Ni de limón ni de naranja, así es la receta de polos ligeros y fresquitos que no pueden faltar en tu congelador

Si te gustan los helados y los polos, comprarte unos moldes para hacerlos en casa es una de las mejores inversiones que puedes hacer. Son baratísimos y dan muchísimo juego para hacer todo tipo de helados controlando los ingredientes.

Simplemente triturando fruta hasta hacerla puré y congelándola, tenemos la triquiñuela perfecta para que los más reacios a comer fruta se la coman con más alegría. Son facilísimos de hacer y una muy buena solución para utilizar fruta que esté tan madura que, si no hacemos algo con ella pronto, tendremos que desecharla.

Los pequeños de la casa también pueden ayudar rellenando los moldes y escogiendo algunas frutas para decorar, de manera que la elaboración puede ser también un momento para compartir en familia.

Y me atrevería a decir que lo mejor de todo es que, si hacemos muchos en una tarde un poco aburrida, además de servir como entretenimiento, durante los siguientes días podremos disfrutar de nuestros polos sin más esfuerzo que el de abrir la puerta del congelador. Hacer helados es hacerle pequeños regalos a nuestro yo del futuro. Y en los calurosos días de verano llegan como caídos del cielo.

Helados nutritivos para toda la familia

La receta de hoy nos la propone Bollo, seguro que más de una vez has visto sus melones en las fruterías. Son famosos por seleccionar a los mejores agricultores con las tierras de mejor calidad para cultivar melones que recolectan cuando están en su punto para que siempre estén ricos. Por eso sus melones ganan premios cada verano. Para que te hagas una idea, su melón "piel de sapo" ha sido elegido 'Sabor del año 2024' por los consumidores españoles y con este ya van ocho años seguidos.

Es una receta dulce, pero en la que no usaremos azúcar refinado, solo una pequeñísima cantidad de edulcorante -si no eres especialmente goloso puedes prescindir de él- y los azúcares naturalmente presentes en la fruta. Aparte de ésta, utilizaremos otros alimentos nutritivos como los frutos secos o el yogur. Así nuestro postre será una buena alternativa a otras opciones ultraprocesadas.

Comer melón, la forma más deliciosa de hidratarse en verano

Una porción comestible de 100 g aporta solo 28 calorías y es una de las frutas con menos azúcar y más agua (un 92 %). Esto quiere decir que es, literalmente, agua saborizada que trae minerales y vitaminas de serie. Justo lo que necesitamos en verano para mantenernos bien hidratados.

Entre sus nutrientes destaca en contenido en vitamina C, folatos y potasio.