El 30 de julio de 2014, hace exactamente dos veranos, fue también un día muy caluroso. Era una fecha más en las vacaciones de la familia Thyssen. Carmen Cervera (73 años), junto con su hijo Borja (36), su nuera Blanca Cuesta (41), y todos sus nietos, estaban en el dique del puerto de Ibiza preparados para otra jornada más de navegación por las aguas de las islas Pitiusas.
Su yate Mata Mua (que al castellano quiere decir: Érase una vez), no es sólo un conocido cuadro de Paul Gauguin propiedad de la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza y en depósitos en el Museo Thyssen-Bornemisza, es también el nombre de la principal embarcación náutica de María del Carmen Rosario Soledad Cervera Fernández, nacida en Barcelona un 23 de abril de 1943, conocida por todos como Tita Cervera o la baronesa Thyssen.
Este barco, de 38 metros de eslora, se hizo especialmente famoso hace dos años cuando agentes de la Guardia Civil e Inspectores de Hacienda abordaron el yate de la baronesa mientras ésta disfrutaba con su familia de sus vacaciones estivales en Ibiza.
Ahora de nuevo, este verano, la Baronesa con sus hijas, Carmen y Sabina, de diez años, han disfrutado del Mata Mua navegando en esta ocasión por aguas de Cerdeña. Esta magnífica mansión flotante está matriculada oficialmente en Gran Canaria, pero está amarrada habitualmente en el puerto de Barcelona. Una fórmula para tener beneficios fiscales en el pago de impuestos y en las cotizaciones a la seguridad social. Dispone de unos ocho camarotes y de grandes salones, en donde los cojines de los sofás están forrados con imágenes del cuadro que da nombre al barco.
En varias ocasiones, la baronesa ha alquilado su yate para excursiones privadas, con lo que consigue importantes beneficios, ya que el Mata Mua le supone a Carmen un gasto mensual de unos 39.000 euros. Hay siempre disponibles dos tripulaciones disponibles, una de verano y otra de invierno. El yate está a nombre de una empresa del holding de la baronesa denominada Tiamo Marítima S.L., dedicada al "alquiler de embarcaciones", que luego fue vendida a Groenning Shiping, una sociedad radicada en las Islas Vírgenes.
A través de esta empresa, que antes se llamaba Tiamo Collections S.L., Tita adquiere y alquila sus yates de recreo. Una empresa administrada por Jaime Rotondo Russo, el sempiterno abogado de la Carmen Cervera, a quién en su día, tras morir el barón, se le vinculó sentimentalmente a Carmen Cervera, algo siempre negado por ellos.
Ninguna sociedad a su nombre en España
Precisamente bajo su nombre de nacimiento, María del Carmen Rosario Soledad Cervera Fernández, no consta ninguna sociedad en el registro mercantil español. Utiliza para inscribir sus sociedades el nombre de María del Carmen Thyssen Bornemisza de Kaszon. Una de ellas es Tiamo Productions S.L., donde figura como administradora única, y que está dedicada al "comercio al por mayor de aparatos eléctricos y material radioeléctrico y electrónicos (instrumentos musicales, discos)", así como al "comercio al por mayor de artículos de propaganda y regalo". Se constituyó en mayo de 1993 con un capital de 6.010 euros, fijando su sede social en el propio domicilio que Carmen Cervera tiene en la urbanización La Moraleja, de Madrid.
Su representante, como en casi todas ellas, es el abogado Jaime Rotondo Russo, que les fue presentado a Heini Thyssen y a Tita por el duque de Badajoz hace más de 20 años. Y pronto se convirtió en su fiel abogado en España. Hoy este letrado, que se incorporó en 1971 al Colegio de Abogados de Madrid, se ha convertido en el family office de Carmen Cervera, con despacho en la calle Monte Esquinza de la capital de España, en el que están ubicadas las sedes de muchas sociedades instrumentales.
Allí, por ejemplo, está situada la oficina de TiamoMarítima S.L. creada también en 1993, pero con un capital social de casi seis millones de euros. Como la de Imigolf S.L., donde figuró como apoderado Borja Thyssen Bornemisza Cervera. Esta empresa es utilizada por Tita para el alquiler de bienes inmuebles y fue constituida en 1991 con un capital de tres millones de euros.
Sus accionistas son tres sociedades instrumentales de la familia situadas en paraísos fiscales: Imiberia Anstalt (40%), Calle Golf Dret Anstalt (35%) y Espim Anstalt (25%). Hoy nadie ya duda que aquella Miss de Barcelona, pretendida actriz, se ha reconvertido en una heroína (para muchos), aprovechada (para otros), dentro de una película con miles de millones de euros de presupuesto a sus espaldas.
El malestar de Carmen Cervera
Pero ese día, 30 de julio de 2014, Carmen Cervera no lo olvidará nunca. Antes de salir del puerto, un grupo de agentes de la Guardia Civil se acercaron al Mata Mua y, tras comprobar que la baronesa estaba en el interior del yate, pidieron permiso para subir, sin que la baronesa Thyssen se opusiera. Ya dentro, además de los agentes de la Benemérita, otros acompañantes se identificaron como inspectores de Hacienda.
