Mucho antes de que los americanos firmasen su declaración de independencia, siglos antes de que Cristóbal Colón descubriese el nuevo mundo o Gutemberg inventase la imprenta, los alemanes ya habían empezado a perfeccionar el arte de fabricar cerveza.

Hoy vamos a hablar de Weihenstephan, una fábrica de cerveza que puede presumir de ser la cervecera más antigua del mundo. Se encuentra en lo más alto de la colina Naehrberg en Freising, una pequeña ciudad al norte de Munich en lo que originalmente había sido un monasterio benedictino  fundado en el año 740 D.C.

Casi 1000 años haciendo cerveza en la cervecera más antigua del mundo

En el año 1040, Abbott Arnold obtuvo la correspondiente licencia para fabricar cerveza en el monasterio y, desde entonces, a pesar de cuatro incendios, tres epidemias y un terremoto de magnitud considerable, han seguido fabricando cerveza sin parar durante casi mil años.

Weihenstephan no es solo la cervecera más antigua del mundo, sino que también ha sido durante todos estos años un importante centro de investigación sobre las técnicas y las tecnologías empleadas en la elaboración de la cerveza. Hoy en día, la entrada a la Universidad Técnica de Munich se encuentra al otro lado del patio de las oficinas de la cervecera.

La ciencia de la elaboración de la cerveza

La tradición académica empezó en el año 1852 cuando el Instituto Nacional de Agricultura fue reubicado desde la localidad de Schleissheim a la de Weihenstephan y junto con él se trasladaron algunos cerveceros aprendices bávaros. En 1895 el instituto se convirtió en una academia y el 1919 pasó a ser un Centro de Estudios Superiores de Agricultura y Elaboración de Cerveza.

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En 1930 la institución pasó a formar parte de la Universidad de Munich y, aunque se ofertan varias titulaciones relacionadas con el mundo de la cerveza, las dos más populares son las de maestro cervecero e ingeniero de cerveza.

La relación de esta cervecera con la universidad tiene también la ventaja de que la mayoría de los guías turísticos suelen ser estudiantes con amplios conocimientos sobre el mundo de la cerveza.

En cuanto al interior de la fábrica de cerveza, la disposición apenas ha variado con el paso de los siglos, las salas de producción y almacenamiento tienen el mismo aspecto que tenían hace cientos de años. Las únicas diferencias son que ahora se emplean depósitos de acero inoxidable en vez de barriles de madera y todo el proceso de fabricación y que todo el proceso está informatizado.

¿Cómo funciona la cervecera más antigua del mundo?

En la actualidad se elaboran 12 tipos de cervezas, aunque el 88% de la producción de Weihenstephan corresponde a la cerveza de trigo. En total, la producción anual es de 230000 hectolitros, que no es mucho si se compara con la producción de las grandes cerveceras internacionales, por poner un ejemplo, la norteamericana Budweiser, solo en la planta de San Luis produce 1,2 millones de hectolitros y, además, posee otras 11 plantas a lo largo de todo el país.

Como es habitual en Alemania, las botellas de cerveza se reutilizan, por lo que el proceso empieza con la llegada del camión que trae las cajas de cerveza, cada una con botellas vacías.

A continuación las botellas pasan a una cinta transportadora, y son inspeccionadas a mano para retirar aquellas que no sean de la marca. De la cinta pasan a un lavavajillas gigante en la que se lavan a alta temperatura para higienizarlas y retirar las etiquetas antes de que sean enviadas a la zona de recarga.

La planta es capaz de llenar 10 botellas por segundo, es decir, 36000 botellas por hora.

¿Qué es lo que hace que una cerveza se pueda considerar alemana?

La cerveza alemana debe cumplir lo que se conoce como ley de pureza o Rheinheitsgebot que dice que al elaborar cerveza solo se permite añadir 3 ingredientes que son agua, malta y lúpulo, aparte de las levaduras necesarias para la fermentación.

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