Ernesto Augusto Jr. (33 años) y Ekaterina Malysheva (29) se darán el 'sí, quiero' este sábado 8 de julio en una ceremonia que tendrá lugar en la iglesia del Mercado de Hannover. La fiesta posterior se trasladará al castillo de Herrenhäuser, ubicado a diez minutos de la parroquia. A la boda asistirán grandes representantes de la realeza europea. Se ha publicado que acudirá el rey Felipe VI (49), padrino de bautismo del joven, aunque la Casa Real española ha señalado a EL ESPAÑOL no tener constancia de ello. Sin embargo, las ausencias son mucho más significativas puesto que no acudirán ni su padre, Ernesto Augusto de Hannover (63), ni Carolina de Mónaco (60). De hecho, los festejos nupciales ya han comenzado y ninguno de los dos se ha dejado ver.
Los novios han celebrado la boda civil este viernes. Oficiada por el alcalde de Hannover, Stefan Schostock, ha sido una celebración íntima, con una treintena de invitados, en la que el hermano, Christian de Hannover, y Julio Santo Domingo han ejercido como testigos. Para la ocasión, Ekaterina ha llevado un vestido en tono crema con acabado nacarado e inspiración lencera diseñado por la libanesa sandra Mansour. Él ha lucido un traje de color oscuro y corbata en tono morado como se aprecia en las imágenes que se han facilitado.
Según el diario Handelsblatt, entre las razones de Ernesto de Hannover para no asistir a la boda de su hijo está la mala relación que mantiene con él. Ambos tienen una guerra abierta desde hace años y ahora el príncipe Hannover pide a su descendiente que le devuelva todos los regalos que le ha hecho desde 2004, incluido el castillo de Marienburg, sede de la familia. Además, reclama judicialmente a su heredero el puesto que éste le arrebató en 2012 en la Fundación Duque de Cumberland. "No ha sido fácil para mi tomar esta decisión, porque involucra a mi hijo. Pero me he visto obligado a hacerlo porque está en juego la preservación de los intereses de la Casa Hannover, incluidos valiosos bienes culturales que son propiedad de la casa desde hace siglos", aseguró Ernesto de Hannover en el diario económico alemán.
Otra de las consecuencias de la mala relación entre padre e hijo es que Ernesto de Hannover no ha autorizado el enlace matrimonial. Por tanto, y según las reglas de la Casa Hannover y Windsor, los descendientes que tengan la pareja estarán excluidos de la línea de sucesión. La última vez que se vieron frente a frente fue hace unos días en el enlace de Hermann Prinz zu Leiningen, sobrino de Ernesto de Hannover, con Isabelle Heubach.
Las razones de Carolina de Mónaco
Carolina de Mónaco será otra de las grandes ausentes en la boda de Ernesto Augusto Jr. y su prometida Ekaterina Malysheva. La condesa Leontine von Schmettov, una de las expertas en aristocracia que presenciará el enlace y relatará todos los detalles de este gran evento, ha adelantado en la cadena NDR que ya está confirmado que la princesa no acudirá. "Sabemos que Carolina de Mónaco, definitivamente, no vendrá. Era previsible que, debido a su gran tirón mediático, no quisiera relegar a un segundo plano a la madre biológica del novio, Chantal Hochuli".
La mayor de los Grimaldi parece que tampoco quiere avivar el morbo con su presencia. De ir, una de las imágenes más buscadas sería la de ella y Chantal juntas. Cabe recordar que Carolina se enamoró de Ernesto cuando éste aún estaba casado con Chantal, que a su vez era una de las amigas íntimas de la princesa de Mónaco.
La feliz pareja
Los novios viven ajenos a las polémicas que están salpicando su boda. Al heredero de Ernesto de Hannover le preceden años de discreción y saber estar. La pareja está centrada en su gran día para el que quedan apenas unas horas. Su enlace será el broche de amor a casi seis años de relación. "Se quieren mucho y hacen una pareja ideal", confesó una fuente cercana a la familia a ABC a finales del pasado año. "Están todos muy felices con la boda. Además, Ekaterina se lleva muy bien con su futura suegra, Chantal Hochuli. Se han hecho muy buenas amigas", añadieron. Un testimonio que la propia protagonista confirmó en una entrevista a la revista W: "La madre de mi novio es un icono de estilo para mí. Es elegante y cool a la vez, tiene un estilismo al que todos deberíamos aspirar. Y hace los mejores regalos".