"Soy hija del Egeo, una mediterránea. Lo que más echo de menos en Madrid siempre es el mar". Así describía la reina Sofía (82 años) el amor que siente hacia sus veranos en Mallorca, a sus días en Marivent y con esta frase describía a la perfección, a una amiga cercana, lo que siente cuando se encuentra en la isla balear, como si estuviera en casa, en su Grecia natal.
Y es allí donde se encuentra ya la madre de Felipe VI (53), la que siempre llega primero a la isla y la que más tiempo se queda de la Familia Real. Allí pasa los días acompañada de su hermana, Irene de Grecia (79) y de su prima, Tatiana Radziwill (81).
En unos días se encontrarán con ella en Mallorca los actuales Reyes y sus dos hijas, la princesa Leonor (15) y la infanta Sofía (14). Las dos Reinas tienen un concepto completamente distinto de las jornadas que pasan en la capital de las baleares. La única vez que alguien se ha atrevido a preguntarle a Letizia (48) sobre sus días de vacaciones en la isla, ella contestó: "¿Vacaciones? ¿De verdad te parece a ti que esto son vacaciones?".
La leyenda popular dice que a la Reina no le gusta Marivent, no le gusta el Club Náutico y no le gusta nada tener que compartir sus supuestas jornadas de descanso con su familia política, aunque esta se haya visto reducida a lo largo de los años, a una sola persona, su suegra. Sin embargo, desde su llegada al trono en 2014, la esposa de Felipe VI ha ido haciendo pequeños cambios, sigilosos y sin ruido, para que esos pocos días que pasan allí se conviertan en algo más o menos agradable para la familia Borbón Ortiz.
Estas son las 10 cosas que ha cambiado para poder disfrutar de Mallorca.
1. Reducción de jornadas
La llegada de la Familia Real a Mallorca era un acontecimiento que toda la isla recibía con alegría. En el anterior reinado, lo normal era que, con idas y venidas de los políticos a la isla, Juan Carlos I (83) pasara todo el mes de agosto alojado en Marivent. Todo Zarzuela se trasladaba a Baleares para trabajar desde allí. De hecho, con los años se construyó a la entrada del recinto del palacio un pequeño edificio para que el equipo del Jefe del Estado pudiera trabajar. Aunque los empleados de la Casa se alojan en hoteles de toda la zona, lo cierto es que tienen la oficina en el mismo recinto donde duermen los Reyes.
Con la llegada de la nueva Familia Real, las estancias en Mallorca se han acortado. Los Reyes y sus hijas no pasan allí más de una semana, por lo que el desplazamiento de personal es menor y todo se simplifica mucho. A la isla ya solo viajan las personas de seguridad y el personal de confianza del monarca. No necesitan a nadie más.
2. Nada de familia política
Puede que muchos no lo sepan, pero el recinto de Marivent está preparado para admitir a cuatro familias. Cuando Juan Carlos y Sofía llegaron al palacio los primeros veranos, si tenían visita, la madre de Felipe VI mandaba colocar colchones en la zona de la terraza porque no había sitio en las habitaciones. Cuando se casaron sus tres hijos y empezaron a tener nietos, se decidió que se construyera dentro del terreno del complejo una zona a la que llamaron Sont Vent. En ella hay tres casas, unifamiliares, con piscina, en las que se instalan las infantas Elena (57), Cristina (56) y el Rey actual y su familia, para tener más intimidad y poder hacer vidas separadas. La única que se queda en el edificio original es la reina Sofía.
Sin embargo, desde que llegó Letizia al trono, la familia Borbón Ortiz no quiere coincidir con nadie más que la emérita en la isla. Primero por el escándalo del Caso Noos en su día; y después por las polémicas de Juan Carlos.
3. Sin clases de vela
Otra de las tradiciones que Letizia ha querido terminar es la de las clases de vela en la escuela de la capital balear. Los nietos de los eméritos acudían cada verano al muelle para recibir lecciones de vela, disfrutar todos juntos y regalar a la prensa imágenes únicas. La Princesa de Asturias y su hermana nunca fueron apuntadas a esta disciplina. Algún verano, la Reina accedió a acercarse con su suegra y sus hijas para visitar a los sobrinos de su marido, pero nunca quiso que Leonor y Sofía fueran parte de esta tradición.
4. Pocas visitas al club náutico
A la actual Reina no le apasionan los deportes de agua. A diferencia de su marido, ella no creció con un timón entre las manos y hasta que llegó a ser prometida de Felipe VI no había pisado un velero más que en algunas vacaciones con amigos. El caso es que a Letizia no le gusta mucho el mar y no tiene mucho interés en navegarlo. Así que el Rey también ha reducido su participación en eventos de este tipo y ahora solo acude una vez al año al Club Náutico de Palma para participar en la Copa que lleva su nombre, donde se reencuentra con su tripulación.
