Virginia López Negrete (43), abogada de Manos Limpias que representa a la acusación popular en el caso Nóos, ha sido finalmente llamada a declarar como investigada por el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, el próximo 27 de septiembre a las 10 horas, por formar parte de la supuesta trama de extorsión liderada por el presidente de Ausbanc, Luis Pineda. El cerco policial sobre la letrada, que comenzó hace unos meses tras la detención y entrada en prisión del secretario general de Manos Limpias Miguel Bernard, se ha cerrado por ahora parcialmente.
Precisamente, el juez Pedraz ha basado su decisión de "investigarla" en dos informes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Comisaría General de Policía (UDEF), como ya adelantó en su día EL ESPAÑOL. También se está investigando la posibilidad de haber movido dinero en paraísos fiscales, por lo que a su vez está siendo investigada por la Agencia Tributaria, que le ha abierto una inspección fiscal. La investigación financiera a López Negrete está ahora bajo secreto y es llevada por el Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (Sepblac).
"La fama y el afán de protagonismo se la han devorado", asegura a este periódico un ex compañero de la joven abogada. Pero quién es esta letrada, hasta ahora contertulia habitual en medios televisivos como Tele 5, La Cuatro, Antena 3, La Sexta, Intereconomía, Televisión Vasca, etc, que hoy levanta todo tipo de sospechas. Virginia López Negrete nació a comienzos de los años setenta en Valladolid, de familia bien.
Sus padres y ella poseen pisos y locales comerciales por toda la ciudad del Pisuerga, alguno de ellos de reciente adquisición que luego alquilan incluso a policías. Virginia, conocida como 'Viky', comenzó en 1990 sus estudios de Derecho en la Universidad de Valladolid, donde se licenció cinco años después con la calificación de Notable. Un año antes ya comenzó a colaborar en prácticas con el despacho de abogados Bufete Nogués, donde estuvo hasta noviembre de 1996, pero ya a finales de 1995, con su título de licenciada en bolsillo, se había incorporado como Letrado ejerciente, especializada en las áreas de derecho civil, contencioso-administrativo y penal.
Nunca se ha casado y se la conocen dos parejas oficiales, uno de ellos, subinspector de la Policía. Virginia es muy presumida y le gusta la ropa cara y abusa del negro que la hace más estilizada y las blusas blancas. Tiene fascinación por los bolsos de marcas como Michael Kors, Louis Vuitton y Prada. Le gusta el postureo por eso sus restaurantes favoritos de la capital son el Ten con Ten y Quintín, donde es habitual verla comer y pedir Ribera del Duero, su vino favorito. No practica ningún deporte ni tiene ninguna afición concreta. Su vida en los últimos años ha estado centrada en los casos judiciales y en arreglarse para estar perfecta delante de las cámaras.
Poco después, en 1998, entró a trabajar como directora jurídica en la zona de Castilla y León de la empresa DVuelta, conocida en el sector de recursos de multas de vehículos de motor, donde estuvo más de cinco años. Por esas fechas también colaboró como directora comercial en Valladolid de la firma Esabe, una de las empresas de seguridad más grandes de España, en la que mantenía una cierta amistad con su dueño, hoy en busca y captura, Juan José Prados.
Pero Virginia López Negrete no solo ha trabajado para empresas radicadas en Valladolid, donde forjó los inicios de su carrera, también lo hizo para la Policía Local de esa ciudad. Durante dos años, de enero de 2002 a febrero de 2004, fue colaboradora jurídica de este cuerpo "en todos los problemas que pudieran tener". Su amor por los cuerpos de seguridad le llevó a compartir una larga relación sentimental con un subinspector del Cuerpo Nacional de la Policía, natural también de Valladolid, y que hoy está situado en los servicios de inteligencia en el extranjero. Con él se trasladó a vivir a Madrid, a una zona residencial próxima al Retiro.
A su llegada a la capital de España, a mediados de la primera década de los años dos mil, intentó montar despacho propio. Ya residiendo en la capital de España ofreció sus servicios a su paisano, Miguel Bernard, secretario general de Manos Limpias. Por aquellas fechas Bernard necesitaba abogadas jóvenes con ganas de pelea para dar un aire de limpieza y juventud a un supuesto sindicato unido en su tendencia política a la extrema derecha. Así aparecieron en escena jóvenes y guapas abogadas, como López Negrete o Montse Suárez, una abogada que procedía de Ausbanc, del caso Banesto.
Poco a poco Negrete empezó a trabajar codo con codo con Bernard en casi todos los casos, convirtiéndose en la jefa de la asesoría jurídica del sindicato. Los grandes escándalos donde Manos Limpias se personaba, allí estaba López Negrete, como el caso Noos, Madrid Arena, Caja Madrid o Afinsa-Forum Filatélico. Precisamente, por este caso, y el dinero aportado por cientos de ahorradores estafados a Manos Limpias para su defensa, ha sido denunciada. La Fiscalía de Delitos Económicos de Madrid investiga la supuesta apropiación indebida en 2010 de 103.000 euros que se retiraron en efectivo de una cuenta del sindicato. Según las investigaciones, la mitad de ese dinero se la quedó Bernard y la otra mitad se la entregó a Virginia López Negrete. El líder de Manos Limpias reconoció el reparto de fondos el pasado 14 de octubre durante su declaración en la Fiscalía Provincial de Madrid en calidad de investigado. "Me quedé la mitad para pagar deudas del sindicato y le di la otra mitad a Virginia López para abonarle sus honorarios", manifestó en su defensa. La unidad de acción entre Bernard y Negrete era tal que ambos llegaron a ser titulares de una misma cuenta personal en su ciudad natal de Valladolid.
Precisamente, hace unos meses las discrepancias sobre cómo se manejaba la utilización de documentos por parte de la letrada con el membrete de Manos Limpias hizo que surgieran las primeras y grandes desavenencias entre López Negrete y Bernard. Ahora la letrada tendrá que defenderse de los presuntos delitos de organización criminal, extorsión y amenazas, por los que sus amigos y jefes continúan aún en prisión.
Por el momento, López Negrete niega toda su relación en la trama de extorsiones realizadas por su jefe, Miguel Bernard, y su compinche, el presidente de Ausbanc, Luis Pineda. López Negrete mantuvo durante el juicio del caso Nóos un duro enfrentamiento personal con el fiscal Pedro Horrach, con quien tuvo una fuerte discusión que acabó con unas muy duras palabras de Horrach: "Eres una chantajista y una extorsionadora". Ella le contestó: "Tengo la conciencia tranquila y las manos muy limpias".