Tras comprobar la información, Tita intentó acelerar el proceso ante el revuelo que la visita de éstos había provocado en el puerto, y la cada vez mayor aglomeración de público. El abordaje finalizaba entregando a la baronesa un sobre en mano notificándole que la Agencia Tributaria abría una investigación sobre ella relativa a sus obligaciones fiscales y la apertura de un expediente tributario de los ejercicios 2011, 2012 y 2013.
A Carmen Cervera no le sentó nada bien ni la notificación ni las formas. De hecho, su primera respuesta fue mandar una carta airada al presidente del Gobierno de España. Con fecha 6 de agosto, remitió esta misiva a Mariano Rajoy, al que tuteaba, y en la que aseguraba que se sentía abochornada, vejada e injustamente tratada: "Supone un trato vejatorio que, en ningún modo merezco, no solo por mi contribución gratuita a la cultura de nuestro país, sino también porque nunca he dejado de atender a ningún requerimiento remitido a las casas que tengo en este país".
Pero no sólo eso. También se permitía lanzar algunas advertencias que ha ido repitiendo en los años siguientes: "Como bien sabes, por haber participado directamente en los acuerdos, mi difunto marido y yo suscribimos con la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza un contrato de préstamo…". Finalizando la carta con un contundente: "Creo que merezco una explicación o cuando menos una disculpa. Carmen Thyssen".
Los Thyssen y su condición de No Residentes
Sin contestación a la carta, Carmen Thyssen sí que se reuniría meses más tarde con el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro, aunque su caso, como el de su hijo Borja, es muy claro. La inspección abierta por Hacienda buscaba averiguar si la baronesa había traspasado los límites de permanencia en España, -menos de medio año, un máximo de 183 días al año-, sin pagar impuestos, ya que por entonces su residencia habitual era Lugano (Suiza).
De hecho, la inspección sí que trastocó sus planes veraniegos y llevó a que Carmen Thyssen volviera rápidamente a Suiza. En el momento del abordaje de Hacienda al Mata Mua ya habían transcurrido 7 meses del ejercicio fiscal 2014, y el riesgo de excederse en los días de residencia en España en ese año eran más que evidentes.
Este caso tampoco es exclusivo de Carmen, también le ocurre a su hijo Borja, a quien también se le investiga fiscalmente por haber defraudado supuestamente 630.000 euros que tenía que haber tributado en España, una cantidad muy por encima del umbral del delito fiscal que se sitúa en 120.000 euros, lo que le ocasionaría juicio y posible pena de cárcel, como al jugador del F. C. Barcelona, Leo Messí.
De Suiza a Andorra
En enero de 2015, Carmen Thyssen vendió Villa Favorita en Lugano, la casa que heredó la baronesa de su marido Hans Heinrich Thyssen Bornemisza de Kaszon, fue durante años uno de los lugares más turísticos de la ciudad helvética. La heredad, de más 35.000 metros cuadrados, se compone de varios edificios colindantes. La propiedad, cuya casa principal fue construida por el padre del Barón, está rodeada de un enorme parque y ubicada a orillas del lago Lugano. Fue vendida a la familia Invernizzi, conocidos como "los reyes del queso" en Italia por una cantidad que rondaría los 60 millones de euros.
A principios de marzo del 2015, tanto ella como su hijo Borja se trasladaron a Andorra, donde compraron dos viviendas por un valor de 10 millones de euros. Elegir Andorra, como en su día hizo la tenista Arancha Sánchez Vicario, va más allá de la cercanía con España, ya que les permite un trato tributario amable. Para ser andorrano, tan sólo hace falta residir en el país de los Pirineos un mínimo de 90 días al año. Y si además, no viven en España más de 183 días, no tendrán que tributar en nuestro país.
Una investigación no cerrada
Han pasado ya dos años desde ese abordaje y la investigación fiscal no esta cerrada y la indignación de Carmen Thyssen no disminuye. "Si sigue así la cosa me llevaré mi colección de España definitivamente. Me la podía haber llevado ya, porque tengo muchas ofertas, pero no lo he hecho porque sigo creyendo en mi país. Puede haber llegado ese momento: tengo la libertad de poderlo hacer, porque la tengo cedida gratuitamente" declaró este pasado mes de abril. No sólo le indigna su inspección, sino que a su hijo, el abogado del Estado le haya pedido hasta tres años de cárcel por el presunto fraude de 630.000 euros, lo que considera "una infamia".
Lo cierto es que el futuro de la colección de arte está en el aire. Es la carta que tiene en la manga Tita Cervera para su tira y afloja con el Estado español, que no ha hecho más que empezar. De hecho, la última renovación, comunicada a principios de abril fue por tan sólo 6 meses, cuando todas las prórrogas desde el año 2011 eran anuales.
Una colección, que según el Estado está tasada en 357,2 millones de euros pero que la casa de subastas Sotheby's aumenta hasta 700 millones. El Gobierno de Rajoy, todavía en funciones, no puede cambiar las condiciones de este convenio hasta que no se forme un nuevo ejecutivo. Carmen controla los tiempos, pero la inspección de Hacienda no está cerrada, que es la que tiene que demostrar con pruebas su residencia de más de 183 días en España.