Con un vida llena de lujos, derroche y con una gran torre con su propio nombre en el corazón de Manhattan, a la familia Trump poco más le quedaba por conseguir para aumentar su poder. Sin embargo, ayer lograron llegar a la cima más alta gracias a la proclamación del magnate como Presidente de Estados Unidos.
En enero Donald (70 años) y Melania (46) Trump se trasladarán a la Casa Blanca junto a sus hijos y desde ese momento se convertirán en el foco de atención mundial. La nueva primera dama será la tercera modelo en ocupar ese puesto, tras las esposas de los ex presidentes Richard Nixon y Gerald Ford. Sin embargo, aquellas mujeres no poseían un ropero repleto de marcas de lujo ni un joyero que con una sola pieza que vendiese podría vivir el resto de su vida sin problemas.
De hecho, Melania cuida con mucho mimo una de sus joyas más especiales: su anillo de compromiso. La tradición dice esta alianza debe ser equivalente a tres meses del sueldo del hombre que decide dárselo a la que será la mujer de su vida. No obstante, y teniendo en cuenta que Donald Trump ya se ha casado en tres ocasiones, la frase de "hasta que la muerte nos separe" no es algo que predique y por eso tampoco sigue la regla establecida para los anillos de pedida. El multimillonario tiró la casa por la ventana y demostró su amor hacia la maniquí eslovena con una joya valorada en tres millones de dólares.
La futura primera dama está acostumbrada a lucir piezas de firmas exclusivas como Cartier y Tiffany's, pero sin duda la gran piedra de 15 quilates que le regaló su marido es su favorita. El modelo se esculpió de forma exclusiva para Trump por los joyeros de Graff. La intrahistoria del diseño de piezas de joyería es algo que la esposa del presidente electo conoce de primera mano. Melania sacó su propia colección de joyas a un precio asequible hace cuatro años. A pesar de que el lugar en el que presentó su proyecto fue en la zona más privilegiada de la Gran Manzana donde tiene su ático de lujo con puerta blindada de oro y diamantes, los diseños que firmaba tenían un valor inferior a 150 euros.
Melania, gracias a su anillo más deseado, pertenece al club de las esposas con los maridos más generosos del panorama celebrity. En él se encuentra la mediática Kim Kardashian (36) que no se quita por nada del mundo la joya de ocho millones de dólares que le regaló su chico Kanye West (39). Tampoco se despega de su pieza única la cantante Beyoncé (35) que luce un anillo valorado en cinco millones de dólares que el rapero Jay Z (46) utilizó para sellar su amor. Y no se queda atrás el detalle que Marc Anthony (48) tuvo con su ex mujer Jennifer López (47), ya que los ocho quilates que puso en su dedo le costaron cuatro millones.
Aunque el desembolso de Donald Trump no fue tan grande como el que hicieron los citados artistas. Mientras cualquier novio tiene que ahorrar durante meses para costearse el anillo de compromiso, el magnate, que podría pagar sin reparos los precios más altos sin ver afectada su fortuna, tiene además la suerte de que su influencia le valga para conseguir descuentos en todo lo que desee. Gracias a su posición privilegiada, la famosa piedra que su esposa luce en el dedo le costó la mitad de su valor real.
Y es que Melania es una mujer de gustos muy caros. Aunque se derrite por las buenas joyas, lo cierto es que su vestuario tampoco destaca por ser low cost. Firmas como Chanel, Dior o Ralph Lauren son las que figuran en las etiquetas de su fondo de armario y que ha ido mostrando en las diversas apariciones públicas durante la campaña de su marido. Esa exposición pública también ha mostrado un cambio en su manera de vestir que ha ido tornando a un look más recatado y apostando por colores serenos como el blanco, el crudo y el beige. Quizá el uso de estos tonos tan neutros responda a una estrategia para que su brillante luzca más y sea el único protagonista.