5. Salidas de Marivent solo para trabajar
Otra de las costumbres que han cambiado desde que Felipe VI llegó al trono es la frecuencia con la que la Familia Real sale del recinto donde se instalan cuando están en la isla. No es raro encontrarse a la reina Sofía tomando un helado en el casco antiguo de Palma de Mallorca o llevando a sus nietos al cine, pero eso no ocurre nunca con Letizia. La Familia Real actual solo sale con citas programadas, avisando a la prensa como si se trataran de actos oficiales. Es cierto que hacen cosas más distendidas, como visitar un museo o dar un paseo por una atracción turística para promocionar la isla, pero todo dentro de un ambiente de trabajo.
6. Posado reducido
Una vez instalados en Marivent, cada verano la prensa (mucha se desplaza desde Madrid para el evento, aunque cada vez menos) es convocada para el tradicional posado con los jardines como escenario. El último año que se pudo ver a toda la familia Borbón unida en una foto fue en 2007. Entonces, en la imagen se puede ver hasta a Jaime de Marichalar (58). Sin embargo, en la actualidad, el posado se ha reducido a cuatro personas: los Reyes, la princesa de Asturias y la infanta Sofía.
7. Le trae malos recuerdos
Porque tras los muros de Marivent se descubrió una de las mayores crisis matrimoniales de los actuales Reyes. Fue en el mes de agosto de 2013. Comenzaban las vacaciones oficiales de la Familia Real en la isla. Mientras el entonces Príncipe regateaba, nadie sabía dónde estaban la Princesa ni sus hijas, que no se incorporaron hasta tres días más tarde a la rutina de Palma de Mallorca. Por fin, el 3 de agosto. Letizia se unía in extremis a la foto donde aparecen la reina Sofía, la infanta Elena y los ocho nietos de los eméritos. Algo ocurrió aquel verano. Tanto es así, que Letizia decidió marcharse de Marivent de forma precipitada, tres días antes de lo previsto y sin sus hijas.
A partir de aquí todo son especulaciones, algunos dicen que se marchó a Suiza donde siempre ha encontrado un refugio para pensar. Otros que a Portugal. Unos días después, Almudena Martínez-Fornés, excronista real considerada de las habituales, publicaba en ABC un artículo en el que ponía nombre y apellidos a la crisis: "Los príncipes de Asturias: vacaciones privadas entre rumores de distanciamiento". La crónica hablaba de "fuertes rumores de crisis matrimonial" desde hacía meses. En su círculo más estrecho, advertía la periodista, percibían que "el Príncipe lo está pasando mal". Entre las razones de la crisis no estaba la falta de amor, sino "el difícil encaje de su esposa en la Institución".
Pero, además, fue en la misma isla donde Letizia sufrió su peor momento de imagen. En 2018, tras la salida de la Misa de Pascua, la Reina protagonizó la famosa pelea con su suegra.
8. Felipe VI ya no tiene a sus amigos de siempre
Tras pasar tantos veranos en la isla, el Rey tenía un grupo de amigos con los que pasaba las vacaciones. Con la llegada de Letizia y el poco tiempo que pasa en Mallorca, estas amistades han ido desapareciendo. De aquellas pandillas de verano el Rey disfruta de la amistad de alguno de los miembros de la tripulación del barco con el que participa en la Copa del Rey de Vela y del cantante Jaume Anglada, al que intenta apoyar acudiendo a los conciertos que da durante el evento deportivo que se celebra en el Club Náutico de Mallorca.
9. La prensa cuanto más lejos mejor
Esto es otro de los puntos que ha cambiado mucho desde los primeros veranos de la Familia real en Mallorca a la actualidad. De hecho, la cobertura informativa de los días de los Reyes en la isla ha bajado mucho. Antes, todos los periodistas habituales en la información de la Casa Real se desplazaban a las baleares para seguir las vacaciones del Rey y su familia, en la actualidad solo lo hacen los fijos: Televisión Española, Efe, y la veterana Mari Ángeles Alcázar, de La Vanguardia. Fue precisamente ella la que teniendo Leonor menos de un año salía en las fotos en el muelle del Club Náutico con la Princesa en brazos charlando animadamente con Letizia y Felipe. En la actualidad, es imagen es algo impensable. La Reina no quiere a los medios cerca y mucho menos a los fotógrafos.
10. Cambio de menú
Y, cómo no, Letizia ha cambiado las costumbres gastronómicas de la Familia Real en la isla. Además de decidir el menú que comen en Marivent toda su familia, cosa que entra dentro de la lógica, tiene terminantemente prohibido a sus hijas aceptar cualquier tipo de regalo en forma de comida que le hagan en cualquier evento al que acudan. Es muy famosa en la isla la anécdota de Leonor y Sofía cuando, siendo muy pequeñas, acudieron al Club Náutico a recibir a su padre, que venía de una jornada de regatas. Ya en la cafetería del edificio, alguien les dio a las niñas un trozo de ensaimada, ambas miraron a Felipe VI con ojos de súplica pidiendo permiso para comerse el tradicional bollo mallorquín. El monarca les dijo: "Podéis, pero que no se entere vuestra madre".
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