"¿Papá, ¿cómo se llama la cabra?". Fue la frase de la jornada, la anécdota que eclipsó cualquier vano intento por captar la atención de ese día. Quedó claro que la auténtica protagonista de la pasada edición del Día de la Hispanidad fue la princesa de Asturias, Leonor de Borbón (10 años). Ella y la cabra, evidentemente. Ni Letizia ni las sonadas ausencias. Todo apunta a que este año se repetirá la historia.
Sólo que este año la cabra ya no llevará por nombre Pablo, que tantos comentarios y bromas suscitó en las redes sociales en 2015, ni Paco (2014), sino Miura, la mascota de la Bandera Millán Astray, X de la Legión y perteneciente a los legionarios con base en Ronda del Tercio Alejandro Farnesio. Nada de chistes esta vez ni de comparaciones con el líder de Podemos, con el que la anterior cabra comparte nombre y quien por segundo año se ha negado en rotundo a asistir.
El desfile comenzará pasadas las 11 de la mañana. Tal y como ha confirmado Zarzuela a este medio, acudirán los reyes Felipe (48) y Letizia (44) junto a sus dos hijas. Los cuatro se colocarán en una tribuna ubicada en la Plaza de Neptuno (Cánovas del Castillo), desde donde presenciarán el homenaje a la Bandera Nacional y la parada militar del desfile terrestre y aéreo.
Ya a la una de la tarde, se arriará la bandera nacional en la plaza de Colón y posteriormente los reyes se dirigirán al Palacio Real, donde tendrá lugar la recepción a autoridades conmemorativa del Día de la Fiesta Nacional. Allí ya no estarán sus hijas para acompañarles, pues una vez que termine el desfile las pequeñas regresarán a Zarzuela.
Los 12 años de Letizia en anécdotas curiosas
A lo largo de estos más de dos lustros de desfile a los que ha acudido la reina Letizia se han sucedido los chascarrillos y las anécdotas, también motivadas por el vestuario de la royal.
Además de la protagonizada por Leonor y Sofía con la cabra de la Legión y de la desaparición de los duques de Palma de los actos del Día de la Hispanidad, en el imaginario colectivo aún permanece el tropiezo real de don Juan Carlos (78) durante el último desfile que presidió como jefe del Estado.
El monarca emérito no calculó correctamente cuando se disponía a descender de la tribuna y estuvo a punto de perder el equilibrio y caer al suelo. Suerte que reaccionó a tiempo y evitó que el traspiés fuera a mayores.
Precisamente ese mismo año, la Familia Real fue fuente de comentarios y controversia, sobre todo tras la decisión de relegar a la infanta Elena (52) a la tribuna de invitados en lugar del palco real en el que se encontraba el resto de su familia. La duquesa de Lugo fue la principal víctima colateral del arrinconamiento mediático de la infanta Cristina (51) e Iñaki Urdangarin (48), a los que la Casa Real apartó de la agenda oficial a modo de cortafuegos y a fin de blindar la institución del escándalo del Caso Nóos.
Un año después, en 2013, don Juan Carlos ni siquiera acudió al desfile. Su delicado estado de salud le mantuvo en Zarzuela mientras su hijo y su nuera tomaban el relevo y asimilaban de facto las nuevas funciones, algo que harían por derecho tan solo un año después tras la abdicación y posterior proclamación del nuevo rey. Eso sí, la reina Sofía no quiso perderse la recepción oficial de 2013 y acudió junto a los actuales reyes. Sería su última vez.
En 2014, el primero que protagonizaban Felipe y Letizia ya como reyes de pleno derecho, hubo una persona ajena a la Familia Real que logró acaparar todas las miradas, al margen de los reyes y las infantas. Se trata de Mariló Montero (51), una de las 3.000 invitadas al besamanos del Palacio Real con motivo de la proclamación de don Felipe. Con un vestido blanco y corto con transparencias llamó poderosamente la atención del entonces jefe de la Casa Real, Rafael Spottorno, y sus acompañantes, a juzgar por las fotografías que circulan sobre el momento.
Ese año, y los que estaban por venir, los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía desaparecieron de los actos conmotivo del Día de la Hispanidad. Les sustituyeron las infantas Leonor y Sofía que forman junto a sus padres el núcleo duro de la Familia Real.