Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, criticados como nunca antes por pedir un préstamo al Estado e irse de viaje familiar
- Hace unos días, Carlos Gustavo solicitó al Gobierno siete millones de coronas suecas para evitar acabar con sus cuentas en números rojos.
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La Casa Real sueca siempre ha procurado mantenerse en un discreto segundo plano, pese a los desmanes de su máximo representante, el rey Carlos Gustavo de Suecia (78 años). Son internacionalmente conocidas las supuestas relaciones extramatrimoniales que ha mantenido, así como su afición por los locales de alterne.
Pese a todas estas informaciones, el monarca ha conseguido que en los últimos años sólo se hable de su rol y de las decisiones que toma como monarca. Ahora, esta Casa Real ve cómo ocupa todos los titulares por una controvertida petición que llega, probablemente, en el momento más crítico para ellos y donde parece que se les acumulan los problemas.
Todo estalló hace unas semanas. La casa de los Bernadotte anunció que cancelaban todo tipo de actividad en sus agendas para disfrutar de unas vacaciones privadas. Un viaje que organizaron los reyes, Carlos Gustavo y Silvia (80), y que incluyó a la princesa Victoria (47), al príncipe Carlos Felipe (45) y al resto de su familia.
La única que permaneció en Suecia y durante unos días se hizo cargo de la regencia fue la princesa Magdalena de Suecia (42). El destino escogido fue Brasil. Cabe recordar que la reina Silvia, pese a haber nacido en Alemania, pasó parte de su infancia en São Paulo.
Unas vacaciones que no causaron ningún tipo de revuelo mediático, hasta ahora. Un medio local informó la pasada semana de una insólita petición al Estado por parte de la Casa para subsanar algunas deudas contraídas y que ponían a la Corona sueca en apuros. Tal y como señalaron, Carlos Gustavo solicitó al Gobierno siete millones de coronas suecas (más de 600.000 euros) para evitar acabar con las cuentas en números rojos.
Según ha informado el diario Aftonbladet, el monarca ha solicitado este dinero extra para poder hacer frente al pago de los salarios de sus trabajadores. Una petición que ha sido muy criticada teniendo en cuenta las vacaciones de lujo que casi todos sus miembros disfrutaron hace solo unas semanas.
El Parlamento ha aprobado este préstamo, pero tendrán que devolverlo en enero. No es la primera vez que los suecos cuestionan el nivel de vida de la familia real. Ya en 2014, el Gobierno les advirtió del aumento de sus gastos. Lo justificaron señalando que había sido por los preparativos de la boda de la princesa Magdalena. Motivo por el que, precisamente, el Rey se vio obligado a abonar de su propio bolsillo dinero para llegar a fin de año sin deudas.
También han solicitado más transparencia en lo que respecta a la economía de la institución, así como aclarar de manera justificada todos los gastos que tienen. Cabe recordar que en 2025 el presupuesto de la familia será de 190 millones de coronas (unos 16 millones de euros) y que se ha visto incrementado en este último año.
El director financiero de los Bernadotte ha explicado los motivos de esta situación económica: "Hay diversas razones por las que el dinero no ha sido suficiente. Tenemos un alto nivel de exigencia, queremos realizar mucho trabajo y tener muchas actividades. Otra razón es la inflación, que ha elevado nuestros costes y ha creado un déficit".
Al mismo tiempo, Estocolmo ha tomado una drástica decisión para silenciar las críticas: no organizará ninguna cena oficial en palacio ni otras actividades de alto nivel para ajustarse a esos 7 millones de coronas solicitadas. Lo único que se mantiene intacto son los actos relaciones con los Premios Nobel.
Ha sido una semana difícil para ellos después de hacerse público este préstamo y también tras conocerse que la Reina sufría una grave infección respiratoria. Por este motivo, no ha podido viajar a Singapur con su marido y "lamenta no poder acompañarlo en el viaje". Un viaje que comenzó este martes, 19 de noviembre, y que durará hasta el jueves, 21 de noviembre.
Sin abdicación
En la última década, son muchos los que han pedido que Carlos Gustavo de Suecia cediese su puesto a la princesa Victoria y confirmar así una renovación. Él se ha negado tajantemente. "No voy a abdicar. No es una tradición en mi familia y no lo voy a hacer", respondió hace ya 10 años. Otro de los puntos más polémicos de su reinado han sido sus declaraciones sobre la sucesión en el trono.
Pese a ser el mediano de la familia, el príncipe Carlos Felipe de Suecia nació como heredero a la corona sueca. Sin embargo, meses después de su nacimiento, el Parlamento derogó la Ley Sálica con carácter retroactivo. Dejó de ser el heredero y, por tanto, su hermana Victoria pasó a ocupar su lugar. Una decisión que, tal y como ha demostrado en numerosas ocasiones, no gustó nada al monarca.
Llegó a calificar este cambio como "un error" y "una injusticia" en 2023: "No es muy inteligente, lo sigo pensando hoy en día. Mi hijo ya había nacido y de repente un cambio de leyes lo dejó sin nada, es bastante extraño".