Después de unas semanas repletas de magnos actos como el 80 cumpleaños de la reina emérita Sofía (80 años) o la primera intervención pública de Leonor (13) leyendo la Constitución, este martes el rey Felipe (50) ha sido el encargado de presidir la inauguración de la exposición Cartas al Rey. La medición humanitaria de Alfonso XIII en la Gran Guerra.
Sin la compañía de la reina Letizia (46), y un día antes de que la revista Lecturas desvelara la intención de su hermana, la infanta Cristina (53), de divorciarse de Iñaki Urdangarin (50), Felipe VI ha continuado con sus quehaceres institucionales y ha rendido homenaje a su bisabuelo, ajeno a todo el escándalo que se avecinaría horas más tarde.
Organizada por el Patrimonio Nacional y la Fundación Banco Santander, la muestra se ha celebrado con motivo del centenario de la Primera Guerra Mundial. En medio de este contexto, el rey Alfonso XIII realizó una labor benefactora, prácticamente desconocida en la contienda de principios del siglo XX, en especial ayudando a Bélgica, Francia o Alemania.
El rey durante su acto este martes.
El monarca ha estado acompañado en todo momento por el Ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, además de contar con la compañía del presidente de la Fundación Banco Santander, Antonio Escámez, y embajadores de diferentes países.
Felipe VI ha recorrido la exposición comenzando con el descubrimiento de una placa conmemorativa a su bisabuelo en el Archivo General del Palacio Real de Madrid. Entre las fotografías y documentos de Cartas al Rey. La medición humanitaria de Alfonso XIII en la Gran Guerra, es de destacar las cartas de familiares que pedían auxilio al soberano para encontrar a soldados desaparecidos o evitar ejecuciones.
Los motivos tras el divorcio, según la revista
La infanta e Iñaki en montaje JALEOS.
Tal como ha deslizado este miércoles la publicación, esta ruptura obedecería a una de las condiciones que le habrían impuesto en Zarzuela a Cristina para volver a formar parte de la Familia Real, según detalla Pilar Eyre (67). Cristina sigue considerando a su marido inocente de los cargos que se le imputan por el caso Noos y que le han llevado a la cárcel. Sin embargo, además de la 'condición real', la infanta no habría podido olvidar que le fue infiel con la mujer de uno de los testigos de su boda, explica la revista. Por el momento, la infanta está buscando piso en Madrid, una mudanza que se espera para el próximo curso.
Se dilata el momento del traslado para evitar que los estudios de sus dos hijos menores se vean afectados. Este distanciamiento en el matrimonio también se ha sentido en las visitas de Cristina a la cárcel de Brieva, donde cumple su pena el exjugador de balonmano. Aunque sigue llamándolo, las visitas a la prisión se han ralentizado, tanto de ella como de sus hijos.
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