Pongamos una fecha en rojo en nuestro calendario, el 21 de abril. Será entonces cuando vivamos uno de los momentos más esperados por cualquier fan de la reina Letizia (47), el duelo, esta vez en serio, con Melania Trump (49). En dos meses la Reina y la Primera Dama de Estados Unidos tendrán un encuentro de verdad, una batalla en la que para ganarla van a tener que sacar toda la artillería pesada de sus armarios y joyeros. No es que sea importante por ser la primera vez; Letizia ya estuvo en la Casa Blanca en junio de 2018 cuando los Reyes se encontraban de visita oficial en Norteamérica e hicieron un pit stop en la residencia de los Trump.
Entonces ambas mujeres tomaron el té mientras sus maridos debatían sobre la situación de sus países en el Despacho Oval, cosa que a la consorte no le sentó nada bien. "Pero te diré que el encuentro le resultó muy interesante y la Primera Dama y ella pudieron hablar de muchas de las cosas que tienen en común. A pesar de que muchos comentaran que la Reina no tenía ganas de ir, que era cierto, una vez allí la sintonía entre ambas fue evidente y promete que esta vez volverá a ocurrir", nos confiesa una persona muy cercana a Letizia.
Esta vez nada de té. Se trata de un viaje de Estado. Felipe VI (52) y Letizia serán recibidos en la Casa Blanca con una cena de gala y eso es motivo de celebración para los seguidores de la Reina. El protocolo de dicha cita en los comedores oficiales de la residencia Trump es claro: los hombres y las mujeres, de gala. Hay que tener en cuenta que en términos de los americanos la gala en ellos no es chaqué, el traje no entra dentro de los armarios de Estados Unidos; y sí el esmoquin de pajarita blanca. Ellas tendrán que ir de largo, vestido de fiesta.
"Ya sabes que a la Reina le gusta sorprendernos. Si todo el mundo espera un gran estreno para esa noche con la mejor tiara de las joyas de pasar de la Familia Real, ella va y repite un traje y luce la diadema más sencilla que tenga. Pero como ir de mujer florero le gusta todavía menos, igual decide brillar por encima de la mujer de Trump. Veremos cómo se lo toma. Según se levante", añade la misma fuente.
El anuncio por parte de Estados Unidos de la invitación de Donald Trump (73) a los Reyes a la Casa Blanca le viene a la Corona en el momento que más lo necesita. Cuando parece que Pedro Sánchez (47) no pone la mirada en Zarzuela para nada, va Donald Trump y pone el punto de mira en El Pardo. El Presidente del Gobierno no ha ido a Washington todavía a ver al mandatario norteamericano, y para el monarca y su esposa se trata de la segunda ocasión en menos de dos años.
"Cuando es porque es poco, te quejas. Y ahora resulta que es mucho. El presidente del país más poderoso del mundo invita al Rey y nosotros vamos, Estados Unidos es un gran y potente aliado. Te recuerdo que solo ha recibido en visita de Estado a Reino Unido y Francia. Y como visita de Estado va el Jefe del Estado, es decir, el Rey", nos puntualiza una persona que trabaja en la Casa Real sobre el viaje.
Aunque todavía no se tiene muy claro la agenda de los dos días que van a pasar los Reyes en la capital norteamericana, es probable, como se hace siempre en este tipo de viajes, que los monarcas acudan al Congreso. Es habitual que Felipe aproveche la visita a los congresos de otros países, como ocurrió en México y en Francia, para dar un pequeño discurso. Si esto ocurre en abril, volvería a hacer historia como ya hizo su padre, Juan Carlos I (82), cuando delante de todos los congresistas habló de democracia en España, por primera vez, el 3 de junio de 1976.
El caso es que esperamos el mes de abril ya con la ansiedad de saber que tendremos cena de gala en la Casa Blanca, deseando que la Reina no se decida por el mismo vestido rosa chicle con el que luce en las fotos oficiales y soñando, ya que es gratis, que tengamos una escena en el salón de baile como la que protagonizaron Lady Di y John Travolta el 9 de noviembre de 1985. ¿Quién sabe? Puede que algún actor de Hollywood invitado a la celebración saque a nuestra Reina a bailar, aunque todos sabemos que el baile es cosa de Felipe VI.
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