Por primera vez bajo la dirección creativa de Pierpaolo Piccioli (53 años), la icónica firma italiana de Valentino ha presentado su nueva colección primavera-verano 2021 para mujeres y hombres en la Semana de la Moda de Milán, en lugar de en la capital francesa, para mostrar su cercanía a su país en estos momentos de crisis.
Hace escasas semanas, cuando se conocía el cartel de la Semana de la Moda de Milán, sorprendía este cambio por parte de la firma textil. Valentino regresa a Italia para: "Dar una señal positiva al sistema de moda italiano puesto a prueba por la crisis sanitaria mundial".
Su regreso a las pasarelas italianas está inspirado en un romanticismo urbano. El desfile de la prestigiosa marca se realizó en la antigua fábrica de fundición convertida en un espectacular jardín de invierno repleto de plantas y flores con música en vivo y con público. Eso sí, manteniendo las distancias. Las modelos escogidas para desfilar con los nuevos diseños de Valentino no esconden ni sus piercings, ni sus tatuajes; y el romanticismo se hace mucho más urbano e industrial. Valentino renueva su imagen. "Queríamos salirnos de los esquemas habituales. Estar en Milán fue una oportunidad diferente para ver a Valentino de otra manera", alegó el diseñador.
Así pues, para la temporada de primavera y verano del 2021, la firma italiana conquistó al público por el uso de encaje y calados en sus diseños. Deja de ser un tejido ocasional y puntual para aparecer como claro protagonista en chaquetas y vestidos.
Pierpaolo Piccioli para Valentino también optó por mostrar varios diseños que rompen con las normas clásicas de la moda y se adapta a las nuevas tendencias y peticiones de su público, mostrando una vez más su imagen renovada. Siguiendo esta línea, sobre la pasarela se pudieron ver varios microvestidos que juegan entre ser falda y pantalón, combinando ambos patrones, prendas que destacaban por su diseño monocromático en tonos negros, blancos y amarillos.
Por otro lado, los diseños y estilismos más casuales propios del romanticismo urbano están protagonizados por vaqueros -debido, en parte, por la colaboración de la firma con la marca Levi’s- que se combinan con camisas voluminosas donde los inmensos volantes y el tul están presente. Sobre todo, en tonalidades nudes y tierra.
El delicado tejido de tul, también está presente en los vestidos largos y fluidos que desfilaron por su romántica pasarela. Telas que convierten a la mujer en vistosas mariposas, al utilizar colores vivos y potentes como las tonalidades verdes y amarillas y, por supuesto, no podía faltar el print de grandes flores.
En cuanto, a los complementos y accesorios, Valentino repite con sus clásicos bolsos rock, pequeños baúles, de colores vistosos con grandes clavos.
Por otro lado, para las propuestas masculinas predominaban los amplios trajes que seguían la línea cromática más elegante del desfile: los tonos tierra. Eso sí, aporta un toque sport combinando los pantalones ciclistas con chaquetas, las camisas de hombre se llevan oversize, dejando una solo una pequeña parte de estas bermudas visibles a primera vista.
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