Es la primera vez que el rey emérito Juan Carlos I (83 años) se deja ver en público en mucho tiempo. De hecho, desde que decidió cambiar España por Emiratos Árabes Unidos apenas sólo se le ha podido ver en un par de fotos 'robadas'. Ha tenido que ser el debut de su amigo Rafael Nadal (35) frente al tenista británico Andy Murray (34) en el partido entre ambos en el torneo de Mubadala World Tennis Championship, en cuyas gradas apareció el monarca para apoyar al tenista español.
Su último acto realmente público se remonta al 26 de febrero de 2020, justo antes del inicio de la pandemia de la Covid-19, cuando el hoy Rey Emérito acudió al palco del estadio Santiago Bernabéu junto a Florentino Pérez (74) para disfrutar del encuentro de ida de los octavos de final de la Champions League entre el Real Madrid y el Manchester City de Pep Guardiola.
El pasado lunes 13 de diciembre, el nombre de Juan Carlos volvía a copar las principales portadas de los medios de comunicación tras conocerse la decisión del fiscal suizo Ives Bertossa de cerrar las diligencias que abrió en agosto de 2018. El objetivo de esas investigaciones era averiguar el origen de los 65 millones de euros donados a Juan Carlos I por el fallecido rey saudí Abdalá, y si esos fondos fueron blanqueados por la examante del rey emérito, Corinna Larsen, con ayuda de Arturo Fasana y Dante Canónica y con la implicación del banco Mirabaud.
Juan Carlos ha expresado a su entorno su deseo por volver a España tras más de un año en el exilio. En este tiempo, el rey Juan Carlos ha pasado duros momentos de soledad impuesta, en circunstancias excepcionales, además, provocadas por la pandemia de coronavirus que le ha impedido la movilidad habida cuenta de su edad. Precisamente por eso, el que fuera jefe del Estado en España durante 39 años ha recibido algunas visitas, aunque no de todas las personas de su círculo más cercano. Tan sólo sus dos hijas, las infantas Elena (57) y Cristina (55), han viajado en alguna ocasión hasta Abu Dabi en este tiempo.
Por otra parte, la estancia de Juan Carlos en Emiratos ha estado marcada en estos 17 meses por dos grandes ausencias: la de su esposa, la reina Sofía (83) y la de su hijo, el rey Felipe VI. El hermetismo en relación a los planes privados de la Familia Real y la familia del Rey son más que evidentes, pero en el caso de haber realizado un viaje de este tipo, la información, de alguna manera, se habría conocido. Por tanto, se entiende que en la recta final de la vida del exmonarca, ni su sucesor en el trono patrio ni su esposa, la madre de sus tres hijos y abuela de sus ocho nietos, han estado con él.
El ánimo de Juan Carlos
El rey emérito se encuentra "tranquilo" y con buen estado de salud, a pesar de sus problemas de movilidad, según su entorno. Desde que llegó a Abu Dabi, está acompañado por tres ayudantes, cuyos gastos costea Patrimonio Nacional a petición de la Casa del Rey por su condición de exjefe de Estado.
La última aparición pública en Emiratos que hay de él se remonta al 15 de febrero, cuando se publicaron dos fotografías, una con el príncipe heredero de Abu Dabi, Mohammed bin Zayed al Nahyan, y otra con una familia emiratí en la villa donde reside.
El Emérito habría hecho saber en los últimos días a sus allegados que pretendía volver a España cuanto antes. Su deseo sería poder celebrar las próximas Navidades en Madrid, junto a su familia y allegados, pero desde el Palacio de La Zarzuela se quiere evitar que el regreso del Emérito eclipse y reste protagonismo al mensaje de Nochebuena de Felipe VI. Por este motivo, se le ha transmitido a Juan Carlos I la conveniencia de que aplace su vuelta a España al menos hasta después de las Navidades. Juan Carlos habría aceptado retrasar su regreso, pero a cambio de poder estar en España para su 84º cumpleaños, el próximo 5 de enero.
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