El 'annus horribilis' de la Familia Real británica: tres diagnósticos de cáncer, escándalos y más conflictos
Los Windsor han tenido que hacer frente en los últimos tres meses a algunas de las noticias más complicadas de sus vidas.
23 marzo, 2024 16:07Este 2024 quedará marcado para siempre en la vida de los miembros de la Familia Real británica. A pesar de que sólo han pasado tres meses del año, ya se puede decir que es uno de los más complicados a los que van a tener que hacer frente.
Todos ellos han pasado a ser centro del foco mediático, de la opinión pública, de las especulaciones y, sobre todo, de las críticas. "Han sido dos meses increíblemente duros para toda nuestra familia", reconocía Kate Middleton (42 años) en el vídeo en el que anunciaba el cáncer que padece.
Este año negro comenzó el 4 de enero, cuando vieron la luz los documentos que implicaban al príncipe Andrés (64) con el pedófilo Jeffrey Epstein. Pero este sólo sería el inicio de unos meses en los que sus nombres, ya de por si mediáticos, acaparaban todas las miradas a nivel internacional.
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El fallecimiento de Isabel II, marcó un antes y un después en la vida del Reino Unido. Carlos III (75), el eterno heredero, pasaba a ocupar el puesto para el que se había estado preparando desde su nacimiento, y lo hizo a los 73 años. 2023 estaba previsto como un año de transición, en el que el monarca viviría su coronación y se haría a este rol tan importante. Aceptó más eventos de lo habitual para intentar ganarse la confianza del pueblo que tenía la figura de Isabel II todavía muy presente.
Estos planes se truncaron el 17 de enero, fecha marcada en rojo para la familia. A media tarde, el palacio de Kensington anunciaba que la princesa de Gales había sido intervenida quirúrgicamente de un problema abdominal del que se siguen sin conocer detalles. Horas después, era el palacio de Buckingham quien emitía un comunicado en el que explicaban que el monarca también iba a ser operado de un agrandamiento de próstata. Unas bajas que mermaron la agenda oficial y que colocaron en un primer plano a los que, en circunstancias normales, tienen un discreto rol.
La princesa Ana (73), el príncipe Eduardo (60) y Sofía de Wessex (59) fueron quienes tomaron las riendas de la agenda. Pero los problemas de salud del rey y la princesa no serían los únicos. Apenas cuatro días después, el 21 de enero, era Sarah Ferguson (64), exmujer del príncipe Andrés, quien anunciaba que padecía cáncer de piel. En menos de una semana, los Windsor recibieron tres noticias difíciles de digerir y que afectaban a la salud de sus seres queridos.
El 26 de enero, el monarca fue operado en la misma clínica londinense que Kate Middleton. Fue precisamente en esta cirugía, al igual que se ha sabido ahora con la princesa, donde se le descubrió un cáncer. A partir de ese momento, canceló todos sus compromisos oficiales y pasó el testigo a su mujer y su primogénito. Hasta ese momento, Guillermo (41) se había ausentado para estar junto a Kate y sus tres hijos.
En estos dos meses, el príncipe apenas ha contado con 13 actos, una cifra muy menor a lo que está acostumbrado y que se entiende era por el cáncer de su esposa. Una de sus ausencias más criticadas y sonadas fue en la misa en recuerdo a Constantino de Grecia, que tuvo lugar el 27 de febrero. Menos de una hora antes del inicio, anunció que se ausentaba por motivos personales. No dio más explicaciones, pero ahora se ha conocido que ese mismo día el matrimonio conoció el temido diagnóstico.
Con todo el peso de la corona recayendo sobre Guillermo y Camila, ella se sintió "exhausta" y decidió tomarse unos días de vacaciones, precisamente en España, que fueron muy criticados.
Durante estos tres meses, todos sus miembros han sido criticados, tanto en medios nacionales como internacionales. Cuestionaban la falta de actos, sus constantes bajas, la falta de transparencia a la hora de hablar de los problemas de salud e incluso se llegó a cuestionar una posible crisis matrimonial entre Kate y Guillermo. La semana pasada, uno de los reporteros más leales a Diana de Gales y que se convirtió en su portavoz en sus últimos años de vida, calificó a su primogénito como "vago". Ahora ha pedido perdón.
El puzzle, al que le faltaba una pieza, ya ha sido resuelto. Kate Middleton, después de tener que hacer frente a todo tipo de comentarios sobre ella, su familia, su relación, infidelidades, problemas de salud mental, ha anunciado que padece cáncer y que ya está siendo tratado.
Se esperaba que su reaparición fuese en torno al 17 de abril, pero los acontecimientos de las últimas semanas han obligado a la princesa a dar un paso al frente y relatar su diagnóstico. Esa fecha ya queda tachada en el calendario, pues serán los médicos quienes decidan cuando puede volver a las obligaciones y hacer vida normal.
Los Windsor no esperaban este arranque de año y, mucho menos, todas las noticias negativas que han tenido que recibir y que afectan, prácticamente, a todos sus miembros. Ajeno a todo esto, se encuentra el príncipe Harry (39), alejado por la distancia y por su mala relación. No sabía de la enfermedad de su cuñada y, tal y como han revelado fuentes cercanas, se enteró al igual que el resto del mundo. Un breve mensaje que ha vuelto a destapar ese distanciamiento más que evidente con su hermano y que ni siquiera todos estos problemas han logrado solucionar. Cuando se hizo público el cáncer de Carlos III, el duque de Sussex tomó un avión desde Los Ángeles para verle en un breve, pero comentado encuentro. A pesar de que esa noche durmió en Londres, los hermanos evitaron encontrarse.
El próximo en ser señalado de nuevo será el príncipe Andrés. El próximo 5 de abril se estrenará la miniserie El gran escándalo que relatará la entrevista que terminó por hundir su reputación y por la que perdió todo el afecto del pueblo.