Cisma en el corazón de Jordania tras la gravísima acusación al príncipe Hamzah bin Husein (45 años), hijo mayor de la reina Noor (69), ex heredero a la Corona y hermanastro del actual rey jordano, Abdalá II (59).
Este pasado fin de semana, el viceprimer ministro jordano, Ayman Safadi, declaró en rueda de prensa que "los servicios de seguridad, a través de investigaciones exhaustivas, han hecho un seguimiento durante mucho tiempo a las actividades y movimientos del príncipe Hamzah bin al Husein, Sharif Hasan bin Zaid y Basem Awadallah y otras personas teniendo como objetivo la seguridad y estabilidad de la patria".
A continuación, unas imágenes del citado príncipe, hijo del fallecido rey Husein, en las que afirmaba encontrarse bajo arrestro domiciliario, daban la vuelta al mundo a través de los medios de comunicación y las redes sociales. Mirando fijamente a cámara, el primogénito de Noor declaraba que en la mañana del sábado el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armados acudió a su hogar para informarle de que no podía salir.
"Me informó de que no se me permitía salir, comunicarme con la gente o reunirme con ellos, porque en las reuniones en las que estuve presente, o en las redes sociales relacionadas con las visitas que hice, hubo críticas al Gobierno o al Rey", relató Hamzah. En estos instantes, el príncipe permanece a junto a su mujer, la princesa Basmah Bani Ahmad (42), y sus cinco hijos, cuatro niñas y un niño, todos menores de edad.
Ante tal escándalo, la reina Noor de Jordania, quien fuera consorte del país hachemita desde 1978 hasta 1999 ha roto en su silencio en favor de su hijo, su debilidad, el "deleite de mis ojos", según manifestó en público el malogrado soberano Husein sobre su primogénito.
"Rezando para que la verdad y la justicia prevalezcan para todas las víctimas inocentes de esta malvada calumnia. Dios los bendiga y los mantenga a salvo", ha posteado de reina Noor en su cuenta de Twitter, denunciando la situación por la que atraviesa su hijo, al que encuentra inocente de esta conspiración.
De origen norteamericano, nacida en Washington, aunque ascendencia siria, inglesa, sueca y escocesa, Lisa Halaby, para el mundo Noor de Jordania, conoció al rey Husein cuando fue contratada como arquitecta para dirigir el departamento de planificación y diseño de la compañía aérea Arab Air Services en la ampliación del Aeropuerto Internacional de Ammán.
Su historia de amor no fue más que un eco de la que vivieron Rainiero de Mónaco y la actriz Grace Kelly -de hecho, llegaron a calificarla de ser la Grace Kelly de Oriente-. Para sorpresa del mundo, en tiempos en los que se cree que Meghan Markle (39) ha sido la primera america en irrumpir en una casa real, esta prestigiosa arquitecta sin sangre azul ya se convertía en esposa de rey en 1978.
Lisa fue la cuarta esposa del rey Husein y en cuanto contrajeron matrimonio, el monarco le otorgó el nombre por el que se la conoce en la actualidad, Noor al-Hussein, que significa Luz de Husein. Noor fue la reina de Jordania desde el día que se casó con el soberano hasta el día del fallecimiento del rey, el 7 de febrero de 1999.
Fruto su amor nacieron cuatro hijos. El mayor, Hamzah bin Hussein, que está en el centro de la actualidad por haber participado, presuntamente, en un intento de golpe al rey Abdalá II, su medio hermano. El segundogénito, Hashim Bin Hussein (39), la tercera hija, la princesa Imán (37), y la benjamina, la princesa Raiyah (34).
La hija pequeña de los reyes Noor y Husein fue noticia el pasado verano tras contraer matrimonio con el periodista británico Ned Donovan (27), hijo de Teresa Dahl, nieto del afamado escritor Roald Dahl, y también nieto de Patricia Neal, ganadora del Oscar por su papel en Hud (1963).
En su biografía de Twitter, en la red social donde ahora defiende con uñas y dientes la inocencia de su hijo, la reina Noor de Jordania deja claro su postura y quién verdaderamente es. "Fiel hija de Abraham, ciudadana global idealista, funcionaria pública en movimiento perpetuo y madre orgullosa". Madre orgullosa de sus cuatro hijos, los cuatro vástagos que tuvo con el Rey.
Un Rey que, dos semanas antes de morir designaba a su primogénito, Abdalá, nacido de su matrimonio con la princesa Muna, como heredero del trono hachemí. El futuro rey no sería Hamzah, una decisión reflexionada y meditada, supuestamente, por la madurez de Abdalá frente a la de Hamzah, 18 años menor. "Apoyé plenamente su decisión", escribió Noor en sus memorias tras los comentarios suscitados en torno a su presunta molestia por el deseo de su esposo.
"Contrariamente a lo que afirmaban los rumores mediáticos –que yo había estado presionando a Hussein para que nombrase sucesor a Hamzah– yo siempre había defendido que Hamzah debía tener la oportunidad de ir a la universidad y de desarrollar sus facultades e intereses intelectuales", defendió la Reina en Memorias de una vida inesperada.
[Más información: Jordania acusa al príncipe Hamzah de estar tras un complot "para desestabilizar al Reino"]