La Veneno (54 años) no ha podido superar el fuerte traumatismo craneal con el que era ingresada el pasado sábado de madrugada. Según ha podido conocer EL ESPAÑOL en exclusiva, Cristina Ortíz, conocida en el mundo del espectáculo, ha fallecido este miércoles después de permanecer ingresada en la UCI, según ha confirmado su hermana.
La vedette aparecía el pasado sábado en el sofá de su casa con mucha sangre en la cabeza y aparentemente con numerosos golpes por todo el cuerpo. Era trasladada rápidamente al Hospital Universitario de La Paz en estado de coma que no ha podido superar.
Su familia no ha podido estar a su lado. Durante este fin de semana, los hermanos de La Veneno se colaban en la habitación para hacer fotos a la paciente. Según ellos, lo hacían para tener pruebas para la investigación que ellos mismos pusieron en marcha. Tras un enfrentamiento con el equipo del hospital, los familiares eran expulsados de las instalaciones médicas y no podrían volver a menos que tuviesen una orden judicial.
Sin embargo, este mismo miércoles han recibido una llamada del propio hospital para que acudiesen de forma urgente a las instalaciones de La Paz. Y llegó la fatídica noticia que esperaban no recibir: Cristina ha fallecido.
Icono de los años 90, La Veneno quedó relegada a un personaje de segunda división cuando la televisión-espectáculo perdió fuerza en España. Ahora, su figura renacía de entre las cenizas con la publicación de su biografía ¡Digo! Ni puta ni santa, donde cuenta cómo de difícil había sido su vida en algunos momentos. Parecía que su carrera remontaba y algunos programas se interesaban por recuperar al personaje.
No es la primera vez que La Veneno aparecía por la puerta de un hospital después de haber intentado quitarse la vida. En esta ocasión, sin embargo, su ingreso ha sido definitivo. Algunas voces del entorno descartaban el suicidio al asegurar que ha sido uno de sus mejores meses de ingresos económicos, llegando a ganar 8.000 euros en bolos. Sin embargo, otras fuentes consultadas por este diario afirmaban que habría ingerido una gran cantidad de alcohol con pastillas.
Cristina Ortíz Rodríguez, su nombre real, fue descubierta por el popular presentador Pepe Navarro. Él la sacó de la calle, donde ejercía la prostitución, para convertirla en efímera estrella televisiva. Rápidamente conquistó al público y ganó muchos millones de pesetas gracias a los bolos y a lo bien que se pagaba en la pequeña pantalla por aquel entonces.