La polémica Aída Nízar (41 años) ha vuelto a la casa que la vio nacer en el terreno televisivo. Telecinco volvió a contar con la vallisoletana después de su fulminante despido de la cadena en 2013 cuando se saltó las normas en un evento en la Embajada de México al que acudieron José María Íñigo (74) y José Ramón Pardo (75). La entonces reportera de Sálvame preguntó a los protagonistas por el supuesto tongo del Festival de Eurovisión apesar de que en la cita se prohibieron las cuestiones ajenas a la presentación del disco de boleros y rancheras que era lo que acontecía ese día.
Ante el escándalo que montó Nízar en el lugar, Mediaset decidió prescindir de ella. Sin embargo, los de Telecinco no son los únicos que han odiado alguna vez a la gran hermana. De hecho, existen cuatro páginas en Facebook bajo el título "Yo también odio a Aída Nízar" y el mínimo histórico de share que consiguió este jueves la gala de Gran Hermano VIP ha confirmado que España no acepta a la ex reportera. Pero, ¿qué tiene esta mujer para generar tanto rechazo a la gente?
El egocentrismo como carta de presentación
"La gente conmigo va a conocer que el hecho de que una persona esté segura consigo misma y se quiera, no significa que sea prepotente", decía la licenciada en derecho al volver a pisar la casa de Guadalix. Segundos después respondía con aires irónicos a Jordi González y hablando por encima del presentador, además de corregirle constantemente con tono despectivo, ¿en qué quedamos, Aída?
Se refiere a sí misma en tercera persona
El empleo de la primera persona del singular no está en el vocabulario de Aída. "Conocer a Aída Nízar es quererla", afirmaba la vallisoletana en la gala del jueves. Dicho así parecía que hablaba de una amiga, pero no, es la manera en la que siempre se ha referido a ella misma. Además lo hace siempre con nombre y apellido, por si hubiera dudas.
Se cree 'la elegida de Dios'
Ya lo dejó claro hace 14 años cuando pisó por primera vez la casa de Gran Hermano. Sus vídeos vagando por los rincones de la casa 'hablando' con el Altísimo y pidiéndole paciencia eran la tónica habitual de la concursante. "Señor, tú me elegiste", decía sin parar mientras pedía explicaciones a Dios por lo que estaba sucediendo en el reality.
Alardea sin cesar de su 'lujosa' vida
Esquiando, comiendo en restaurantes de lujo, relajándose en spas, tomando el sol en Mallorca o en Abu Dabhi visitando a su hermana, todas sus idas y venidas quedan registradas en su Instagram. Esa exposición continua de sus viajes unido al mensaje en mayúsculas que encabeza su perfil "ADORO MI VIDA, la adoras tú?" es una incitación directa a dar envidia o repulsa, usted elige.
Toda ella es una llamada de atención exagerada
No solo sus palabras, su tono de voz o su manera de expresarse son lo que hacen única a Aída Nízar. Su presencia física ya en sí misma es descaro puro. Le encanta lucir piernas, estar todo el año muy morena y mostrar escote. Ya en su etapa de universitaria sus compañeros de facultad criticaban que fuera con minifaldas, gafas de sol XXL y tacones altísimos a clase, pero con los años su exageración fue a más. Hubo una época en la que incluso se ponía brillantina corporal, lo que hacía que todos los ojos fueran directos a los huecos de su piel que quedaban al descubierto. Cualquier invento le servía con tal de ser el centro de atención.
La madre que la parió
"Mi madre es una señora", no se cansa de repetir Aída. María Ángeles Delgado es la responsable de dar vida a la gran hermana más polémica de la quinta edición del concurso. Gracias a la revolución que supuso su hija en la televisión, 'Madre', como la han bautizado en Mediaset, ya es una más entre los tertulianos de los programas como Mujeres y Hombres y Viceversa o los debates de Gran Hermano. Ambas mujeres comparten la intensidad de sus intervenciones, el ego y su coquetería.
No tiene 'abuela'
"¿Cuál es tu peor pecado? Sacrificarte por los demás". Así se describe a sí misma. Considera que la peor decisión de su vida es lo generosa que es con el prójimo: "mis amigos y mis amigas me preocupan demasiado!!! Y mi único fallo es no ser todo lo sensacional que puedo ser!!!". El amor propio de Aída llega a límites insospechados.
Hace lo contrario a lo que aconseja
Desde que entró en la casa de Gran Hermano y se posicionó como la 'elegida de Dios', se otorgó el 'poder' de dar consejos a los habitantes de Guadalix y a los espectadores y pedir respeto por todos los seres humanos. Sin embargo, cuando fue reportera de Sálvame pudimos comprobar que no se aplica los consejos que tanto da. En sus reportajes se saltó las normas varias veces, entró en peleas, ridiculizó a la etnia gitana y asaltaba a cualquiera de cualquier forma con tal de convertir su espacio en mero espectáculo. Además, tal y como pudimos ver en la gala del pasado jueves, mientras estaba rodeada de cabras y gallinas afirmó que "amaba a los animales", pero en su Instagram podemos ver cómo presume de tener al "mejor cazador de España" en su familia, y lo hace con una foto de su hermano junto a la liebre que acaba de matar.
Se enfada si no la reconocen
"¿Eres la hermana de Terelu?", le preguntó Elettra Lamborghini cuando Nízar entró en la casa. Tres concursantes actuales de la casa de Gran Hermano no reconocieron a Aída, un hecho que sorprendió a la nueva inquilina y aunque intentó disimular, quedó claro que no le gusta que no sepan quien es. Desde ese momento, cambió su tono e hizo creer a la italiana que todos sus compañeros se habían ido e iban a convivir solas ellas dos. Tampoco la reconocieron Alyson Eckmann y Marco Ferri, lo que dejó atónita a la exconcursante y prefirió hacer oídos sordos y dar la espalda por completo - y literalmente - a quienes no la habían visto nunca.