Hace cinco días todo eran preguntas respecto al paradero de Aramís Fuster (62 años) y su estado de salud. Hoy, EL ESPAÑOL tiene todas las respuestas a las incógnitas sobre dónde está, qué hace y cómo se encuentra la vidente más carismática del país.
El pleno corazón de Madrid, entre buenos cuidados profesionales, afronta su día a día uno de los personajes más buscados del momento. El 'escondite' de Aramís es un centro de mayores muy agradable en el que la bruja ha pasado a ser la protagonista de las tertulias de sobremesa, pese a la insistencia de los auxiliares del lugar en 'normalizar' la situación y no hablar de una de sus residentes, "hablamos hasta del Rey, ¿por qué no podemos hablar de esta mujer?" replicaba una de las entrañables ancianas que conviven en el mismo recinto que Fuster. "No sale de su habitación, no hace vida en común con el resto de nosotros" continuaba explicando la señora. Lo cierto es que la residencia está muy bien valorada por sus inquilinos, ya que los trabajadores de allí les cuidan con mucho mimo y siempre atentos de cada caso. "A los que nos atienden aquí les debo todo, igual que a los del SAMUR que hacen una labor admirable" contaba con voz nostálgica una residente cuando era preguntada por el entorno que envuelve ahora a Aramís.
Precisamente fue el SAMUR Social el que recogió y dio un techo en el que refugiarse a la vidente televisiva. Nos adentramos allí, en ese edificio propiedad del Ayuntamiento de Madrid en el que nos recibe con una sonrisa su recepcionista y metros más a la derecha una coqueta Aramís, que se aferra al marco de la puerta como si fuera a caerse, vestida con un fluido vestido rojo con lunares blancos, muy veraniego y con un color que le daba vida, un estado de ánimo que no era el que mostraba según sus primeras palabras.
Entre frase y frase Aramís se colocaba discretamente el escote de su vestido, una parte de su atuendo que según declaran sus compañeras de residencia es muy habitual en su vestuario diario hasta el punto de escandalizar a los residentes mientras es esperan el almuerzo en el comedor. "Siempre va con ropa que lo enseña todo, un día casi se le salió un pecho" contaba a EL ESPAÑOL una de las señoras que comparte alojamiento con la bruja. "Alguna vez ha bajado pero al ver la comida se ha ido con las mismas de vuelta a su habitación" relata, "y camina perfectamente, como puede hacerlo una jovencita", así desmienten el supuesto problema de Aramís para andar, tal y como quiso hacer ver por televisión cuando apareció apoyada sobre un bastón.
Ante EL ESPAÑOL sus pasos eran lentos pero seguros, no sabemos acertar cuánto de teatro había en ello. Escogió la sala de la televisión - no podía ser otra - para sentarnos y tener una tranquila pero sustancial charla sobre sus últimos episodios.
¿Qué tal te encuentras, Aramís?
Pues mal, estoy acatarrada porque ayer en Sálvame me cayeron dos gotas de agua en la cabeza y eso para mí ya es sinónimo de varios días mala...y además esta mañana me han dado la peor noticia que me podían dar...
¿Qué ha pasado ahora?
Me han dicho los del SAMUR que en cuanto cobre lo de Telecinco tengo que irme de aquí. ¿Y yo a dónde voy?
¿Pero no hay opción de quedarte? ¿Aunque sea pagando como el resto?
No, no me han dado ninguna salida.
¿No te queda nada de dinero?
Nada, ayer fui a La Caixa para sacar lo que me quedaba, que son 17 euros, pero me decían que me retenían el dinero 10 días.
¿Y el dinero de Sálvame?
Cobro a partir del 10 de septiembre. Pero siempre se retrasa, ya será el 13 o el 14. Y estoy incomunicada, no tengo móvil, ni internet. Necesito 93 euros para pagar la tarifa del móvil y volver a mi vida laboral.
¿No tienes a nadie que pueda ayudarte?
Nadie, estoy sola.
¿Y tus hijos?
No tengo hijos.
Sí los tienes, Aramís...¿Qué pasó con ellos?
Hace más de 20 años que no tengo contacto con ellos. Me separé de su padre y él los puso contra mí. Además, no estaban hechos para tener una madre famosa.
¿Y cómo sucedió el episodio del hotel?
Pues aproveché que la directora del establecimiento iba a estar 4 días de vacaciones, de viernes a martes y planeé quitarme la vida. Como soy diabética tengo todo tipo de pastillas y sé cómo mezclarlas para hacerme daño. Calculé cómo distribuir las dosis para acabar con mi vida en esos 4 días, pero resulta que la directora llegó dos días antes y me pilló "ida" pero sin llegar a más.
¿Fue ella la que te encontró en la habitación tirada?
