Siguiendo el resonar de los tacones de la reina Letizia (45 años), apenas seis días después del encuentro internacional más esperado del año, es ahora Rania de Jordania (47) quien irrumpe de nuevo en la Casa Blanca para una reunión con la primera dama de Estados Unidos, Melania Trump (48).
Los reyes de la dinastía hachemita, Abdallá II (56) y Rania, acuden este lunes a Washington DC para hablar con los Trump "sobre asuntos de mutua importancia, incluyendo el terrorismo, la amenaza desde Irán y la crisis con Siria, además de trabajar para conseguir una paz duradera entre israelíes y palestinos", según informa en un comunicado la Secretaría de Prensa de la Casa Blanca.
El matrimonio de Jordania fueron los primeros monarcas que tuvieron un meeting con los entonces recién estrenados presidentes de la primera potencia el pasado abril de 2017. En aquella ocasión, y a tenor de unas imágenes de la monarca saliendo de la Torre Trump de Nueva York se rumoreó incluso con la posibilidad de que Rania estuviese instruyendo a Melania e Ivanka (36), hija de Trump dispuesta a seguir sus políticos pasos, en cómo realizar las perfectas funciones de una First Lady.
La visita tuvo bastante más fundamento y trascendencia que la primera y última de la reina Letizia. Melania llevó a Raina de Jordania a una escuela concertada sólo para niñas en el Distrito de Columbia, donde tuvieron ocasión de hablar con profesores y padres de alumnas centro educativo. Cabe recordar que la educación de los menores es uno de los compromisos a los que se ha consagrado la esposa del presidente en este primer mandato, interés y prioridad que comparte no solo con la reina de España sino también con la de Jordania, con quien este lunes tiene su segundo encuentro oficial en apenas un año.
Primavera de 2017 y el foco del ojo mundial estaba puesto sobre el apretón de mano de los líderes y la eclosión de estilo global entre dos de las mujeres más aclamadas y comparadas por la prensa especializada. Melania y Rania lucieron sus mejores galas acordes al protocolo, combinado con un encuentro de viaje oficial, la representación del Gobierno de un país y la monarquía del otro.
Melania optó por un vestido verde esmeralda firmado por Hervé Pierre, mismo diseñador que la vistió de blanco inmaculado para el baile inaugural de presidencia. Cinturón de piel en negro azabache con hebilla dorada a la altura de la cintura y unos salones de charol de Christian Louboutin.
La reina de Jordania recurrió a un dos piezas de seda en color negro: blusa oscura con cuellos blancos y falda lápiz con un finísimo ribete dorado. Pese a que los expertos en protocolo relativos a este tipo de encuentros hablaron de la victoria de Rania sobre el estilo de Melania, lo cierto es que la imagen fresca que mostraba la primera dama de América distaba mucho del recatado outfit de su 'rival'..
Y no solo en el tejido de seda sino también en el tono, mucho más adecuado para la noche. Además, se observaban determinadas holguras en la prenda superior de Rania, algo a lo que no acostumbra. Si algo resaltó de su look fue el Leather Chain en Damier de Louis Vuitton, un bolso cuyo precio era 1.920 euros y que actualmente se encuentra agotado. ¿Habrá sorpresas en la puerta Sur de la Casa Blanca en este nuevo choque de trenes estilístico?
[Más información: Letizia se esfuerza con la mejor de sus sonrisas y bate a Melania con la sencillez]