurante coreano de Los Ángeles y el fenómeno que vive su cocina alrededor del mundo

El mejor restaurante coreano de Los Ángeles y el fenómeno que vive su cocina alrededor del mundo

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El mejor restaurante coreano de Los Ángeles y el fenómeno que vive su cocina alrededor del mundo

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Un buen ejemplo es Baroo, en el Distrito de las Artes de Los Ángeles, todo un símbolo de la evolución de la cocina coreana en la ciudad. El restaurante del chef Kwang Uh y su esposa Mina Park, se ha convertido en un referente de la gastronomía coreana moderna con una propuesta que combina innovación y técnica, reafirmando su lugar como una de las expresiones culinarias más dinámicas del mundo.
Con un precio de $110 por persona, Baroo equilibra la alta cocina con una accesibilidad relativa en el competitivo mundo de los menús degustación. Este enfoque consciente refuerza su compromiso de ofrecer una experiencia de calidad sin perder de vista su responsabilidad hacia la comunidad. Con su mezcla de tradición, innovación y narrativa, Baroo se ha convertido en el mejor restaurante del año según Los Angeles Times.
Baroo.

Baroo.

Una narrativa en cinco elementos

 Un único menú degustación fundamenta la filosofía de la que se nutre Baroo.  Cuidadosamente diseñado para ser mucho más que una serie de platos, está inspirado en los principios filosóficos coreanos de yin y yang y los cinco elementos (agua, fuego, madera, tierra y metal) y ofrece un viaje conceptual que explora las etapas de la vida.
 
Platos como el ssam de lenguado frito, envuelto en lechuga con shiso rojo, emulsión de grosella y algas, evocan texturas y sabores que sorprenden por su complejidad. La vieira de Hokkaido en salsa de berros con gelatina de algas y arroz inflado ilustra la precisión técnica y la creatividad que definen la cocina de Uh. Cada preparación no solo destaca por su presentación visual impecable, sino también por su capacidad para equilibrar lo tradicional y lo contemporáneo.
El menú culmina con postres como el bingsu de acedera con panna cotta de melón coreano, una combinación de frescura y cremosidad que resume la filosofía del restaurante: una experiencia de renovación y deleite. Además, ofrece interesantes opciones de maridaje que complementan la experiencia. Desde vinos seleccionados con precisión hasta cócteles coreanos innovadores, como el omija, elaborado con soju de maesil y txakolina, cada bebida refuerza la narrativa del plato que acompaña.

El arte de la fermentación y el respeto por el ingrediente

La cocina de Baroo se distingue por su enfoque en la fermentación, una técnica central en la tradición coreana que el chef Kwang Uh lleva a nuevas alturas. Desde salsas a base de suero de leche y hierba de limón hasta kimchis que profundizan en la esencia del umami, cada elemento del menú refleja un profundo respeto por el ingrediente y por el tiempo necesario para desarrollarlo.
 
El chef Kwang Uh y su esposa Mina Park dirigen Bsroo.

El chef Kwang Uh y su esposa Mina Park dirigen Bsroo. Silvia Razgova

Uh, quien perfeccionó estas técnicas durante su formación en cocinas globales y en el templo budista Baekyangsa en Corea del Sur, transforma elementos simples como algas, setas y vegetales en creaciones sofisticadas. Este enfoque no solo amplía los horizontes del sabor, sino que también conecta a los comensales con una narrativa más amplia sobre sostenibilidad y autenticidad.

K-Food: de las calles de Seúl al mundo

El éxito de Baroo es parte de un movimiento más amplio que posiciona a la K-Food como una tendencia global.  La música (K-pop), el cine (con éxitos como Parasite) y la moda han preparado el terreno para que los sabores coreanos encuentren su lugar en las mesas internacionales. Platillos icónicos como el kimchi, el bulgogi y el bibimbap son ahora tan familiares en Occidente como los tacos o el sushi. 
 
La combinación de sabores intensos, fermentados y picantes, junto con su presentación visual, han sido clave para captar la atención de su creciente público. Restaurantes innovadores en ciudades como Nueva York, Londres, Tokio y Barcelona están reimaginando la cocina coreana, utilizando ingredientes como el gochujang, el doenjang y el maesil en contextos inesperados.
 
Más allá del gusto, la K-Food también está dejando una marca cultural significativa. Su énfasis en la comunidad, como se ve en los banquetes familiares tradicionales y en la práctica del compartir banchan (acompañamientos), resuena con valores universales. Al mismo tiempo, los chefs coreanos modernos, como Kwang Uh, están utilizando la comida para explorar temas como la identidad, la sostenibilidad y la innovación, conectando con audiencias globales de formas profundamente personales.

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