Alegre, curiosa y reflexiva. Si alguien cercano a Leonor de Borbón (11 años) tuviera que describirla con sólo tres palabras, probablemente elegiría éstas. Son las que mejor definen, sin duda, a la princesa de Asturias. La mujer que algún día reinará en España posee ya algunas de las virtudes que mejor le van a ayudar a ejercer su labor: templanza, paciencia y prudencia, todas ellas heredadas de su padre, Felipe VI (49) y que chocan con el carácter más enérgico y vivaz de su hermana Sofía (10) y de su madre.
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La forma de expresarse de Leonor define su carácter tranquilo, aunque también lo hacen sus aficiones, algunas de ellas de lo más curiosas. Poca gente sabe, por ejemplo, lo bien que se le da la informática. Como buena nativa digital, se interesa por los aspectos relacionados con la programación y la robótica y está completamente integrada en la sociedad 3.0 en la que ha nacido, tal y como revela la revista Tiempo.
El cine es otra de sus pasiones, aunque en este caso sus padres orientan ligeramente el tipo de películas más adecuadas para su formación educativa. Así, según ha confesado la propia Letizia (44) en espontáneos corrillos, el cine de animación de Mizayaki (76), director de El viaje de Chihiro, y las películas de Akira Kurosawa forman parte de su videoteca particular en su residencia de Zarzuela.
Cuando los cuatro miembros de la familia van al cine, suelen optar por las películas infantiles más comerciales del momento, pero no se olvidan de los documentales de animación. En ocasiones, Leonor acude junto a su hermana y su madre a la Filmoteca de Madrid. Allí se divierte con proyecciones como El mago de Oz. Pero también frecuentan los teatros alternativos de la capital, lo que confiere a la princesa una amplitud de miras de la sociedad en la que reside que le será muy útil cuando crezca.
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Son los propios reyes los que se afanan en inculcar a sus dos hijas otro tipo de literatura complementaria a la escolar. Entre los libros que adornan las estanterías de su hogar se encuentran obras de James M. Barrie (autor de Peter Pan), Lewis Carroll (Alicia en el país de las maravillas), J. R. R. Tolkien (El señor de los anillos), Charles Dickens (Cuento de navidad), Robert Louis Stevenson (La isla del tesoro).
Lo cierto es que Leonor puede permitirse ampliar sus horizontes literarios, teniendo en cuenta que siempre ha sido una buena estudiante, tremendamente responsable y muy consciente de sus obligaciones, tanto escolares como institucionales. A punto de terminar la etapa de primaria, la princesa de Asturias lleva al día sus deberes al tiempo que se forma en varios idiomas, entre ellos el chino. El inglés lo domina perfectamente y poco a poco sus padres la introducen en el conocimiento de las distintas lenguas del estado.
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La música y el baile son otras de las disciplinas que más le apasionan. Practica ballet desde hace años, aunque no deja de lado los deportes, sobre todo el esquí. Han sido ya varias las ocasiones en las que se ha dejado ver junto a su familia por diversas estaciones, tanto dentro como fuera de España.
Comparte con su hermana la afición culinaria y juntas acuden a cursos de cocina y repostería, como ocurrió el pasado fin de semana, que asistieron a DStage para disfrutar de una formación dirigida a los niños. Pero es con su abuela paterna con quien tiene en común una de sus mayores pasiones: los animales. No en vano, cuando tomó la Primera Comunión sus padres le regalaron una perra de raza labrador color chocolate llamada Sara, a la que adora y cuida con devoción y responsabilidad.
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