Sí, y llamó a la ambulancia. Me llevaron al Hospital La Paz. Que nunca te lleven allí, es horrible. Me llenaron el cuerpo de vías pero ninguna suministraba nada. Y les dije que no me hicieran lavado de estómago porque quería morirme, y no me lo hicieron.
¿Y las agresiones físicas?
Me las hice para acertar el tiro (muestra sus 'heridas de guerra' en los brazos). Y fíjate que voy y me rajo la arteria femoral derecha, cuando la mortal es la del muslo izquierdo. Yo eso lo sé, pero imagínate cómo estaría de ida para no reparar en eso, porque yo tengo tres carreras universitarias, y eso lo sé.
Entonces, ¿querías de verdad quitarte la vida?
Sí, quería reunirme con mi madre.
¿Y cómo fue ese momento de pedir ayuda a Telecinco?
Pues imagínate, inocente de mí. Pensé que después de tantos años dándoles noticias y entretenimiento me iban a ayudar, pero nada. Fue por desesperación absoluta.
¿Qué harás ahora que, como dices, te echan de aquí?
No puedo hacer nada. No tengo nada. Por no tener no tengo ni móvil que es el medio que me daría de comer. Porque si tengo forma de comunicarme puedo dedicarme a las consultas de videncia, que me llaman desde todos los rincones del mundo: Estados Unidos, Australia, Argentina, Canadá... Mi número de teléfono lo tiene todo el planeta. Sin trabajar no puedo conseguir dinero, y menos una vivienda. ¿Quién va a alquilar un piso a alguien que no tiene un duro? No puedo ni estar en la biblioteca municipal, porque no tengo el carné del sitio, y como mucho me dejan estar 15 minutos, ¡pero en ese poco tiempo no puedo conectarme al ordenador de allí y buscar trabajo!
¿No has traído contigo nada de valor?
Tengo tres maletas de Louis Vuitton, auténticas, aquí conmigo. Pero no puedo hacer nada porque acabo de llegar a Madrid y no conozco ya esta ciudad y ni siquiera puedo moverme con facilidad.
¿Y cómo es vivir en esta residencia?
La verdad es que son todos muy agradables. Te cuidan muy bien pero yo no puedo estar aquí toda la vida y con la noticia que me han dado hoy los del SAMUR cada día aquí se me va a hacer eterno y supone un día menos para verme de nuevo en la calle.
¿Cómo has llegado a esta situación?
Son altibajos de la vida. Un día estás arriba y al siguiente puedes estar abajo. Yo ahora me encuentro en el segundo pero me levantaré como he hecho siempre. Ver morir lentamente a mi madre y su frustración tras muchos años enferma, me hicieron una persona fuerte, pero es muy duro verte en la calle. Es una experiencia que te marca de por vida, y no se lo deseo a nadie.
Pese a la dureza de sus palabras Aramís permanece tranquila y con un tono cálido durante toda la conversación. En los últimos minutos de la charla parece querer llamar más aún nuestra atención y comienza a contar a EL ESPAÑOL historias que suenan inverosímiles. "Soy la amante de Obama (55)", sentencia de repente sin que le tiemble la voz. "Y también lo fui de Bin Laden, que no estaba en Israel como creían, estaba en Estados Unidos conmigo", dice la vidente mientras no cesa en su verborrea sobre 'anécdotas' varias de su vida. "Estuve cenando en su momento en la Casa Blanca con Hillary Clinton (68)", cada nueva frase de la bruja es un nuevo descubrimiento para la prensa rosa.
Pero no quedan ahí sus locas aventuras, la más peculiar de todas llega desde lugares exóticos: "Fui amante también del hijo de un Rey muy importante de los países árabes. Tanto me quería que quiso regalarme un yate, un jet privado y un Bentley, pero yo rechacé los regalos y le dije que me ingresara esa cuantía en una cuenta de Suiza. Pero cuando llegué no había un duro. Una 'mano negra' se los llevó". Y si eso ya de por sí era sorprendente, permanezcan atentos al fetiche del 'príncipe': "Le gustaban las mujeres peludas, pero yo no tengo ni un pelo. Así que me untaba el cuerpo con crema Nivea y cortaba pelucas y me extendía los pelos para que se pegaran a mi piel".
Sin duda el personaje del momento tiene nombre y apellidos y no es otra que Aramís Fuster. Con sus verdades o sus mentiras, la vidente está en el pleno foco mediático pese a permanecer 'cautiva' en una residencia de mayores del ayuntamiento. Veremos en qué deparan los próximos capítulos de su historia. No podemos anticipar nada porque no vemos el futuro y la propia Aramís nos ha confesado hoy que "no había mirado la bola de cristal en todo el día".