La Veneno (54 años) no ha sido la única famosa cuya vida ha circulado por derroteros que distan de ser los ideales. Como ella, han sido unos cuantos los famosos que en su día alcanzaron la gloria en forma de fama televisiva y que años después veían peligrar esa vida de lujo y dinero, bien por malas decisiones o bien por una situación personal delicada.
Algunos de ellos lograron superar esa trágica etapa de su vida. Otros, desgraciadamente, hoy no pueden contarlo.
José Antonio Botella, 'Chapis'
El que fuera presentador del programa ¡Qué me dices! junto a Belinda Washington vivió un momento dulce durante su etapa al frente del espacio de corazón. Tras su cancelación, sufrió la pérdida de su padre y una ruptura sentimental que le llevaron a recurrir a las sustancias como forma de evasión. Pero eso no fue lo único. Chapis tuvo que hacer frente a un ictus como consecuencia de su adicción.
Con todo, ciertos sectores le dieron por muerto pero en 2011 reapareció en televisión, visiblemente desmejorado, para contar su testimonio de primera mano.
La bruja Aramís Fuster
El ingreso hospitalario de la Veneno este lunes recordaba a lo sucedido este verano con Aramís Fuster (62). Fue en el mes de agosto cuando EL ESPAÑOL adelantó que fue hallada en un hotel de Madrid con lesiones en varias partes de su cuerpo y posteriormente trasladada al mismo hospital en el que permanece ingresada la Veneno.
Pronto comenzaron a surgir las sospechas ante un posible montaje llevado a cabo por Fuster, que recorrió además varios programas de televisión reconociendo estar prácticamente arruinada y sin recursos, por lo que comenzó a vivir en un centro de mayores dependiente del Ayuntamiento de Madrid.
La 'divina' Carmina Ordóñez
La vida de Carmina Ordóñez despertó tanta expectación como su muerte, hace 12 años. Célebres eran sus fiestas y su intensa forma de entender la vida. Sin embargo, su fallecimiento sorprendió a propios y extraños por las circunstancias del mismo. Ordóñez murió en la bañera y pronto se encargó la investigación al Instituto Nacional de Toxicología por los indicios que rodeaban el suceso.
Pozí
El nombre de Manuel Reyes puede que no aporte nada, pero si nos referimos al personaje de El Pozí la cosa cambia. Fue uno de los más queridos del programa Crónicas Marcianas y pronto generó un aluvión de fans que le imitaban por doquier.
Cuando su colaboración llegó a su fin, regresó a Cádiz. Allí despilfarró el dinero que había ganado hasta el punto de rozar la indigencia y de aficionarse a la bebida. Uno de los entonces colaboradores del programa, el locutor Javier Cárdenas (46), corrió con los gastos de la residencia de ancianos en la que vivió hasta su muerte.
Nadiuska
La conocida actriz del destape vivió en los años 70 y 80 una época dorada como la estrella de cine que era. Hasta que la presión por ser icono sexual la llevó a perder su apartamento y a vivir en la indigencia. Llegó incluso a dormir en la puerta de los mismo cines en los que décadas atrás se habían proyectado sus películas. La soledad y la falta de trabajo la abocaron a una desgraciada situación que desembocó en un ingreso en un psiquiátrico de Ciempozuelos (Madrid), donde reside en la actualidad.
Raquel Mosquera
Las vidas de Nadiuska y Raquel Mosquera (46) encuentran más similitudes de las que podría parecer a simple vista. El fallecimiento de Pedro Carrasco en 2001 la llevaron a una sucesión de altibajos emocionales y de crisis de ansiedad que desembocaron en uno de los peores episodios de su vida: el ingreso hospitalario en 2006 en varios centros de Madrid, como la clínica López Ibor, donde sufrió trastornos de la personalidad y comenzó a recibir una medicación que continúa prácticamente hasta hoy.
Ángel Cristo
El domador de leones Ángel Cristo fue un empresario de éxito. En su época dorada, su circo daba trabajo a más de 300 personas. A finales de los años 90 su situación económica comenzó a resentirse por culpa de los malos hábitos y los excesos, hasta el punto de sufrir el embargo de su circo, por lo que decidió iniciar una huelga de hambre.
Pero los problemas de Cristo no cesaron ahí. Las drogas, el alcohol y la depresión hicieron estragos en el domador, que fallecía en 2010 a los 65 años.