Letizia (48 años) se ha consolidado como un icono del textil sostenible. Desde hace varios años, la Reina no solo ha recibido halagos por su buen gusto al vestir, sino también por reciclar su armario y repetir ropa en muchos de sus actos. Sobre todo, en aquellos que ha llevado a cabo en los últimos 12 meses, en los que la austeridad ha sido una constante. En casi todas sus apariciones, la mujer del rey Felipe (53) ha apostado por looks repetidos que ha completado con una importante pieza que se ha convertido en un clásico de su joyero. Se trata de su infalible anillo de Karen Hallam que empezó a decorar su mano en abril de 2019.
La joya en cuestión es un "aro inusual hecho a mano en plata maciza chapada en oro", valorado en 114 euros y diseñado, según pudo conocer JALEOS, 15 años antes de que Letizia lo luciera por primera vez. Aunque la Reina no es muy dada a llevar anillos porque le molestan al momento de saludar con la mano, no se ha separado de esta pieza por dos razones: es cómodo de llevar, elegante y favorecedor porque alarga los dedos -según explicó la diseñadora a este periódico- y fue un regalo que le hicieron sus hijas, Leonor (15) y Sofía (13).
La primera vez que la Reina llevó esta pieza fue el 24 de abril de 2019, durante un almuerzo ofrecido a una representación del mundo de las letras y celebrado en el Palacio Real. Desde entonces no se ha separado él y ha prescindido de las otras sortijas que forman parte de su joyero. Una de ellos, el anillo doble unido por pequeños diamantes en diferentes tonalidades de verde, que lució por primera vez en septiembre de 2017. Pese a que se convirtió en uno de sus clásicos en muchos de sus actos, tres años y medio después permanece olvidado en Zarzuela.
A este grupo se une el 'paréntesis' de Bvlgari que la firma italiana le regaló a Letizia con motivo del nacimiento de la infanta Sofía. El anillo, que está realizado en oro blanco de 18 quilates y pavé de diamantes, está valorado en 20.000 euros y forma parte de sus joyas más sofisticadas. De ahí que la Reina la haya lucido en muchos de sus actos.
En el joyero de la experiodista también destacan otros dos anillos que no lleva desde hace mucho tiempo. El primero, su alianza de matrimonio, con el que juró "amor eterno" al Rey de España. Aunque para muchos este gesto estaba relacionado con una supuesta crisis matrimonial con el monarca, la Reina aclaró en alguna ocasión que la razón por la que guardó esta significativa joya fue por la incomodidad y las heridas que le había provocado en los continuos apretones de manos de las diferentes recepciones. El segundo es su anillo de pedida, con el que aceptó comprometerse con Felipe VI y que ha quedado desterrado por un poderoso motivo.
En 2012, en el libro Urdangarin. Un conseguidor en la corte del Rey Juan Carlos, se desveló que Felipe VI -cuando todavía era Príncipe- eligió este anillo de Suárez por catálogo y pidió a su cuñado, el exduque de Palma, que lo recogiera en la joyería del Paseo de Gracia de Barcelona. Iñaki (53), finalmente, lo buscó en compañía de su exsocio, Diego Torres, quien lo animó a pagarlo con la tarjeta de Nóos, caso por el que el marido de la infanta Cristina (55) ha sido condenado. La joya en cuestión estaba valorada en 3.000 euros.
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