La reina Letizia 'engaña' a su diseñador de toda la vida
La reina consorte juega 'a dos bandas' en lo que a estilismos se refiere. Su modisto de cabecera deja sitio a otras jóvenes promesas que intentan hacerse un hueco en el armario 'real'.
11 agosto, 2016 00:58Noticias relacionadas
Una vez al mes. Ésa es la frecuencia con la que la reina consorte Letizia (43 años) se acuerda del que hasta ahora ha sido su modisto de cabecera, el diseñador Felipe Varela (48). En los dos últimos meses, se pueden contar con los dedos de una mano las ocasiones en las que doña Letizia abrió su armario y eligió uno de los diseños del madrileño.A mediados de junio se enfundó un vestido rosa empolvado del diseñador para un acto castrense en Salamanca.
Después, volvió la sequía Varela. La última reconciliación con el modisto llegó durante la entrega del Premio Fundación Consejo España-India el pasado 12 de julio. Para tal ocasión la esposa de don Felipe (48) decidió estrenar modelo. Por todo lo alto. Se avecinaban cambios.
Aquel gesto parecía premonitorio, una suerte de broche de oro a una etapa que se inició meses antes de su boda con Felipe de Borbón. Letizia guardaba otro sastre en la manga. Por fin, ha abierto su armario a nuevos diseñadores patrios.
AIRES NUEVOS EN ZARZUELA
Cuando la nuera del rey Juan Carlos (78) entró a formar parte de la Primera Familia, la recomendación de la reina Sofía (77) fue que buscara un modisto de cabecera español, de perfil bajo, poco conocido, discreto y leal. Así lo hizo Letizia y, contra todo pronóstico, no se decantó por Lorenzo Caprile (49) -famoso es el vestido que lució durante la boda de Federico (48) y Mary de Dinamarca (44)-, sino por Felipe Varela.
El cuasi monopolio ejercido por éste durante más de una década parece resquebrajarse ahora. Si bien es cierto que la reina consorte ha lucido en multitud de ocasiones trajes de otras firmas como Ailanto, Carolina Herrera, Adolfo Domínguez, Utërque, Mango, Nina Ricci, Zara, Massimo Dutti o Hugo Boss, entre otros, de un tiempo a esta parte doña Letizia ha abierto su armario de par en par y ha dejado que los nuevos aires -y diseñadores- patrios entren en él.
La firma mallorquina Cortana fue la antesala. Doña Letizia recurría al modelo Valentina para acudir a los Premios Ortega y Gasset de Periodismo. Y esta misma semana, optaba por un nuevo rostro, el vencedor de los Premios Nacionales de Moda 2015.
JUAN VIDAL, EL SASTRE REVELACIÓN
Fue precisamente en la ceremonia de entrega de esos galardones donde la esposa de don Felipe se fijó en Juan Vidal (36), un modisto alicantino que se inspira en grandes como Balenciaga y Armani para crear sus colecciones, que se venden por medio mundo.
Fue su padre el que le introdujo en el mundo de la moda. Años después, Vidal se convertía en un referente en el sector haciéndose un hueco en la Pasarela Barcelona, Gaudí Novias, Ego Cibeles y Madrid Fashion Week. Hasta Dolce & Gabanna le atrajeron a sus filas para formar parte de de la tienda de jóvenes creadores que tiene la firma en Milán.
Pese a su discreción inicial, el modisto no pudo evitar la tentación de gritar a los cuatro vientos que la reina consorte había recurrido a uno de sus diseños para su acto oficial en La Almudaina.
S.M. la Reina Doña Letizia en la
— Juan Vidal (@MrJuanVidal) 7 de agosto de 2016
Recepción ofrecida en el Palacio Real de La Almudaina con vestido Juan Vidal SS16 pic.twitter.com/i52fQAdAHN
Y por si eso fuera poco, hace unos días colgaba en su tienda online el vestido que lució doña Letizia, confeccionado en seda para su colección primavera-verano 2016. Eso sí, el vestido ya está rebajado a la mitad, pues inicialmente costaba 804 euros.
Con la elección de este vestido para la recepción de autoridades en Palma de Mallorca, la nuera de don Juan Carlos rompió con una tradición que venía durando ya demasiado tiempo: más de un lustro de monopolio estilístico de Felipe Varela.
¿Dónde se esconde Varela?
Independientemente de que el diseñador madrileño caliente banquillo a la espera de que la reina consorte vuelva a convocarle como titular de sus diseños, la situación por la que atraviesa la firma en general no es la que pudiera esperarse para un modisto de cabecera real, a juzgar por los últimos movimientos de la empresa familiar.
Anunciaron remodelación online -la web sigue igual y las redes sociales apenas se actualizan- y una modernización de la marca que no se ha llevado a cabo. Avanzaron una expansión internacional que está por ver y, por si fuera poco, la compañía se enfrenta a desavenencias internas y al pago de varios acreedores.