¿Qué hacer con las sobras del roscón? La mejor receta para aprovechar este postre de Reyes: deliciosa y en sólo 5 minutos

La Navidad terminó y volvemos cabizbajos y resignados a nuestros respectivos trabajos, aunque con cientos de buenos propósitos de año nuevo que incumpliremos antes de que termine el mes. Los días de cava y turrón acabaron, pero nos quedan tropecientos tuppers de restos de comida y algunas sobras de roscón de Reyes que nos recuerdan que todo aquello fue real, por muy lejano que nos parezca ahora. 

Ni croquetas ni canelones: la receta para aprovechar las sobras de la carne de Navidad que siempre triunfa en mi casa

Sí, ese roscón reseco que nos juzga y observa desde la encimera es una prueba de que las vacaciones existieron. De hecho, podemos alargar su vida y reciclar sus migajas para sentir que todavía vivimos en un tiempo carente de estrés y responsabilidades laborales. ¿Cómo? Con esta sencilla receta de aprovechamiento que te ayudará a apurar hasta el último aliento de este delicioso dulce con aroma a agua de azahar. 

La receta más fácil para aprovechar los restos del roscón

Este truquito para sacarle partido a las sobras de tu roscón de Reyes no tiene mucho misterio, pero es una forma fácil de evitar el desperdicio alimentario. Consiste básicamente en cortar el roscón sobrante en rodajas medianas similares a las del pan y tostarlas en la tostadora, en la plancha, en la sandwichera o en una sartén embadurnada de mantequilla.

Haciendo esto obtendrás rápidamente unas tostadas de roscón que puedes tomar solas junto a tu café o acompañadas de mermelada, jamón york y queso (a modo de sándwich), o cualquier otro ingrediente que te apetezca y que pienses que combine bien. Llevar a cabo esta pequeña elaboración no te llevará mucho tiempo, cinco minutos a lo sumo.

Otra manera bastante sencilla de darle una segunda vida a nuestro roscón es transformarlo en un batido. Para ello habrás de desmenuzar los trozos de roscón, mezclarlos en una licuadora o batidora con leche fría, una bola de helado de vainilla y un poco de nata montada. Cuando esté listo, lo puedes servir decorándolo con nata montada y ralladura de naranja. 

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